Las venta de vivienda en Colombia sigue pasando por un mal momento. Para el periodo enero-mayo la comercialización registró una contracción acumulada del 14 % frente al mismo periodo del 2023. Así quedó expuesto en el más reciente informe de Coordenada Urbana, el sistema de información de la Cámara Colombiana de la Construcción, Camacol.
El resultado, que fue idéntico al registrado en el periodo enero-abril del 2024, permite concluir que, si bien el deterioro no se ha acelerado, los indicadores de comercialización se mantienen bajos.
En valor de ventas, el mercado registró una contracción del -10,9 % en los primeros cinco meses del 2024, frente al mismo periodo del 2023. En total se registraron preventas por $15,46 billones en el lapso analizado, un valor que contrasta con los periodos equivalentes del 2023 ($17,35 billones) y 2022 ($27,25 billones).
Si bien el valor de las ventas de Vivienda de Interés Prioritario, VIP se incrementó en 58,8 %, lo que representa un crecimiento de $299.704 millones en el 2024, el segmento VIS se redujo en $1,2 billones y la No VIS en $969.848 millones, lo que significó una caída acumulada de $2,19 billones.
En cuanto a la construcción de nuevas viviendas, a mayo del 2024, se registró una disminución del 11,2 %. Por segmentos, si bien la VIS creció el 1 % frente al 2023, esto se explica por una variación de cerca de 4.237 unidades iniciadas en el segmento de hasta 90 salarios mínimos (Vivienda de Interés Prioritario, VIP).
Respecto a los indicadores de la VIP, el presidente ejecutivo de Camacol, Guillermo Herrera, señaló que el repunte se explica por los incentivos que ha generado el Gobierno Nacional en este segmento, que ha sido el centro de las iniciativas desde la actual política pública.
De otro lado, las condiciones de asignación de los subsidios para adquisición de VIP han permitido que el segmento registre variaciones positivas, aunque las magnitudes son bajas si se comparan con las caídas de los demás rangos de precios. “El comportamiento comercial de la VIP es destacable, pero su volumen de ventas está lejos de compensar las caídas generales del mercado, y por lo tanto no se puede hablar de una reactivación sustentada en la Vivienda de Interés Prioritario”, añadió Herrera.
Además, el Presidente de Camacol afirmó que las cifras de la Vivienda de Interés Prioritario deben verse en el marco general del mercado; “el crecimiento en las ventas VIP para el año corrido fue del 52,7 %, que en unidades representa 2.259 viviendas adicionales en 2024 frente al mismo periodo del 2023. Para poner en contexto el dato, en los últimos doce meses la reducción en el tamaño del mercado ha sido de 49.124 viviendas”.
En un escenario en el cual el mercado no repunta, el líder gremial manifestó su preocupación por la disponibilidad de recursos para financiar la totalidad de los subsidios anunciados para Mi Casa Ya en el 2024 y en el 2025. Apuntó a que, aunque el sector privado está haciendo su parte al mantener una oferta sólida de viviendas, y las tasas de interés están bajando, todavía hay incertidumbre sobre si se podrán financiar los subsidios prometidos.
Un sector preparado para la reactivación
En mayo del 2024 se registraron cerca de 164.500 viviendas disponibles para la venta a nivel nacional, en más de 3.000 proyectos activos y con la participación de 1.374 empresas del sector. El mercado está preparado para generar las obras requeridas para la reactivación, pero es necesario gestionar los recursos para mantener la operación de la actual política de vivienda y generar impulsos adicionales a la demanda.
En cuanto al programa Mi Casa Ya, para el 2024 fueron anunciados 50.000 cupos con los cuales los hogares beneficiarios deben recibir un subsidio familiar de vivienda de entre 20 y 30 salarios mínimos, y una cobertura a la tasa de interés. A la fecha, si bien están asegurados los recursos para los 50.000 subsidios familiares de vivienda, solo hay disponibles 33.000 coberturas a la tasa de interés, lo cual compromete el desembolso de 17.000 subsidios.
Guillermo Herrera, señaló que Camacol ha estado advirtiendo sobre esta situación durante meses, para que las 17.000 coberturas a la tasa faltantes puedan ser tramitadas con tiempo suficiente con el fin de que no haya suspensión de los procesos de asignación. “A la fecha se habrían asignado casi 22.000 de las 33.000 coberturas disponibles, de manera que, sin el trámite de las coberturas faltantes, los subsidios se estarían agotando hacia mediados de agosto del 2024″, dijo.