Colombia quedó en el puesto 52 (entre 63 economías) del ‘ranking’ elaborado por el ‘International Institute for Management Development’ (IMD) y ascendió seis casillas (estaba en el lugar 58) con respecto a la posición que ocupó el año pasado, su mejor desempeño desde el 2017.
A nivel latinoamericano, el país mejor ubicado en el ‘ranking’ fue Chile, que ocupó la casilla 42, aunque descendió siete puestos con relación a su posición del año pasado. Le sigue México, que ascendió una casilla y se ubicó en el puesto 50.
Por debajo de Colombia quedaron Perú, ubicado en la posición 55; Brasil, que subió un puesto y quedó 59; Argentina, en la casilla 61, y como último en el ‘ranking’ quedó Venezuela, de 63.
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“Venezuela permanece anclado al final del ‘ranking’, afectado por la inflación, el acceso deficiente al crédito y una economía débil”, sostiene el estudio.
A nivel mundial
El podio del listado tuvo dos variaciones, ya que Estados Unidos fue destronado por Singapur y Hong Kong se mantuvo segundo y el país norteamericano cayó a la tercera posición.
“Singapur se ha clasificado como la economía más competitiva del mundo por primera vez desde 2010, según el ‘Ranking’, ya que Estados Unidos se deslizó del primer puesto, mientras que la incertidumbre económica afectó las condiciones en Europa”, sostiene una nota de prensa del instituto.
La infraestructura tecnológica, la disponibilidad de mano de obra calificada, las leyes de inmigración favorables y las formas eficientes de establecer nuevas empresas fueron los factores que permitieron situar a Singapur en la punta de listado.
Por su parte, Hong Kong se mantuvo en el segundo lugar, debido a su buen entorno de política fiscal y comercial, y el acceso a la financiación empresarial.
La caída de Estados Unidos se explica porque, según el IMD, su competitividad se vio afectada por el aumento en los precios de los combustibles, un decrecimiento en las exportaciones de alta tecnología y las constantes fluctuaciones del dólar.
“En un año de alta incertidumbre en los mercados debido a los cambios en el panorama político internacional así como a las relaciones comerciales, la calidad de las instituciones parece ser el elemento unificador para aumentar la prosperidad. Una institucionalidad sólida proporciona la estabilidad para que las empresas inviertan y eso asegura mejor calidad de vida para los ciudadanos ”, expresó Arturo Bris, director del IMD.
Los ‘ranking’ de competitividad mundial de IMD, establecidos en el año 1989, incorporan 235 indicadores de cada una de las 63 economías clasificadas.
El listado tiene en cuenta una amplia variedad de estadísticas como el desempleo, el PIB, la eficiencia empresarial y el gasto gubernamental en salud y educación.
¿Qué se analiza?
El Centro Mundial de Competitividad del IMD incluye encuestas a 6234 ejecutivos internacionales y más de 300 variables estadísticas de 61 países.
Entre las variables que analiza se destacan el rendimiento económico, la eficiencia empresarial, la calidad de las infraestructuras y el nivel de innovación y de adaptabilidad.
La eficiencia empresarial se mide a través de la facilidad que dan los países para hacer negocios de manera innovadora, rentable, responsable y sostenible.