Johan Montealegre, director Económico de Colfecar, precisó que las pérdidas por el reciente bloqueo que se registró esta semana a la altura de Loboguerrero, el cual se prolongó por dos días dejó pérdidas que superan los 14,5 mil millones de pesos, por el concepto de cese de operaciones.
No obstante, el vocero gremial indicó que en lo corrido del año, por cuenta de todos los cerramientos que se han efectuado en el departamento del Valle del Cauca, “estimamos pérdidas por más de 1,2 billones de pesos”.
Al señalar que Buenaventura es determinante para el comercio exterior del país, reiteró que es crítico que hasta la fecha se hayan presentado más de 15 bloqueos por cuenta de comunidades inconformes, generando traumatismos económicos para el sector, además de actos vandálicos en contra de los vehículos de carga y problemas en la vía por los constantes derrumbes.
Montealegre precisó que de acuerdo con la información publicada en el Portal Logístico de Colombia del Ministerio de Transporte y en el Instituto Nacional de Vías, Invías, por el Valle del Cauca transitan en promedio más de 3.000 vehículos de carga diariamente.
Y, según la misma fuente, en la región se transporta el 35% de la carga de todo el país, ya que allí se origina un estimado de 73 mil toneladas diariamente, mientras hacia el Valle del Cauca se transporta un promedio diario de 57 mil toneladas de carga, dentro de las que se encuentran maíz, azúcar de caña o de remolacha, abonos minerales o químicos, fertilizantes y trigo.
Para Colfecar, los reclamos son realizados por las comunidades que históricamente no han sido atendidas por parte de las alcaldías y de la gobernación, situaciones en donde no necesariamente el Gobierno Nacional tiene competencia, de manera que, si bien es importante la presencia de parte de una comisión del Gobierno,, se requiere que los diferentes entes de control como la Procuraduría y la Contraloría también revisen y tomen actuaciones de fondo frente lo que está sucediendo, pues las personas vienen alegando el abandono por parte del Estado desde hace años.
Respecto a los problemas en materia de seguridad, recalcó que se deben extremar las medidas en las vías nacionales, poblaciones periféricas a las ciudades principales y puertos del país, especialmente en Buenaventura, para evitar que continúen los actos delincuenciales en contra de los vehículos de carga y pasajeros, y que se establezca un pie de fuerza permanente de la Policía y el Ejército, que “garantice nuestra movilidad sin poner en riesgo la integridad de los conductores, vehículos y la carga”.
“No debe olvidarse, que en vías del Valle del Cauca fueron colocados avisos y cilindros bomba por parte del ELN, además que vienen siendo distribuidos panfletos en medio de una campaña de terror entre la población, generando zozobra no solo para las comunidades, sino también en conductores y empresarios”.
Además, denunció que los delincuentes están encontrando en el mal estado de la infraestructura vial un aliado natural, pues los conductores deben disminuir significativamente la velocidad de sus vehículos para atravesar por vías con múltiples fracturas, momentos que son aprovechados por las bandas criminales para robarles la carga y sus pertenencias.
Costo reputacional
De otro lado, Analdex indicó que por el lado exportador, el costo reputacional es muy importante y considerable. De que incumplir en los tiempos de entrega y tener poca confiabilidad es muy negativo y hace que se pierdan negocios.
“Es muy difícil explicar a una multinacional o a una empresa extranjera que todas las semanas tenemos algún tipo de bloqueo en la vía y que por eso incumplimos los compromisos”, afirmó Javier Díaz, presidente de la entidad.
Según explicó, las cargas de exportación normalmente van con el tiempo justo para ser recibidas en el terminal portuario. Si perdieron la reserva en la motonave de exportación pueden quedarse almacenadas entre 1 y 3 semanas y el almacenamiento ronda los $200 mil diarios.
Adicionalmente, las tarifas que se consiguen spot, son mucho más altas (este costo es muy difícil de cuantificar) pero, por experiencia, se puede decir que un contenedor que tiene una demora de este tipo ya no genera utilidad para la empresa sino perdidas.
Por el lado de las importaciones, estos sobrecostos generalmente terminan pagándolos el consumidor final. Lo anterior sumado a una coyuntura inflacionaria amplifica el efecto.
Otro costo que no se puede cuantificar, pero que es muy importante, es la salud y el bienestar de los transportadores, que les toca quedarse en la vía, a veces sin comida ni agua, sin acceso a un baños y respondiendo por la seguridad de las mercancías.