Las tarjetas de crédito se han convertido en un componente fundamental de la vida financiera de muchas personas alrededor del mundo. Estas pequeñas piezas de plástico ofrecen comodidad y flexibilidad en los pagos, permitiendo a los usuarios comprar bienes y servicios sin tener que cargar efectivo consigo. Sin embargo, las personas suelen cometer errores de manera frecuente, que lo pueden llevar a problemas financieros significativos.
Desde deudas abrumadoras, hasta una disminución en la vida crediticia, el mal uso de las tarjetas puede acarrearle más de un inconveniente. Tenga en cuenta los siguientes problemas para que no los cometa.
Una de las tentaciones más peligrosas asociadas con las tarjetas de crédito es la posibilidad de gastar más allá de los propios medios. Si bien estos productos financieros pueden crear una ilusión de dinero ilimitado, esto lleva a que muchos realicen compras impulsivas.
Este error puede resultar en saldos acumulados que son difíciles de pagar, que se convierten en deudas de alto interés y le pueden generar un sobreendeudamiento. Para evitar este error, es fundamental crear y seguir un presupuesto mensual. Tenga en cuenta que antes de realizar una compra con tarjeta de crédito, debe asegurarse que tiene los fondos suficientes para cubrir esa compra, y pagar el saldo completo al final del mes.
Una trampa en la que muchos caen es hacer únicamente el pago mínimo requerido. Esta opción puede parecer atractiva en el corto plazo, pero a largo plazo resulta en una deuda creciente, debido a los altos intereses que se aplican sobre todo en el saldo restante.
“Este es uno de los mayores errores. Hacer solo el pago mínimo provocará que termines pagando mucho dinero en intereses a lo largo del tiempo. Lo mejor es apartar en tu presupuesto el dinero necesario para ser totalero o totalera (pago total)”, explica la revista Forbes.
Procure pagar más que el pago mínimo. Si no puede pagar el saldo completo, liquide al menos una cantidad significativamente mayor que el menor monto para reducir la deuda más rápidamente, permitiéndole ahorrarse los intereses.
Hablando de los pagos mensuales, tenga presente que siempre debe revisar detenidamente los estados de cuenta, pues se le pueden pasar por alto cargos no reconocidos, errores del emisor de la tarjeta, o incluso fraudes que podrían haber sido detectados y resueltos a tiempo.
Otro de los errores más comunes es no tener claros los términos y condiciones, del contrato que firmó al momento de expedir la tarjeta de crédito. Muchos consumidores se apresuran y aceptan ofertas sin leer las letras pequeñas, lo que puede llevar a sorpresas desagradables, como tasas de interés altas, tarifas ocultas y restricciones en el uso de la tarjeta.
Además, debe tener en cuenta datos como:
- Fecha de corte.
- Fecha de pago.
- Cobros por cuota de manejo o tasas de interés.
Otro error que muchas personas cometen es tener muchas tarjetas de crédito a la vez. Esto puede perjudicar su puntaje crediticio, ya que los prestamistas consideran la cantidad de crédito que tiene disponible en relación con la deuda total, y en caso de ser muy alta, puede pasar a ser considerado como una persona que puede incumplir con sus acreencias.
“Varios expertos coinciden en que tres tarjetas de crédito es el máximo que una persona puede gestionar de modo eficiente, teniendo en cuenta que una de ellas fundamentalmente sea reserva, es decir utilizada como medio de pago para situaciones excepcionales o de emergencia. Disponer de adecuada información en relación con los productos financieros que se manejan, conlleva a decisiones acertadas y contribuye a la construcción de sólidas relaciones con las instituciones financieras”, detallan desde el BBVA, aunque esa capacidad va a depender de sus ingresos mensuales.
Por último, la seguridad de la información personal es esencial en la era digital. Muchos consumidores no protegen adecuadamente sus datos, lo que puede resultar en robos de identidad y fraude con tarjetas de crédito, ingresando estos productos en páginas de internet sin seguridad, o dejando descuidados los plásticos.