Los cambios que se hicieron en el proyecto de la reforma laboral que fue radicado el jueves en el Congreso, no fueron suficientes para apagar las voces de los contradictores de esta iniciativa.
Una de las novedades es que se aumentará el alcance de la cotización parcial a la seguridad social, lo que para la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, permitirá que más sectores accedan a la formalización”.
Aunque esto implica cierta flexibilización, algunos analistas creen que no es suficiente de cara a las nuevas necesidades de los trabajadores y empresarios.
Andrés García, miembro del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, destacó que el proyecto tiene cambios como legislar sobre el trabajo en plataformas y otras tendencias en transiciones laborales.
Sin embargo, cree que se queda en cierto nivel de proteccionismo (fuero sindical, altos costos de despido), “que era una deuda con los trabajadores, pero también hay que pensar en cuáles son las nuevas formas de trabajo y que se necesita cierto nivel de flexibilidad, y la forma como está ahí planteado conlleva a una menor posibilidad de flexibilización que es lo que genera los altos niveles de informalidad”.
Según análisis de la consultora Tank, la reforma laboral, en los términos presentados por el Gobierno Nacional, implica un golpe que puede generar desempleo e informalidad laboral, pues con elementos como la excepcionalidad de los contratos a término fijo y la implementación de aumentos a indemnizaciones por despidos sin justa causa y pagos por trabajo suplementario, “es claro que se crea una situación gravosa para el sector productivo del país, lo que no solo llevará a suprimir cargos, sino que también implica una abstención en la apertura de procesos de contratación laboral”, comentó Daniela López Amorocho, directora de Asuntos Públicos de la consultora Tank.
Igual piensan algunos gremios como Fenalco que ha cuestionado el proyecto, “aunque estamos analizando minuciosamente los artículos adicionales que introdujo el Gobierno, es importante resaltar que no fuimos tenidos en cuenta para la construcción de este proyecto, dijo Jaime Alberto Cabal, presidente del gremio.
Asimismo Edwin Maldonado, presidente del Comité Intergremial y Empresarial del Valle, dijo que analizan con preocupación la reforma porque no fue consultada con el sector privado y no se corrigen las fallas que se habían señalado en el anterior proyecto.
Desde el Consejo Gremial expresaron que están haciendo el análisis del nuevo documento para sentar una posición.
Lo que también causa curiosidad es que el proyecto de reforma laboral fue radicado sin la presencia de congresistas, incluso, tampoco estudio el Viceministro de Relaciones Laborales, Edwin Palma, que ha sido un defensor del sindicalismo en el país.
El representante a la Cámara por el Centro Democrático, Andrés Forero, comentó que “la forma en que se radicó la iniciativa es bastante elocuente. Por un lado, la ministra la radica prácticamente a escondidas, sola. Incluso, sin el conocimiento de la propia bancada de Gobierno”.
Considera, además, que la reforma no genera nuevos empleos ni propicia la formalización laboral, “lo que sí hace es que genera una mayor conflictividad entre empresarios y trabajadores en nuestro país”.
Por su parte, Vicente Umaña, socio director del área laboral de Posse Herrera Ruiz, destacó que el nuevo texto de reforma laboral tiene algunas diferencias importantes respecto al proyecto presentado en el primer semestre de 2023. Si bien esta nueva versión mantiene la esencia de las propuestas y modificaciones planteadas en la primera iniciativa, e inclusive, la misma redacción en muchos de sus artículos, son varios e importantes los cambios que se pueden advertir con este nuevo texto.
La modificación de las jornadas nocturna desde las 7:00 p.m., el incremento sustancial de las tablas de indemnización por terminación sin justa causa, la preferencia por la contratación laboral a término indefinido, el incremento de la licencia de paternidad hasta las doce (12) semanas y el aumento gradual de los recargos dominicales son algunas de las iniciativas que se conservan respecto de la versión que se discutía como primera ponencia en la Cámara de Representantes.
“Algunas de las nuevas propuestas de este nuevo texto de reforma, que generan inquietudes e innegables impactos para la actividad empresarial son: la creación de una modalidad de trabajo transnacional con enormes cargas para el empleador, como la adquisición de pólizas y el pago de las prestaciones económicas causadas; la limitación de los pactos colectivos a empresas donde no existan organizaciones sindicales; los mayores controles a las figuras de tercerización e intermediación laboral, inclusive, con sanciones más lesivas que en la versión anterior; la reviviscencia de la necesidad de autorizaciones administrativas o judiciales para la terminación de trabajadores con estabilidad reforzada en todos los casos, y la creación de un sistema dual de relaciones entre trabajadores y plataformas digitales de reparto”, destacó.
Asimismo, dijo que hay varios puntos de incrementan las cargas al sector productivo tales como: el incremento a las tablas de indemnización por terminación sin justa causa, la definición del aprendizaje como un contrato de trabajo y la modificación al régimen y tasas de recargo nocturno y dominical son algunos de los puntos que generan gran preocupación para la sostenibilidad empresarial y que generan impactos económicos importantes en la operación de los empleadores.
Pero destacó como medidas positivas para las empresas, el fomento a la unidad sindical y unidad de pliegos. “Situaciones que facilitarían la labor de los empleadores quienes deberían negociar con una comisión sindical negociadora y no con múltiples ramas u organizaciones al interior de una misma compañía, lo que permitiría también para los trabajadores condiciones de igualdad y equidad laboral”.