Luego de varios días de caídas en el precio del dólar, con motivo de la crisis política que vive el actual Gobierno nacional y las buenas noticias en los datos de Estados Unidos, y el resultado de la economía colombiana en abril, la divisa estadounidense volvió a registrar un descenso en su precio este miércoles.
Así las cosas, este miércoles 28 de junio, el dólar arrancó en $4.185,00, una caída de $13 frente a su cierre del martes de $4.172,00.
Pero al final de la sesión, la moneda terminó con un descenso hasta los $4.142,00, es decir un 0,71 % o $30 menos, si se compara con el martes.
En su máximo precio de la jornada llegó a los $4.205,95. Y tuvo un precio mínimo en $4.140,40, el cual no alcanzó a bajar de la barrera de los $4.100.
Por su parte, el precio promedio, que es la base que se tiene para determinar la Tasa Representativa del Mercado, también siguió abajo de los $4.200, específicamente en $4.169,35, $16,87 o 0,4 % más que la TRM que rige este miércoles que está en $4.152,48.
Los temores que persisten sobre la reforma pensional del Gobierno
Colombia es uno de los países latinoamericanos que está marcado por la polémica alrededor de su sistema de pensiones, lo cual está directamente relacionado con la alta tasa de empleos informales en el territorio nacional y otros temas que generan rechazo entre los contribuyentes.
Es por ello que el Gobierno de turno llegó con una promesa de reforma pensional, la cual llamó la atención de algunos sectores, pero que generó un fuerte malestar de parte de otros. Luego de que se materializara en un documento, esta propuesta ha sido objeto de intensos debates y discusiones en el ámbito económico y político.
Si bien se reconoce la importancia de abordar los desafíos del sistema de pensiones para garantizar su sostenibilidad a largo plazo, persisten preocupaciones y temores en torno a las implicaciones de esta reforma.
¿Qué plantea el Gobierno Petro?
- Dar un subsidio a quienes nunca cotizaron o lo hicieron muy pocos meses.
- Para quienes cotizaron, pero no llegaron a completar las semanas o a alcanzar el valor de la pensión, devolverles lo ahorrado más el 3 % de rendimiento anual.
- Cambio a Colpensiones para la mayoría de los aportadores.
- Ahorro voluntario para quienes coticen más de tres salarios mínimos en fondos privados.
- Temor a la reducción de los beneficios
Uno de los temores más frecuentes es que la reforma pensional pueda resultar en una reducción de los beneficios para los futuros pensionados. Algunos críticos argumentan que las medidas propuestas, como el cambio en la edad de jubilación, entre otras acciones, podrían traducirse en pensiones más bajas en comparación con el sistema actual. Esto genera inquietud entre los trabajadores que han contribuido durante años esperando una jubilación segura, por lo que la incertidumbre incrementa cada vez más.
- Preocupación por la sostenibilidad del sistema
Otro temor importante es la preocupación por la sostenibilidad del sistema de pensiones a largo plazo. A medida que la población envejece y la proporción de personas mayores aumenta, existe el temor de que el sistema actual no pueda hacer frente a la creciente demanda de pensiones. Algunos sostienen que la reforma no aborda adecuadamente este desafío y que se necesitan medidas más sólidas para garantizar la viabilidad del sistema en el futuro sin poner en riesgo el dinero de los colombianos.
- Incertidumbre sobre las condiciones laborales
La reforma pensional también genera incertidumbre en relación con las condiciones laborales. Algunos temen que las medidas propuestas, como la flexibilización de las reglas de contratación y despido, puedan debilitar la estabilidad laboral y afectar negativamente los derechos de los trabajadores.
En el territorio nacional existe la preocupación de que la reforma pueda favorecer a los empleadores en lugar de proteger los derechos y la seguridad de los empleados.
- Impacto en los sectores vulnerables
Otro temor importante se relaciona con el impacto que la reforma pensional pueda tener en los sectores más vulnerables de la sociedad. Algunos sostienen que las medidas propuestas podrían afectar de manera desproporcionada a los trabajadores informales, los trabajadores de bajos ingresos y las personas en condiciones de vulnerabilidad.