Luego de varios días de caídas en el precio del dólar, con motivo de las movidas en el gabinete del actual Gobierno nacional y las buenas noticias en los datos de Estados Unidos, la divisa estadounidense tuvo una fuerte caída, y volvió a registrar un descenso en su precio este jueves.

Así las cosas, este jueves 27 de julio, el dólar arrancó en $3.935,00, una caída de $17,50 frente a su cierre del lunes de $3.952,50. Pero al final de la sesión, la moneda terminó con un descenso hasta los $3.947,80, es decir, un 0,11 % o $4,70 menos, si se compara con el miércoles.

En su máximo precio de la jornada llegó a los $3.949,49. Y tuvo un precio mínimo en $3.912,50, el cual no alcanzó a bajar de la barrera de los $3.900.

En su máximo precio de la jornada llegó a los $3.949,49. Y tuvo un precio mínimo en $3.912,50, el cual no alcanzó a bajar de la barrera de los $3.900.

Por su parte, el precio promedio, que es la base que se tiene para determinar la Tasa Representativa del Mercado, también siguió abajo de los $4.000, específicamente en $3.932,07, $19,03 o 0,48 % menos que la TRM que rige este jueves que está en $3.951,10.

La Reserva Federal de los Estados Unidos, FED, subió un cuarto de punto porcentual sus tasas de interés, elevándolas hasta 5,50% en el mes de julio. Esta cifra es la más alta registrada en los últimos 22 años y su incremento se da en un momento en el que el Gobierno de Biden lucha por alcanzar su meta de inflación del 2%.

Lucha que consiste en encarecer el crédito y desalentar así el consumo y la inversión, que presionan los precios al alza. Esta estrategia parece dar frutos: la inflación cayó en junio a su nivel más bajo desde marzo de 2021, para colocarse en 3% a 12 meses en junio, según el índice de precios al consumidor (IPC). Sigue, de todos modos, por encima del objetivo de la FED, de 2%, considerado un nivel sano para la economía.

Jerome Powell, presidente de la FED anunció el incremento a 5,50% de las tasas de interés.

Los directivos del Banco Central a través de un comunicado no precisaron si piensan volver a subir las tasas en los próximos meses o si este incremento, el undécimo desde marzo de 2022, es el último del actual ciclo de ajuste monetario.

Desde la reunión del pasado mes de junio, el presidente de la FED, Jerome Powell, señaló que los formuladores de políticas podrían potencialmente aumentar las tasas de interés en julio y septiembre para frenar las persistentes presiones sobre los precios y enfriar un mercado laboral, con lo que la expectativa sigue abierta.

“Al determinar el grado de endurecimiento adicional de la política que puede ser apropiado para devolver la inflación a 2% con el tiempo, el comité tendrá en cuenta el endurecimiento acumulativo de la política monetaria, los retrasos con los que la política monetaria afecta la actividad económica y la inflación, y la política económica y económica, desarrollos financieros”, dijo.

Asimismo, el alto funcionario manifestó que los miembros mantienen abiertas sus opciones para volver a subir en su próxima reunión en septiembre, o pausar u omitir un aumento, dependiendo de los datos entrantes. Los rendimientos del Tesoro cayeron y el índice S&P 500 recortó las pérdidas del día y el dólar cayó.

Ahora, en EE. UU. la tasa es la más alta desde 2001. | Foto: 2008 Getty Images

Los operadores de swaps mantuvieron bastante estable la probabilidad de que la Fed suba las tasas en un cuarto de punto adicional antes de fin de año. El precio implica un poco más del 50% de probabilidad de otro aumento antes de que finalice el ciclo de ajuste de la FED.

Ira Jersey, estratega de Bloomberg Intelligence, manifestó que “pese a que se podría dejar la puerta abierta para un nuevo incremento en septiembre o noviembre, existe la posibilidad de que brinde más detalles sobre la función de reacción de los federales, no solo cuándo se detendrá, sino bajo qué condiciones el Banco Central podría comenzar a reducir las tasas”.

Desde principios del año pasado, la FED se ha involucrado en la campaña de ajuste más agresiva desde la década de 1980 en un esfuerzo por frenar la inflación, que en 2022 alcanzó un máximo de 40 años.

La última alza fue ampliamente anticipada después de que informes recientes mostraran una economía resiliente que hasta ahora ha soportado en gran medida tasas de interés más altas.