Los comerciantes colombianos quedaron satisfechos con la tercera jornada sin IVA que definitivamente dinamizó los negocios.
Las cifras, aún preliminares, indican que podría haberse llegado a los $6 billones en ventas, mucho más que en las jornadas anteriores.
Para Jaime Alberto Cabal, presidente de la Federación Nacional de Comerciantes, Fenalco, el balance es positivo tanto en negocios como en el comportamiento de los compradores y de los empresarios, que cumplieron con los protocolos, con pocas excepciones.
Según el directivo, estas fueron jornadas de aprendizaje que servirán para que, ojalá en el 2021, se implemente la medida con algunos cambios propuestos por el sector.
¿Quedaron satisfechos con el desarrollo del tercer día sin IVA?
El balance es muy positivo en cuanto a las ventas y en cuanto al comportamiento y el respeto que tuvo el comercio organizado con los protocolos de bioseguridad y el cuidado personal. También hay un balance muy positivo, en general, del comportamiento de la ciudadanía, con contadas excepciones, como lo de San Victorino, en Bogotá, donde hubo un evento de aglomeración en la calle, que no fue manejado sino cuando habían transcurrido algunas horas. De resto, en todas las ciudades del país tuvimos reportes positivos, tanto al interior de centros comerciales y grandes superficies como almacenes a borde de calle.
¿Qué fue lo más destacable de la jornada?
Varias cosas, en esta oportunidad hubo más visitas presenciales al comercio que los días anteriores y también una mejoría en las ventas de los pequeños y los medianos comercios.
Asimismo, hubo repunte en las categorías que no se habían movido tanto en otras ocasiones, con incrementos superiores al 60 % o 70 % en vestuario, ropa, calzado, accesorios y juguetería.
También vimos que el valor de la compra promedio se incrementó. Por ejemplo, en el día sin IVA pasado este fue inferior a $300.000 (estas no son cifras definitivas, pero sí muestran la tendencia). En este tercer día, el promedio del tiquete de compra fue alrededor de los $500.000, lo que quiere decir que la compra por cada persona se incrementó, lo cual es natural, porque obviamente estamos en temporada decembrina y la gente aprovechó para comprar regalos.
¿Las cifras que manejan hasta ahora que indican?
Aún no está consolidada toda la información, pero la tendencia es: uno, a superar la cifra del primero y segundo día sin IVA. Eso quiere decir que estuvimos entre los $5 billones y los $6 billones. Recordemos que los días anteriores habían estado entre $4,5 billones y $5 billones.
En esta oportunidad estaremos en ese rango mayor, lo cual es extraordinario. Y dos, el porcentaje de incremento de ventas puede estar entre el 20 % y 25 % sobre los días anteriores. En plataformas electrónicas, el alza estará entre 48 % y 50%; y el número de transacciones creció 32 %, o sea el número de personas comprando creció.
Usted dijo que los pequeños comercios también se beneficiaron esta vez, ¿qué fue lo diferente?
Sí, lo que pasa es que las jornadas anteriores del día sin IVA se hicieron con muchas restricciones, pico y cédula, toques de queda y zonas cerradas. En esta ocasión los pequeños y medianos pudieron abrir todo el día y muchos especializados en calzado, ropa, juguetes y hasta electrodomésticos podían abrir presencialmente en ciudades intermedias, porque la prohibición era solo para grandes superficies. Todos tuvieron la oportunidad de mejorar sus ventas.
Este día sin IVA fue mucho mejor no solo por los resultados sino por el comportamiento y porque fue un día que benefició a más sectores del comercio y de todos los tamaños.
¿Tecnología fue lo más vendido o cambió la tendencia?
Yo diría que se emparejó, en los dos días anteriores, debido a las restricciones, casi todas las compras fueron por comercio electrónico, en esta oportunidad siguió siendo importante, pero hubo incremento de otros rubros y categorías.
Por ejemplo, hubo fuerte aumento en las ventas presenciales de productos agrícolas, que era una de las categorías que no se había movido mucho. Otro rubro que creció por encima de 200 % fue calzado y cuero, mientras que la tendencia de computadoras fue estable. Las ventas de textiles y confecciones repuntaron casi 150 %, equipos de sonido y video, más del 150 %.
¿Quedó demostrado que puede funcionar el comercio sin restricciones?
Claro, es una de las grandes conclusiones de la jornada, que es posible el cuidado de la salud, con las medidas de seguridad, y la actividad productiva. Ese falso dilema entre economía y salud, yo creo que el país lo tiene que superar, lo que tenemos que hacer cada vez más es pedagogía. Recorrí centros comerciales y me tocó ver guardas que devolvían a la gente porque no usaban tapabocas. En muchos establecimientos había gente haciendo cola para entrar a los sitios, respetando el aforo.
El gran problema está en la calle, en el desorden social y en los vendedores ambulantes, que es cuando se producen aglomeraciones, el resto funcionó perfectamente.
¿Qué expectativas tiene el comercio frente al año 2021?
Hay una gran esperanza de que en la medida en que no se vuelvan a hacer restricciones, la recuperación se siga dando. Si bien es cierto que el comercio aún no llega a niveles del año anterior, algunos sectores ya están al 50 %, 60 % o 70 % de las ventas del año pasado y esa tendencia creemos que se dará en el 2021. Esperamos que ya sin restricciones, el comercio vuelva a ser jalonador del crecimiento económico de Colombia.
¿Y es posible que se reactive el empleo?
Usualmente, en el trimestre final del año el comercio genera 300.000 nuevos empleos, algunos temporales. Creemos que si bien no se llegará a esa cifra porque las empresas están muy golpeadas, se recuperará parte de esos empleos perdidos en el confinamiento. Calculamos que se generarán unos 150.000 empleos entre noviembre y hasta enero de 2021.
¿Habrá días sin IVA en 2021?
Este día fue una iniciativa que demostró ser una medida importante para reactivar la economía, el comercio y el empleo. De cara al próximo año, porque la idea es continuar con la iniciativa, se necesitan algunos ajustes. Todos aprendimos, comerciantes, consumidores y el Gobierno, y las jornadas del próximo año deben ser mejores y más estructuradas, corrigiendo errores o limitaciones. Por ejemplo, el tiempo de facturación estricto a las 12 de la noche es limitante para las ventas; el plazo de entrega de solo 15 días también es limitante, porque si una persona compra en un almacén de cadena desde sitios lejanos, digamos Apartadó, mientras le llega el producto se arriesga a no cumplir esos 15 días y genera sanciones. Hay que corregir eso, incluir otras categorías, quizá aumentar un poco los montos por unidad que se tenían en este caso.