En medio de la crisis económica provocada por el coronavirus, miles de empresarios en todo el país, que intempestivamente se quedaron sin ingresos, se han volcado hacia el Gobierno Nacional y el sistema financiero en busca de ayuda para mantener sus negocios a flote, y en especial para poderles pagar a sus empleados.

En entrevista con Colprensa, el presidente del Fondo Nacional de Garantías (FNG), Juan Carlos Durán, asegura que si bien en un principio los bancos estaban reacios a prestar, con las garantías de hasta el 90% de los créditos que está dando el Gobierno, sí lo están haciendo.

Ese porcentaje de respaldo es para créditos dirigidos a atender la nómina de empleados, pero también el Fondo otorga una garantía del 80% para préstamos orientados a capital de trabajo.

Señaló que ya hay más de 100.000 empresas beneficiadas con estos créditos, de los cuales más de 60.000 han sido para atender el pago de nóminas.

Aseguró que un primer paquete de 10 billones de pesos en garantías ya está prácticamente agotado y en pocos días saldrá al mercado otro, por 6 billones de pesos.

Su sugerencia para los empresarios más pequeños y los independientes, que puedan tener problemas para que algunos bancos les presten, es que acudan a entidades que estén especializadas en microcréditos.
Dichas entidades también cuentan con el respaldo y la garantía del Fondo Nacional.

Así habla este abogado bogotano, especializado en economía:
¿Cómo opera este sistema de garantías que están dando a favor de las empresas? ¿Qué tantas empresas están cubiertas y cuál es la meta que tienen?

En esencia, el Fondo Nacional de Garantías lo que hace es servir de fiador de las micro, pequeñas y medianas empresas para obtener créditos ante el sistema financiero.

La mayoría de las veces esa pequeña empresa no tiene activos para dar como garantía, entonces en ese momento el banco puede acudir a la garantía del FNG.

En condiciones normales nosotros garantizamos el 50% de la obligación, es decir, compartimos el riesgo mitad y mitad con el banco. Ese es un esquema que funciona bastante bien.

Para darle una idea, el año pasado garantizamos aproximadamente 15 billones de pesos en créditos a todo este sector de Mypimes.

En las circunstancias actuales del coronavirus, como las entidades financieras perciben un riesgo tan alto, no estaban dispuestas a entregar los créditos con garantía al 50%.

Allí fue cuando empezó a haber todas estas quejas de los empresarios que iban y no lograban que les dieran un crédito. Entonces el Gobierno resolvió hacer una política más agresiva de garantías.

Son en total 16 billones de pesos, de esos 12 billones van para lo que el Gobierno considera que es la máxima prioridad, que es financiar el pago de nóminas. Las nóminas, con una garantía del 90%, 3 billones de pesos están orientados a líneas de capital de trabajo para empresas de los distintos tamaños, con una garantía del 80%, y hay un billón de pesos que está orientado a trabajadores independientes, entendiendo por tales todas aquellas personas que tienen una actividad en donde ellas mismas son la fuente de la generación de ingresos, como odontólogos, contadores, plomeros.

Hay una percepción de que los bancos a pesar de estas garantías no quieren prestar. ¿Lo ve así y si es así por qué está pasando eso?
Yo creo que a raíz de la salida de este programa hubo un giro en la posición de los bancos. Efectivamente sí había una restricción muy grande, pero lo que hemos visto es que a raíz de este programa ha cambiado.

Los bancos sí han mostrado un interés, la prueba es que nosotros salimos inicialmente con 10 billones y próximamente vamos a salir con los 6 billones restantes. Dentro de esos 10 billones iniciales había 6 billones para nómina y esa plata está prácticamente agotada.

Había 3 billones para capital de trabajo y también están prácticamente agotados. Queda un poquito más de cupo en la parte de independientes y de microempresas.

La utilización del sistema financiero ha sido totalmente masiva de estas garantías.

¿Cuántas empresas se han beneficiado de estos créditos?

Tenemos un poco más de 100.000 empresas, de acuerdo con cifras de la semana anterior.

¿Tienen el cálculo de cómo pueden impactar estos créditos en evitar que aumente el desempleo?

Es bastante difícil. No tenemos un cálculo, pero si uno mira por ejemplo el caso de las nóminas en particular, son 62.000 empresas que han pedido créditos para mantener las nóminas, entonces tiene un efecto multiplicador muy grande en el número de empleos que se mantengan.

En razón al éxito que han tenido los créditos, ¿es posible que haya cupos adicionales, o cree que con ese cupo es suficiente?

No, de hecho, como le comentaba antes, el valor total del cupo es de 16 billones y nosotros salimos inicialmente con un tramo de 10 billones.

Vamos a salir en los próximos días con un segundo tramo, que son los restantes 6 billones. Entonces en el corto plazo, en cuestión de una semana o diez días, estamos saliendo con un segundo tramo y eso va a dar un nuevo oxígeno en esta materia.

Yo no descarto que, en la medida en que se sienta la necesidad, el Gobierno va seguramente a considerar la posibilidad un poco más adelante de incrementar incluso esto.

Un instrumento que está permitiendo ayudarles a las empresas a la reactivación y a mantener el empleo, no lo va a desaprovechar.

Pensando en los empresarios más pequeños, ¿qué tan fácil es acceder a este crédito? Hay alguna restricción para empresas muy pequeñas?

No hay ninguna restricción para las empresas por pequeñas que sean.
La verdadera microempresa, que tiene 3 empleados, tiene cabida en estas medidas. Desde el trabajador independiente y la empresa que tiene 3 ó 5 empleados todos tienen acceso a las garantías del fondo en las mismas condiciones que tiene una Pyme que tiene 120 empleados o más.

Es importante decir, porque este tema me lo he encontrado en algunas conversaciones con empresarios, que las empresas más pequeñas deben ir a entidades que sean apropiadas para ellos, que sí trabajen con microcréditos.

Nosotros no trabajamos solo con bancos, sino con entidades de microcrédito y con cooperativas.

¿Y ese acceso incluye también el tema regional? ¿Están llegando no solo a grandes ciudades, sino a municipios más pequeños?

Sí, la verdad es que tenemos una dispersión geográfica bastante grande. En Bogotá, tenemos más o menos un 30% del total y el 70% restante está distribuido en el país y no está solamente en Medellín, Cali o Barranquilla, sino que estamos en gran cantidad de municipios intermedios y también en municipios pequeños. Además estamos en todos los departamentos.

¿Cómo ven el riesgo de una crisis financiera. Está controlado o existe alguna preocupación?

Con la información que tenemos hoy, no vemos la posibilidad de una crisis financiera.

La verdad es que el sistema financiero está sólido. Tiene unos niveles de capital y de provisiones bastante buenos, una supervisión también de muy buena calidad por parte de la Superintendencia Financiera y además para estos créditos que se están otorgando en este segmento de micros, pequeñas y medianas empresas cuenta con el respaldo nuestro, lo cual atenúa sustancialmente el riesgo para la banca.

Además, se suma el hecho de que el Banco de la República ha venido irrigando al sistema financiero n mucha liquidez y ha reducido las tasas de interés.

Yo creo que estamos entrando en una crisis del sistema productivo, en una recesión, pero eso no necesariamente va acompañado de una crisis financiera.