Las dinámicas económicas del mundo están en constante cambio y se espera que, para los últimos años de esta década, las mayores potencias en este aspecto ya no estén del lado occidental del globo.

Asia sería el lugar en el que se espera que se concentren las principales economías para el 2028, esto debido, en primer lugar, a que cuatro de los seis países con mayor Producto Interno Bruto (PIB) por paridad de poder adquisitivo serían de esta zona del mundo.

Con esto, serían las economías más avanzadas de Europa, exceptuando a Alemania, las que se trasladarían a puestos inferiores en el escalafón del poder económico mundial, quedando a un nivel similar al de los Estados Unidos.

La mayoría de países de la Unión Europea pasarán a un segundo nivel de importancia en cuanto a poder económico. | Foto: Con derechos gestionados de Getty Images

Pero esta transición a una nueva dinámica no sucede de la nada, es consecuencia de una serie de acciones y hechos que vienen consolidando a la región oriental del planeta.

De acuerdo con un análisis del Fondo Monetario Internacional (FMI), desde el 2020 estaba establecido que el PIB de Asia superara al del resto del mundo en su conjunto. Otras estimaciones de la entidad apuntaron a que el continente asiático será el encargado de “contribuir con aproximadamente el 60 % del crecimiento mundial”.

De hecho, la región Pacífica de Asia aportaría la gran mayoría de la población que entraría a la llamada clase media en el mundo, más exactamente el 90 % de los 2.400 millones de habitantes que integrarían ese grupo.

El informe del Fondo Monetario Internacional destaca que gran parte del crecimiento económico proyectado en Asia provendría de China y la India, mercados en desarrollo que, además, son los dos países más poblados del mundo.

Según la clasificación mundial de países en relación del PIB por paridad del poder adquisitivo para los años 1992, 2010 y 2028, realizada por Statista, el ranking de las diez naciones que están proyectadas como las economías más importantes del mundo para el final de esta década serán: China, Estados Unidos, India, Japón, Alemania, Indonesia, Rusia, Brasil, Francia y el Reino Unido.

La economía de China ha sido la que más ha crecido en las últimas décadas entre las mayores potencias, a pesar de la desaceleración de la misma en los últimos años. | Foto: Xinhua

Continuando con el poderío en el oriente, el liderazgo de estas dos naciones tendría la gran responsabilidad de apalancar la avanzada económica en el sudeste asiático. “La presión recaerá sobre ellos para guiar el desarrollo de Asia de una manera equitativa y diseñada para resolver una serie de problemas sociales y económicos”, concluye el documento del FMI.

Economía mundial crecería 2,8% en 2023, según el FMI

El Fondo Monetario Internacional, FMI, en reunión con el Banco Mundial, publicó el informe de las perspectivas del crecimiento de la economía mundial, en el que prevé una cifra del 2,8% en el 2023 y afirma que la preocupación por una recesión económica se mantiene.

“El más bajo en décadas”, así fue denominada la expectativa del crecimiento de la economía mundial para este 2023. Además, la entidad prevé un 3% durante los próximos 5 años.

De esta manera, la economía caería del 3,4% en 2022 al 2,8% en 2023, antes de subir lentamente y establecerse en 3% durante cinco años: “es el pronóstico a mediano plazo más bajo en décadas”, afirma el Fondo en la actualización de sus Perspectivas de la Economía Mundial.

El organismo además espera una desaceleración pronunciada en las economías desarrolladas, de 2,7% en 2022 a 1,3% en 2023. Esta es una “perspectiva anémica” de un reflejo de la subida de las tasas de interés y las “políticas estrictas necesarias para reducir la inflación”, señala el organismo.

Fachada del edificio del Fondo Monetario Internacional, FMI, en Washington DC (EE.UU.).

Esa es una consecuencia del más reciente deterioro de las condiciones financieras, la guerra en curso entre Ucrania y Rusia, y “la fragmentación del crecimiento geoeconómico”, explica el informe. Esta situación se convertiría en el crecimiento más débil desde la crisis del 2001, si se excluye el año de la pandemia y el colapso financiero mundial de 2009.