Después de que la Corte Constitucional declaró que la exigencia de las 1.300 semanas de cotización para que una mujer logre la pensión, en los sectores públicos y privados, ya no sería necesaria desde el año 2026, pues sólo se exigirían mil semanas, se han despertado diferentes inquietudes. Por ejemplo, qué pasa con las personas que han cotizado mucho más de eso, hasta el tope de 1.800 semanas.
Cada colombiano que cotiza por un año a su pensión recibe alrededor de 50 semanas que se van sumando a lo largo de la vida. Es decir, si trabaja 26 años acumulará 1.300 semanas, con lo cual podría jubilarse. Pero muchos laboran más tiempo, algunos 30 años o 35 años, es decir que tendrían alrededor de 1.750 semanas cotizadas o más.
¿De qué se trata el tope de cotización de 1.800 semanas?
Si bien el sistema de pensión en Colombia exige un mínimo de edad y de semanas cotizadas para que las personas puedan acceder a la pensión (hombres, 62 años y las mujeres, 57 años, con un total de 1.300 semanas), generalmente se presentan casos en que los colombianos cotizan más semanas de las requeridas.
La ventaja de lograr 1.800 semanas, más de las exigidas para pensionarse, es que la persona logra una mejor mesada, lo que le generará mejores ingresos para su retiro.
Hoy en día una persona logra una tasa de reemplazo del 55 % del promedio de su salario en los últimos diez años laborados, recordó el experto en pensiones, Marcelo Duque. Eso quiere decir que si el promedio del trabajador es de tres millones de pesos, el valor de su jubilación sería de 1.650.000 pesos.
Si la persona cotiza más de 1.300 semanas, en ese caso, explicó, Adriana Paredes, consultora en pensiones, el Estado le paga 1,5 % de más por cada 50 semanas adicionales al requisito mínimo para jubilarse. Eso significa que si logra 1.800 semanas, para el ejemplo anterior podría alcanzar una tasa de reemplazo entre el 75 y el 80 %, que es lo máximo que se puede en nuestro régimen actual, esto representaría una mesa de 2.400.000 pesos, mucho mejor para el jubilado.
Cabe mencionar que en el reciente fallo de la Corte Constitucional no se modificó ninguna de estas condiciones, solo se hizo referencia a que las mujeres podrían lograr una pensión con sólo mil semanas, debido a que hoy en día existe una brecha de género que las afecta más a ellas en su vida laboral.
“Lo único que se cambió es el número de semanas que van a tener que cotizar las mujeres, y que, a partir de 2026, se hará una reducción de 50 semanas, para después seguir reduciendo 25 semanas por año hasta llegar a las mil”, reiteró Paredes.
Añadió también la consultora que “por ejemplo, si de aquí a 2027 una mujer se va a pensionar con 1.400 semanas y el mínimo que necesita es 1,225, entonces se pensionaría con 175 semanas de más, y para eso el Estado, por cada 50 semanas adicionales paga el 1,5 % más. Esto se traduce a que esa persona recibiría 4,5 % de más en su pensión”.
La medida de la Corte, referida a la reducción en semanas para las mujeres, entra en vigencia a partir del 31 de diciembre 2025, si en dicho lapso el Congreso, en coordinación con el Gobierno nacional, no adopta un régimen de protección a la vejez en el que se considere integralmente el enfoque de género y, especialmente, la condición de las mujeres cabeza de familia.