Desde este miércoles, 1 de noviembre, muchos alimentos conocidos como mecato o ‘comida chatarra’ le saldrán más costosos a los colombianos, pues entró en vigencia la reforma tributaria que impuso un impuesto gradual a estos productos.
Las papas de paquete, las salchichas, los helados, las galletas, los dulces y las bebidas azucaradas, entre otros, que son consumidos diariamente por millones de personas e incluidos en loncheras de colegio, son los productos sobre los que recae este gravamen. Otros, como las salsas y mermeladas también serán gravadas con el impuesto.
¿Pero cuánto subirán estos productos? Por ejemplo, un paquete de salchichas de siete unidades, que actualmente tiene un precio de $10.300, en una de las principales cadenas del país, pasará a costar $11.330 al cierre de 2023, mientras que para el próximo año costará $11.845 y en 2025 será de $12.360.
Las galletas de chocolate de 12 unidades también se verán afectadas por la medida tributaria. Su costo subirá desde los $12.600 actuales hasta $15.120 en 2025. Este mismo incremento lo enfrentarán productos como los barquillos o los ponqués de chocolate, los cuales pasarán a costar $4.059 y $2.673 respectivamente, el próximo año 2024.
El helado será otro de los productos marcados por el incremento de los precios. Por ejemplo, una presentación de vainilla de 600 ml pasaría de costar $29.900 en este 2023 a poco más de $35.880 para el próximo 2025.
La medida también incluye los barquillos, el ponqué empaquetado, el manjar blanco, los cereales azucarados y algunas bebidas. En este caso, estas se medirán por gramo de azúcar añadido por cada 100 mililitros, ml, de contenido. Así, por ejemplo, una bebida que su contenido en 100 ml tenga una cantidad mayor a seis gramos de azúcar, pero menor a 10 gramos tendrá impuesto de $18 en 2023, luego de $28 en 2024 y $38 en 2025.
Otros productos del consumo del hogar como mermeladas también serían incrementadas en su precio. “Salsas de tomate, mayonesa, mostaza, mermelada de fresa. Hablamos de cualquier producto que consume una familia de clase media y baja en el día a día”, dijo Joseph Dacarett, gerente de Frigorífico de la Costa, una empresa manufacturera de alimentos.
El directivo especificó que el impuesto se va a transferir del fabricante al comercializador y de allí al cliente. “Este impuesto al final lo termina pagando el ciudadano. En caso de que las cadenas asuman siquiera una parte va a afectar a las tiendas”, agregó.
“En este caso, el sujeto pasivo es el productor, vendedor, importador o quien genere transferencia de dominio. En este sentido, puede verse obligado a incrementar costos asociados al impuesto, viendo disminuida su rentabilidad y buscará equilibrar esta alza trasladando este valor al consumidor”, afirmó Valbuena.
La medida de incremento de los precios ha sido criticada por la oposición y por industriales, quienes aseguraron que las condiciones macroeconómicas no serían positivas al largo plazo, ya que la inflación, si bien ha caído, aún se mantiene sobre 10%. De acuerdo con los cálculos iniciales del Gobierno se estima que este impuesto genere un recaudo de hasta $3 billones para 2025, año en el que el impuseto será más alto.
Por su parte, Octavio Quintero, presidente de la Junta Directiva de Fenalco Valle del Cauca, sostuvo que el tema de los alimentos considerados mecato debería tocarse más como un tema de educación y de salud pública y no de más impuestos para los consumidores, principalmente en estos momentos donde todavía en el país se tiene una alta inflación.
“Llevamos más de un año con una inflación por las nubes y una carga adicional con impuestos a este tipo de productos, que son tan sensibles y tan consumidos por un alto porcentaje de personas, va a tener un efecto mucho mayor sobre la inflación”, dijo.
Agregó que aunque desde el gremio entienden que es importante el cuidado de la salud, consideran que el Gobierno debe adelantar otro tipo de campañas más preventivas. “Se deben mirar otras estrategias que no causen graves impactos como el que esta medida va a causar principalmente en el pequeño tendero”, expresó.
Precisamente, en cuanto a las afectaciones de los tenderos, Evelio Pataquiva, dueño de una tienda en el barrio Champagnat, al sur de Cali, dijo que el impuesto golpeará no solo a los tenderos, sino al consumidor final.
“El hecho de que suban los precios no quiere decir que la gente vaya a dejar de comprar porque este tipo de alimentos son los más consumidos. Lo duro es que vamos a tener que mermar la cantidad en el pedido. Es una cadena en donde los más perjudicados somos los que menos tenemos”, afirmó.
Con información de Colprensa