Uno de los objetivos de un trabajador es encontrar una compañía en la que se sienta valorado, se logre estabilizar laboral y financieramente y pueda acumular muchos años a la par de que crece en lo personal y profesional, mientras vive su vida. Sin embargo, esa posibilidad de permanecer en un mismo empleo se podría ver afectada con la reforma laboral presentada por el Gobierno al Congreso.
El anuncio lo hizo Rosmery Quintero, representante de la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi), en entrevista con El Tiempo.
La ejecutiva señaló que simplemente resultará poco rentable para muchas compañías mantener un mismo trabajador por varios años a causa de los altos costos que representará la indemnización. Con un ejemplo, fijó el límite en una década.
“Con lo que establece la reforma, a una persona de salario mínimo que se le vaya a dar por terminado el contrato a 10 años, estamos hablando de un incremento de 173,8 por ciento. Esto generaría que el empleador prácticamente va a vivir con el temor de no dejar que el empleado llegue a esa antigüedad porque, en el caso de que necesite prescindir de sus servicios, le va a salir muy costoso”, explicó Quintero.
Pese a que el superintendente de Subsidio Familiar, Luis Guillermo Pérez, manifestó que esta es una estrategia adecuada para que los colombianes hallen la estabilidad en el empleo, la representante de Acopi señaló que la medida, en lugar de proteger al empleado en el tiempo, va a tener un efecto contrario, perjudicándolo y convirtiéndolo en vulnerable, incluso con la posibilidad de ser despedido mucho antes.
“Claro, se tiene ese riesgo, no le dan la oportunidad a la persona de que sea un empleado antiguo porque se pueden tomar decisiones anticipadas”, añadió.
Otra de las preocupaciones que aseguró tener sobre el contenido de la reforma se centró en el tema de los recargos para los trabajadores, empezando porque la jornada nocturna ahora iniciaría a las 7 de la noche, y no a las 9 como se tiene actualmente. De igual modo, los dominicales pasarían de pagarse al 75 % sobre el valor base del día laborado a pagarse sobre el 100 %.
Rosmery Quintero sostuvo que todas estas determinaciones terminan es golpeando a las pymes. “Calculamos que si esta reforma laboral sale así como está prevista afectaría en materia de desempleo de las mipymes entre 1,7 y 3,4 por ciento, y en materia de informalidad entre el 7 y el 14 por ciento”, esto “en función del producto o servicio y del mercado en el que compiten. Si es un producto que muchos ofrecen, no es tan fácil, muchas veces se pueden reducir las utilidades antes de decidir proceder al despido de personas, que no es lo que se pretende”.
Comentó que una de las alternativas a las que muchas empresas se verían presionadas a abordar sería la desformalización del empleo, es decir, negociar con sus trabajadores para que sigan laborando en la compañía, pero no de manera formal, esto con el fin de reducir esos costos asociados a la formalización.
Y en caso de que decidan continuar con sus trabajadores como lo dicta la ley y la reforma, simplemente no aguantarían ese peso y se podrían ver avocadas al fracaso económico. “Es complejo porque las mipymes representan el 80 por ciento del empleo en el país, entonces, lo que debemos tener es una reforma laboral que busque mayor simplificación y reducción del costo para que muchas de las empresas que son informales entren a una formalidad totalmente diferente a la que existe hoy en día”, concluyó la representante de Acopi.
Cabe señalar que la reforma laboral fue radicada ante la Cámara de Representantes el pasado 24 de agosto, el documento completará dos semanas en el Legislativo el próximo jueves, por lo que aún le espera un largo camino de debates antes de que pueda llegar su aprobación.