Varias reacciones generó el anuncio del Ministro de Comercio, Industria y Turismo, Luis Carlos Reyes, de renegociar las cláusulas referentes a arbitramentos contenidas en los acuerdos y tratados firmados por Colombia.

Para algunos analistas esto no es viable y para otros, esto significaría abrir una puerta de mucho riesgo frente al futuro de estos acuerdos comerciales.

Aunque se ha ratificado, que solo se busca renegociar los temas relacionados con los arbitrajes, es decir, los conflictos jurídicos en torno a asuntos de inversión, se teme que esto de pie a que, de igual forma, los países planteen discutir otros puntos.

“El ajuste planteado se limita únicamente al alcance de las cláusulas de arbitraje internacional”, aclaró ayer el ministro de Comercio, Industria y Turismo, Luis Carlos Reyes Hernández.

Pero para la profesora Clara Inés Pardo, docente de Economía de la Universidad del Rosario, no es conveniente en este momento abrir esa puerta y dijo que recomendaría esperar las señales del mercado que genere el nuevo gobierno de los Estados Unidos para definir la estrategia que pueda aportar a las exportaciones del país.

“El tema de renegociar los TLC puede generar riesgos en el sentido que se deban tocar otros temas que no son favorables y más por el ambiente geopolítico actual”, comentó.

En ese mismo sentido se pronunció el exministro José Manuel Restrepo y rector de la Universidad EIA, quien considera que intentar discutir, de nuevo, las cláusulas de arbitramento significaría “renegociar todo el acuerdo de libre comercio, por lo tanto es un trámite larguísimo y no es viable”.

El caso

La intención del Gobierno de renegociar los TLC surgió luego de que el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) condenó a Colombia a pagar US$379 millones por un litigio con la compañía española Telefónica.

Según el ministro de Comercio, esa entidad desconoció que, en 2017, el país había ganado un arbitraje a Telefónica por ese mismo caso ante la Cámara de Comercio de Bogotá. También desconoció que cualquier litigio sobre el contrato de concesión otorgado a Telefónica en 1994 se debe dirimir ante un solo tribunal, negando la soberanía judicial que tiene Colombia, lo cual riñe con la autodeterminación de los Estados.

Para María Claudia Lacouture, presidenta de la Cámara Colombo Americana (Amcham Colombia), es técnicamente viable que el Gobierno quiera revisar esas cláusulas de arbitraje internacional, ya que el acuerdo permite modificaciones.

Sin embargo, comentó que estas modificaciones tienen límites, ya que deben ajustarse a las competencias de la comisión. “Si los cambios exceden dichas facultades, será necesario que los congresos de ambos países se pronuncien y cualquier modificación debe ser acordada”.

Según la ejecutiva, específicamente ajustar las cláusulas del CIADI sería más complicado. Implicaría conversaciones con otros socios comerciales importantes, incluidos Japón, China, India, Estados Unidos y la Unión Europea, donde también existen compromisos relacionados con la protección de inversiones.

Además, considera que la salida de Colombia del CIADI podría ser interpretada por Estados Unidos como un cambio sustancial en el acuerdo comercial, lo que podría llevar a una solicitud de renegociación más amplia.

Sobre este tema ya se había pronunciado Fenalco, cuyo presidente, Jaime Alberto Cabal, dijo que Colombia debe proteger a las inversiones y a los inversionistas ratificando el compromiso histórico del país con el respeto y garantía del derecho de propiedad, la libertad de empresa y, en general, las libertades económicas. “Decisiones como las que anunció el Gobierno, no solo generarían desempleo y someterían a situaciones de pobreza a miles de colombianos, sino que afectarían seriamente la imagen internacional del país, ganada con esfuerzo a través de los años”.

Las exportaciones de Colombia hacia países con acuerdo comercial fueron lideradas por Estados Unidos, Unión Europea y la CAN, hacia donde se dirigió el 44.8 % del total de las exportaciones de Colombia. En 2023 dicha participación fue del 47 %.