En la era digital actual, el uso de tarjetas de crédito se ha vuelto prácticamente imprescindible para realizar compras y transacciones en línea. Sin embargo, esta comodidad también ha aumentado los riesgos asociados con el robo de datos sensibles, como los números de las tarjetas de crédito.
Los ciberdelincuentes han encontrado diversas formas ingeniosas de obtener esta información confidencial, lo que ha llevado a un aumento significativo en el robo de datos de tarjetas de crédito. En este artículo, exploraremos las cinco formas más comunes en las que ocurre este tipo de robo y proporcionaremos consejos sobre cómo protegerse para evitar ser víctima de estos ataques.
1. Phishing
“El phishing es la forma más sencilla de ciberataque y, al mismo tiempo, la más peligrosa y efectiva” menciona el portal especializado malwarebytes.
El phishing, una técnica de ingeniería social, sigue siendo una de las formas más comunes de robo de datos de tarjetas de crédito. Los delincuentes se hacen pasar por entidades legítimas, como bancos o tiendas en línea, enviando correos electrónicos falsificados que parecen genuinos.
Estos correos engañosos instan a los destinatarios a proporcionar sus datos personales, incluidos los números de tarjetas de crédito, bajo la premisa de verificar su cuenta o solucionar un problema urgente. La mejor manera de protegerse contra el phishing es ser cauteloso con los correos electrónicos no solicitados y verificar siempre la autenticidad del remitente antes de proporcionar cualquier información confidencial.
“Phishing es el delito de engañar a las personas para que compartan información confidencial como contraseñas y números de tarjetas de crédito” añade malwarebytes.
2. Robo de datos por web skimming
El web skimming o “skimming” es una forma más sofisticada de robo de datos que se ha vuelto cada vez más común. Aquí, los ciberdelincuentes infiltran sitios web legítimos con códigos maliciosos que capturan los datos de las tarjetas de crédito de los usuarios cuando realizan compras en línea.
“Los ciberdelincuentes también instalan malware en páginas de pago de sitios de comercio electrónico legítimos. Estos códigos maliciosos son invisibles para el usuario, pero sustraen los detalles de la tarjeta a medida que son ingresados” informa el portal fayerwayer.
Estos ataques suelen ser difíciles de detectar para el usuario promedio. Para protegerse del web skimming, es importante mantener el software y los navegadores actualizados, así como utilizar soluciones de seguridad confiables.
3. Redes wifi públicas
El uso de redes wifi públicas puede resultar muy conveniente, pero también presenta un riesgo significativo para la seguridad de los datos de la tarjeta de crédito. Los delincuentes pueden aprovechar las redes Wi-Fi abiertas y poco seguras para interceptar la información transmitida entre el dispositivo del usuario y el servidor, lo que permite el robo de datos confidenciales.
“Incluso si se paga por para unirse a una de estas redes, pueden ser inseguras si los ciberdelincuentes también se conectaron, ya que se podrían usar ese acceso para espiar datos de terceros a medida que son ingresados” comenta el portal clarín.
Para protegerse mientras se utiliza wifi público, se recomienda evitar realizar transacciones financieras o acceder a información sensible y utilizar una red privada virtual (VPN) para encriptar la conexión.
4. Malware
El malware es un término que engloba diversos tipos de software malicioso diseñado para infiltrarse en sistemas y dispositivos con el fin de robar información confidencial, incluidos los datos de tarjetas de crédito.
Este virus puede propagarse a través de correos electrónicos, descargas de software no seguras o incluso mediante unidades USB infectadas. Es fundamental contar con un software antivirus actualizado y realizar análisis periódicos para protegerse del malware.
“El malware que roba información también suele estar oculto dentro de aplicaciones móviles maliciosas que parecen legítimas” menciona welivesecurity.
5. Vishing
El vishing es una variante del phishing que se lleva a cabo a través de llamadas telefónicas en lugar de correos electrónicos. Los estafadores se hacen pasar por instituciones legítimas, como bancos o compañías de tarjetas de crédito, para engañar a las personas y obtener sus datos personales y financieros. Es esencial mantenerse cauteloso ante llamadas telefónicas no solicitadas y nunca proporcionar información sensible a menos que se esté seguro de la legitimidad del llamante. En caso de duda, es preferible contactar directamente a la institución a través de su número oficial.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.