Este año la discusión sobre el alza del salario mínimo en Colombia tiene un nuevo ingrediente: la Ley de Financiamiento que hace temer por un 2019 lleno de alzas.

Aunque la discusión apenas comienza y se extenderá en una primera fase hasta el 15 de diciembre, ya se vienen destapando algunas posturas sobre las cifras que marcarán la negociación y sobre las cuales se moverán las partes para, en la medida de lo posible, llegar a un acuerdo sobre el aumento salarial.

Los trabajadores como siempre buscan mejores reconocimientos y hablan de una propuesta de incremento del
10 %, mientras que los centros de pensamiento y los empresarios son más limitados en sus sugerencias.

El director de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, recordó que la discusión del salario mínimo está anclada a elementos como la inflación (en especial la esperada), que podría cerrar el año alrededor del 3,4 %, cifra que es fundamental en la medida que lo que se debe garantizar con el incremento es que no se pierda el poder adquisitivo de los ingresos de los trabajadores.

“Otro elemento tiene que ver con la productividad laboral, la cual debe ser reconocida al trabajador. Aunque no sabemos de cuánto es, podemos suponer que ronde el 1 % y si la inflación termina en 3,4 %, podríamos hablar de un incremento salarial alrededor del 4,4 %”, indicó Mejía, quien cree que el rango de debate estaría entre 4 % y 5 %.

Es decir, que este argumento lógico de los economistas dista en cinco puntos de lo que aspiran los trabajadores. En plata eso significa $39.062 de aumento o $78.124.

Por su parte, las directivas de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif), ha asegurado que el incremento debería ser del 4 %, porque un aumento sobre el 5 % o superior a esa cifra podría desencadenar un efecto sobre el empleo y la informalidad, teniendo en cuenta que la economía colombiana aún no llega a su crecimiento potencial del 3 %.

“El incremento del salario mínimo no debería desbordar el 4 % para 2019, resultante de esperar una inflación cercana al 3,5 % y unas ganancias en productividad no superiores al 0,5%. De ser así, el salario se elevaría de los actuales $781.200 mensuales a $812.500”, indicó el gremio.

Agregó que de optar por ajustes del 10 %, como quieren los trabajadores, se estaría dando una falsa idea de reactivación económica, dejando a las empresas con una erogación adicional en momentos de lenta recuperación y generándose los problemas fiscales e institucionales.

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El año pasado el aumento del salario mínimo fue de 5,9 % y el Gobierno lo fijó por decreto. Hace varios años que no se logra una negociación entre los empresarios y trabajadores colombianos.

Nuevo escenario

Aunque la inflación en el país se ha logrado controlar y se espera que este año cierre en 3,4 %, en las discusiones sobre el alza del salario seguramente se tendrá en cuenta el impacto que tendrá la Ley de Financiamiento en los hogares colombianos.

El docente y experto en temas laborales de la Universidad Central, Jairo Santander, dijo que la negociación va a estar complicada porque no se puede olvidar que presidente Iván Duque prometió aumentar los salarios en la campaña y las expectativas están en que esa propuesta se cumpla.

Además, en el Congreso cursa un proyecto, que fue aprobado en primer debate, de una prima adicional para los trabajadores, lo que ya prendió las alarmas de los empresarios.

“Hoy tenemos un escenario más complicado porque el elemento de la Ley de Financiamiento y los compromisos de campaña pueden complicar el panorama. Sin embargo, creo que la negociación se puede estar dando en una cifra del 5 % y máximo el 6 %”, explicó el docente.