El próximo año los colombianos deberán asumir el pago de $19 billones por cuenta de la reforma tributaria o Ley de Financiamiento que radicó el Gobierno ante el Congreso de la República. De esa suma, $14 billones serán para tapar el ‘hueco’ fiscal que heredó de la administración Santos, según las cuentas del ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla.
Esa gran suma de dinero saldrá especialmente del pago del nuevo IVA del 18% a toda a la canasta familiar (unos $11 billones), de los asalariados que se convertirán en contribuyentes de renta y de los negocios a formalizarse cuando se acojan al impuesto llamado “Simple”.
Según el tributarista Julio César Leal, de la firma Leal Consulting, “gravar toda la canasta familiar será un error, por lo que el trámite de la ley no será fácil. Y seguramente, la tarifa del 18% será objetada”.
Y en renta el impacto lo recibirán especialmente los asalariados y las personas naturales. De 2,1 millones de contribuyentes hoy, estos según se dice, pasarían a ser unos 3 millones.
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IVA: ejemplos del impacto al bolsillo
El IVA del 18% afectará sin duda no solo la canasta familiar, sino una amplia variedad de productos y servicios, que en adelante serán más caros para los consumidores.
Por ejemplo, una persona que a diario se alimenta con un ‘corrientazo’ de $10.000 pagará un IVA de $1800, lo que encarecerá el gasto de quienes deben almorzar por fuera debido a su jornada laboral. Por ello, el presupuesto semanal (cinco días) para esa alimentación pasará de $50.000 a $59.000.
Ni decir, de los libros, cuadernos y demás útiles escolares. Un cuaderno sencillo de 100 hojas que vale hoy en promedio $6500 tendrá un precio de $7660 al añadirse $1170 de IVA.
Y hasta las boletas para los espectáculos se encarecerían, así lo admitió el propio director de la Dian, José Andrés Romero.
Una entrada a un concierto que se vende por $60.000, tendrá un IVA de $10.800 por lo que el espectador deberá desembolsar finalmente $70.800.
A la hora de hacer mercado, la situación podría ser aún más preocupante. Un huevo —un alimento básico en los hogares— cuyo precio está en promedio en $300 ahora cargará con un IVA de $54. El consumidor deberá pagar finalmente por el mismo $354.
Asimismo, una libra de arroz que hoy se compra por $1650 quedará en $1947. Igual sucederá para otros alimentos esenciales como la carne, el pollo, la leche y la papa.
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Asalariados, en jaque
El año pasado los asalariados debían presentar declaración de renta a partir de ingresos de $44 millones al año.
Pero ahora, la Ley de Financiamiento de la administración Duque propone bajar ese tope a $36 millones.
En otras palabras, las personas que ganen $2,9 millones al mes tendrían que cumplir con esa obligación ante el fisco el año entrante.
Lo peor, recalca el tributarista Julio César Leal, es que las tarifas siguen siendo muy altas, ya que ese solo trabajador de $2,9 millones de sueldo mensual en adelante pagaría impuesto de renta el 2019.
El proyecto trae además otras cuatro tarifas: 28%, 33%, 35% y 37% para gravar a las personas naturales que tienen ingresos medios y altos.
“Esa tarifa en renta es regresiva, ya que fijar hasta un 37% en imporrenta, antes que incentivar el consumo, ocasionará un descenso del mismo. Es decir, que mucha gente —en especial de la clase media— restringirá sus compras, tal como pasó en la reforma del 2016 que entró a regir en el 2017”, anota el experto.
La gran incógnita es cómo compensar gran parte de lo que pagarían los asalariados en imporrenta. Eso sería, por ejemplo, con un alza salarial en el 2019 muy por encima de la inflación causada en 2018.
Menor renta, pero con bajo consumo
Uno de los beneficios que trae el proyecto es que baja gradualmente la tarifa de renta a las empresas y sociedades del 33% al 30% entre los años 2019 y 2022.
Sin embargo, para los analistas el mensaje no es del todo positivo, ya que aunque la rebaja es clave, la misma no garantiza una mayor generación de empleo.
Y pone en riesgo, asimismo, a muchas compañías, sobre todo a las que venden bienes y servicios esenciales y cuyas ventas dependen de la demanda agregada de la economía.
En ese sentido, el presidente de la firma de investigaciones de mercadeo, Raddar, Camilo Herrera, recalca que el “gran comercio podría ser el más perjudicado, pues muchos hogares se abastecerán en negocios informales”.
Afectación para las pensiones
Las personas pensionadas también serán tocadas en sus ingresos por la nueva reforma tributaria.
En adelante, si la ley es aprobada, el impuesto de renta empezará a aplicarse para mesadas superiores a los $4.780.000. Eso significa que el proyecto gravará a todos los jubilados con ingresos por pensiones de $57,3 millones al año en adelante.
Hoy, quienes pagan este impuesto son los colombianos que al año reciben por pensión $398 millones, es decir, unos $33 millones mensuales. Allí figuran excongresistas, empresarios jubilados y exmagistrados.
De allí que las pensiones sujetas a renta tendrían tarifas que irían gradualmente del 19% al 37%. El impacto al bolsillo sería muy similar al que tendrán los asalariados activos.
Desde ya la Asociaciones de Pensionados anuncian acciones para detener ese cobro en la reforma.
Reitera IVA a canasta familiar
Ayer, en el Taller Construyendo País realizado en Quibdó, Chocó, Duque reiteró que es necesario gravar la canasta familiar con el Impuesto de Valor Agregado (IVA) para “corregir las inequidades”. ”Las exenciones para algunos artículos terminan beneficiando a las personas con más ingresos y so por esa razón se implementará la compensación para las familias más vulnerables” dijo Duque.
El Presidente también afirmó que el debate sobre la reforma tributaria apenas empieza en el Congreso y que está dispuesto a escuchar propuestas.
“Llegaremos al Congreso como lo hicimos con el presupuesto, a debatir, a escuchar porque este ejercicio de diálogo es para construir conjuntamente, es de soluciones y no agresiones”.