Un llamado al presidente Iván Duque hizo la Asociación Colombiana del Petróleo, para que impulse el desarrollo de los yacimientos no convencionales a través de la técnica del ‘fracking’, tras advertir que de no hacerlo Colombia perdería su autosuficiencia en ese importante sector.

El presidente de ese gremio, Francisco José Lloreda, sostuvo que la explotación de este recurso y “la diversificación o transición energética no es incompatible con el desarrollo responsable del petróleo y el gas”.

Recordó que “así lo han entendido varios países, entre ellos, Arabia Saudita, Emiratos, Rusia, Estados Unidos, Noruega, Reino Unido, Canadá, China, Argentina y Perú. Estos y otros países tienen claro que al tiempo de impulsar las renovables, deben continuar desarrollando sus hidrocarburos”.

Cabe anotar que una decisión del Consejo de Estado anunciada la semana pasada suspendió la exploración y explotación de crudo por la vía del ‘fracking’, cuyas primeras pruebas se tenían proyectadas para yacimientos en el Magdalena Medio.

El Presidente de la ACP, al intervenir en la Primera Cumbre del Petróleo y Gas, sostuvo que esa tecnología es necesaria ya “que las reservas probadas de crudo en Colombia languidecen, pues están en 1782 millones de barriles que alcanzan para 5 ó 6 años, mientras la exploración no despega, van 30 pozos exploratorios de los 65 programados para este año”.

Anotó que “tampoco la inversión levanta cabeza, por el contrario se contrae, ya que se tenía previsto invertir este año US$4500 millones y no es claro que lleguemos a US$4000 millones. Por ello, los prospectos exploratorios están prácticamente congelados”.

Frente a la posición de los ambientalistas que dicen que el ‘fracking’ es riesgoso para las fuentes de agua— subrayó que “decidimos desarrollar los yacimientos no convencionales hace diez años, pero no hemos iniciado la fase exploratoria y todos los días se presentan nuevas talanqueras, basadas en información falsa sobre los riesgos e impactos”.

Enfatizó que frente al tema existe “una interpretación errada y absurda del Principio de Precaución, que de aplicarse con igual rasero en el país conduciría a prohibir cientos de productos y varias actividades económicas” de toda índole.

Una industria acorralada

Lloreda insistió en que debido a las actuales políticas “las empresas (petroleras) que están produciendo en tierra firme, todas, están confinadas a los terrenos que conocen, exprimiendo unos campos viejos y en declive, para sostener una producción de crudo de corto plazo”.

Agregó que debido a tales circunstancias “la mayoría de las compañías no quieren correr riesgos en áreas nuevas, lidiar con licencias, consultas, chantajes y bloqueos. Están acorraladas, es la realidad, en un país que sufre de miopía severa: de un cortoplacismo alarmante e irresponsable”, dijo.

Indicó el dirigente gremial que ante la falta de nuevas opciones (como el ‘fracking’), Colombia está importando hoy el 20% de los combustibles, pues “la capacidad de refinación se quedó corta —tampoco hay un volumen de petróleo en perspectiva que sugiera a ojo cerrado ampliar la capacidad existente—, ni señales hacia una liberación gradual, que garantice un abastecimiento de líquidos competitivo”.

Destacó que pese a ello, “las empresas extranjeras quieren invertir en Colombia, pero el nuestro es un país difícil. No significa que otros no lo sean, pero tienen otro potencial”.

Puso de presente que “si seguimos como vamos, (las empresas) irán dejando de invertir: ya lo están haciendo y se podría llegar a una inexorable estatización de la industria”.

“Nos quedaremos —añadió— “con Ecopetrol, una gran empresa que mantendrá su producción un tiempo gracias a los proyectos de recobro y la política de reversión de campos; crecerá aún más su participación en una producción menguada y en declive según las proyecciones de la Agencia Nacional de Hidrocarburos, ANH”.

Lloreda precisó que “no es culpa del presidente Duque lo que está sucediendo, ya que apenas lleva 100 días de Gobierno y recibió una industria con una salud frágil, pero está en sus manos, tomar una decisión y liderarla: impulsar la industria de hidrocarburos, con sus oportunidades y retos, o verla desvanecer poco a poco, sin pena ni gloria. Estamos ante una coyuntura histórica, única e irrepetible”.

Finalmente, señaló que es clave “defender la industria y el desarrollo responsable de los métodos no convencionales; y si bien creemos que el país y las empresas están preparadas para iniciar la fase exploratoria, entendemos la decisión de conformar una comisión de expertos, que evalúe el tema y aporte recomendaciones”.

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