El dólar en Colombia podría continuar alrededor de los $3.500 durante la semana que comienza, jalonado por la crisis que viene generando en los mercados la expansión del coronavirus o Covid-19.
Así ocurrió la semana anterior, cuando la divisa aumentó solo de lunes a viernes $142, llegando a un nuevo máximo histórico el fin de semana, de $3.539,86, que es la Tasa Representativa del Mercado para este lunes.
La extensión del virus y el temor a un impacto relevante sobre la economía global han animado a los inversores a abandonar las divisas de los países emergentes y más vulnerables, como Colombia, y a buscar refugio en el dólar.
Esto se ha traducido en una depreciación sostenida no solo de la moneda colombiana, sino también de otros países de América Latina.
Según analistas, este comportamiento facilita las exportaciones de los países latinoamericanos, pero encarece la mayoría de las importaciones y dificulta el pago de la deuda, pública y empresarial, contraída en dólares.
En lo que va de año, el peso colombiano y el peso chileno se han devaluado casi un 9%; el real brasileño, un 12%; el sol peruano y el peso mexicano, cerca del 5%; y el peso argentino, en torno a un 4%.
Según Javier Santacruz, profesor de economía del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB), esta evolución demuestra que los inversores están convencidos de que los países latinoamericanos pondrán en marcha planes de estímulo monetario y fiscal.
“Ese empeño en seguir poniendo liquidez encima de la mesa y más gasto público tiene un efecto depresor sobre las divisas”, apunta.
Santacruz subraya que en momentos de incertidumbre “el dólar actúa siempre como moneda refugio”.
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En la misma línea, Juan Carlos Higueras, profesor de la EAE Business School, sostiene que los inversores optan por el dólar porque las divisas de los países emergentes “tienen mucho riesgo de devaluación”.
En cuanto a los efectos de esta situación, Higueras señala que afectará a las importaciones de los países latinoamericanos “que serán más caras”. “El efecto positivo es que van a exportar más y eso es bueno para la economía”, explica.