En una nueva reunión de la mesa de concertación para fijar el salario mínimo, que regirá en el país el 2024, representantes de los trabajadores destaparon ayer sus cartas proponiendo un incremento del 18 %, mientras que los gremios no presentaron ninguna propuesta.
Eso implicaría un aumento de $ 208.000 en el salario que pasaría de $ 1.160.000 actual a $ 1.368.800 en 2024, sin tener en cuenta el auxilio de transporte.
Fabio Arias, presidente de la CUT, reiteró que el porcentaje presentado por ellos se dio basado en las cifras macroeconómicas del país.
“Estas cifras son las que nos dicen que hay que reactivar la economía y los índices significativos a tener en cuenta son la reducción de las tasas de interés, las tarifas de servicios públicos, regular el precio de los combustibles y medicamentos, recursos que son derivados de los ingresos salariales de los trabajadores que inmediatamente se convierten en consumo”.
Por su parte, Percy Oyola, presidente de la Confederación General de Trabajadores de Colombia, ratificó que lo planteado por ellos busca recuperar lo que se ha perdido, es decir que no solo se trata de fijar una cifra, sino de proteger el poder adquisitivo que se ha ido perdiendo en los últimos años.
“Aunque todavía no hay acuerdos, ratificamos que nuestros argumentos están basados en que tenemos un rezago grande por temas de la productividad laboral y por los temas de la inflación de los ingresos más bajos. Hay 25 puntos de diferencia en los últimos 17 años entre la productividad laboral y la productividad total factorial. Por lo que reiteramos que la que se debe medir para el salario mínimo tiene que ser la laboral”, explicó el líder sindical”.
Asimismo, agregó que en la reunión se logró acordar desindexar del alza del salario mínimo 88 bienes y productos que aún faltaban y de esta manera consolidar las medidas para la protección del valor adquisitivo del salario. Es decir que estos productos no aumentarían de precio en 2024 en razón del incremento del sueldo básico.
En este sentido, la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, afirmó que fue unánime la decisión de la Comisión de Concertación de mantener las políticas de desindexación, que se empezaron a trabajar el año pasado, con la cual se logró que 116 artículos de 204 bienes y servicios no estén amarrados al alza salarial.
“En la reunión discutimos las medidas para la protección del poder adquisitivo del salario; lo segundo, es que tanto las centrales como el sector empresarial presentaron las propuestas en torno a cuáles deberían ser los criterios para el ajuste salarial”, sostuvo y recalcó que solo los trabajadores presentaron una cifra.
Precisamente, ante la propuesta dada a conocer por las centrales obreras, Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, expresó que es una propuesta “sacada de la manga, pues el 18 % aleja las posibilidades de concertación de la mesa”.
Jorge Enrique Bedoya, presidente de la SAC, dijo al final de la reunión que lo importante es concertar la cifra del salario mínimo para el año entrante.
“Más que en un punto de partida nos enfocamos en un punto de llegada y es por eso que a propósito de las cifras presentadas por las diferentes autoridades ( Dane, Banrepública), en medio de un entorno económico que es retador con el ánimo de proteger el poder adquisitivo de los trabajadores, pero también de cuidar la generación formal de empleo, consideramos que la hoja de ruta nos debería llevar a sentarnos de manera bilateral y encontrar la concertación para dar una buena noticia al país”.
La voz de los analistas
María Claudia Lacouture, presidenta de AmCham Colombia, afirmó que “moderación es el llamado, no hay empleo si no hay empresa. Con una economía en desaceleración y una productividad disminuida, sumado a las altas tasas de interés y la inflación, el aumento del salario mínimo para 2024 debe estar dentro de las posibilidades de la economía, de lo contrario se destruirá el empleo. No debemos jugar con candela”.
Laura Fuerte, Jefe del Departamento de Economía de la Universidad de La Sabana, al respecto señaló que para fijar el salario se debe tener en cuenta, primero la inflación y segundo el aumento en productividad que, según Fedesarrollo, puede llegar a ser del 0% o incluso negativo.
“Si se aumenta el salario mínimo por encima de la inflación anual que ronda el 10 %, más la productividad, implicaría que los empresarios recibirían un impacto directo, ya que tendrían que compensar no vía producción sino de otra forma un pago mayor a los trabajadores de lo que ellos producen, esto reduce el capital disponible de las empresas para invertir. Sin embargo, vale la pena anotar que dicha decisión de inversión no solo depende del capital disponible sino de las condiciones favorables de mercado”, explicó.