El 31 de octubre pasado, los colombianos estuvieron atentos a la posibilidad de un racionamiento de gas que podría presentarse a nivel nacional durante los siguientes días. La razón: la única terminal de regasificación y almacenamiento de Gas Natural Licuado, GNL, que opera hoy en Colombia, Spec LNG, debía entrar a mantenimiento.
Para tranquilidad del país, la advertencia solo se quedó en eso, no hubo problemas con la distribución del combustible, ni los usuarios –los domiciliarios, los industriales, y los de movilidad- padecieron de escasez en el suministro.
¿Por qué surgió el temor cuando se trataba de una actividad usual, que se programa cada año por esta época? Hay dos explicaciones, la primera fue un fenómeno de El Niño prolongado e intenso que afectó al país en meses recientes, causó sequías importantes en la mayoría del territorio nacional y por consiguiente incidió en la operación del sistema hidroeléctrico nacional, lo que obligó a las térmicas a entrar en máxima producción para atender la demanda.
La segunda razón es la probabilidad de un déficit temprano de gas, que se viene anunciando desde diversos sectores de tiempo atrás y que se sentiría a partir del 2025, debido entre otras razones a decisiones del Gobierno Nacional de ponerle el freno de mano a la exploración y explotación de campos gasíferos, así como las demoras en expedir las regulaciones que tienen que ver con la bidireccionalidad y con la comercialización de gas importado, necesarias para conjurar la crisis que se avecinaría y para garantizar unos precios justos en el mercado.
Al ser la única regasificadora del país, la salida de operación de Spec LNG por unos pocos días podía provocar un racionamiento a escala nacional, si se tiene en cuenta que entre 2023 y 2024, mientras El Niño hizo sus estragos, la empresa cubrió el 21% de la generación eléctrica del país y representó el 30% de la demanda total de gas natural.
El déficit de gas en Colombia
Este año han sido constantes las advertencias sobre las consecuencias de la declinación progresiva en la producción de gas en Colombia, lo que provocaría un déficit del combustible para el interior del país a partir de febrero de 2025, que podría aplazarse para noviembre del mismo año si se toman algunas medidas de choque. En todo caso se prevé que comenzando el 2026, el faltante sería de 15 millones de pies cúbicos diarios.
Si bien en la Costa Caribe aún hay estabilidad, la proyección es que la crisis en esa parte del territorio se dé a más tardar en 2029, con altas probabilidades de que se adelante al 2027 si se tiene que entrar a cubrir la escasez del interior.
Por ello la urgencia, por ejemplo, de aumentar las importaciones de Gas Natural Licuado y de montar más regasificadoras en el país, así como de permitir la reconversión de infraestructura de oleoductos ya existentes en gasoductos, para transportar el gas natural desde el Caribe hacia el oriente, el centro y el suroccidente colombianos.
La presidenta de Naturgas, Luz Stella Murgas, ha sido enfática en solicitarle al presidente Gustavo Petro que acelere los decretos que regulan algunos de estos aspectos. En un reciente video difundido en redes sociales, Murgas le pidió al Mandatario “que firme el decreto que permite la comercialización de gas importado a precios razonables. Ese mismo borrador de decreto que va a permitir traer gas natural del mar Caribe y que facilitará reconvertir un oleoducto, que ya existe, en un gasoducto y ayudar con esto a la transición energética”.
Proyectando esa necesidad para el futuro inmediato, Spec LNG, la empresa que regasifica el Gas Natural Licuado en un buque ubicado en alta mar en Cartagena, de la que es socia mayoritaria Promigas, ya comenzó su expansión. Al finalizar este año contará con una capacidad instalada de 450 millones de pies cúbico diarios, MPCD, que se ampliará a 475 MPCD, a partir de julio de 2025 y a 533 MPCD, en 2027, según informó Juan Manuel Rojas, presidente de Promigas.
Hasta el 31 de octubre de 2024 Spec había recibido 44 buques metaneros y regasificado 64.592 millones de pies cúbicos de GNL. Aún con el aumento de su capacidad, y pensando en que entren en operación algunos proyectos off shore entre 2025 y 2030, que permitirían menguar algunos déficit de moléculas, de 22 a 100 millones de pies cúbicos por día, “no serían suficientes para solventar el faltante. La solución es el desarrollo de los proyectos que están en proceso”, aseguró Rojas.
Para ello se necesitaría, por ejemplo, que se concrete la regasificadora del Pacífico en Buenaventura, que ha tenido dos licitaciones fallidas y está a la espera de una tercera. Sin embargo, así el proceso de adjudicación sea exitoso, ya no alcanzaría a entrar a tiempo.