Entre los meses de marzo y mayo de este año la cotización del dólar subió más de $300. El peso colombiano ha sido la segunda moneda más devaluada de América Latina, después de Argentina, y la sexta a nivel mundial.

Este crecimiento acelerado de la divisa empieza a preocupar por su posible impacto en los precios de los productos de la canasta familiar de los colombianos. Hasta marzo, Colombia importó US$2903 millones en bienes de consumo, 9,7 % más que en igual lapso de 2018. Pero en toneladas fueron 657.343, 6,8 % menos frente al primer trimestre del año pasado, según el Dane. Eso significa que se hicieron menos compras, pero estas costaron más.

Julián Cárdenas, economista de ahorro e inversión de la firma Protección, expresó que los temores por un aumento en la inflación son válidos, sin embargo, considera que el impacto dependerá de cómo evolucione la tasa de cambio en lo que resta del año, “tendría que subir mucho más el dólar y que se mantenga en un nivel alto por un tiempo prolongado para que realmente tenga un efecto en la inflación”.

Para este analista, los cambios de la moneda estadounidense están relacionados con el contexto internacional (guerra comercial, Brexit, volatilidad del petróleo), más que por variables propias de Colombia, por lo que mantienen su expectativa de que este año la inflación terminará en 3,3 %, muy cerca de la meta estimada por el Banco de la República. La preocupación, aseguró Cárdenas, está en lo que pueda pasar en 2020, pues de continuar la tendencia alcista del dólar la inflación de ese año podría salirse de los pronósticos.

Lea además: Dólar sigue al alza, pero ¿en cuánto se consigue en casas de cambio de Cali?

Según los escenarios planteados por los expertos de Bancolombia, el riesgo de incremento en los precios de la canasta familiar en este 2019 es moderado. Por ejemplo, calculan que el traslado esperado de la depreciación del peso a los precios podría acelerar la inflación en 20 puntos básicos, hasta 3,6 % al cierre de este año.

“Incluso, en un escenario de devaluación anual de 15 % y tasa de cambio promedio de $3.630 para el resto del año, el impacto no llevaría a la inflación a superar el 4 % en 2019”, dijeron. En el 2018 la inflación en Colombia terminó en 3,18 %.

Julio Cesar Alonso, director del Centro de Investigaciones en Economía y Finanzas, Cienfi, de la Universidad Icesi, coincidió en que el impacto de un dólar más alto sobre los precios locales no se vería en el corto plazo. “Por ejemplo, las empresas tienen inventarios de insumos y materias primas, por lo que hasta que no se acaben esos materiales no comprarían con nuevos precios y por ello se pueden tener varios meses con costos estables”, dijo.

Sin embargo, cree que sí hay una expectativa de que la inflación sea más alta este año frente al 2018, pero no solo por el dólar sino “porque estamos en una parte de ciclo económico de crecimiento”.

De hecho, el Índice de Precios al Consumidor, IPC, de los últimos 12 meses al mes de abril se situó en 3,25 %, más que el 3,13 % de igual periodo del año anterior (ver gráficos). “En el corto plazo no creo que tengamos una desviación grande en la inflación. El gran interrogante es cuánto durará la guerra comercial y todo parece mostrar que hasta que no pasen las elecciones en EE.UU. no habrá calma en el mercado externo”.

Lea además: ¿Qué ha pasado con el proyecto que plantea 'borrón y cuenta nueva' en Datacrédito?

¿Qué piensan los empresarios?

Diferente a lo que piensan los analistas, los consumidores colombianos y los empresarios sí están preocupados por la pronunciada alza del dólar. Santiago Álvarez, director de Latam Airlines Colombia, expresó que las tarifas de los tiquetes aéreos han variado al alza en los dos últimos meses, aunque considera que el impacto no ha sido tan alto para el consumidor, gracias a la competencia.

“El peso colombiano ha tenido una gran devaluación y eso tiene un impacto directo en las empresas porque es más caro operar, cuesta más el combustible y lo que hacen empresas como nosotros es ajustar sus costos y sacrificar márgenes para que el usuario no sienta tanto ese incremento”, explicó.

Sin embargo, esas alzas se están sintiendo, un pasaje a Nueva York desde Bogotá vale hoy $99.000 más que al inicio del año y a Madrid más de $167.000. Lo mismo sucede con las tarifas de hotel.

Otro sector que está a la expectativa es el automotor. Oliverio García, director de Andemos, considera que en el corto plazo una devaluación del peso puede afectar la demanda de vehículos más por deterioro del índice de confianza del consumidor más que por variación del dólar.

Pero Ernesto Ortiz, presidente de General Motors en Suramérica, expresó esta semana que el incremento en el valor de los carros es “inminente”. Explicó que tanto la compra de vehículos como repuestos se hacen en dólares, además dijo que el 80 % de los costos del sector se registran en dólares, mientras que los ingresos son en pesos.

Otro empresario que se mostró preocupado por el panorama cambiario es Andrés Sinisterra, quien expresó que la industria está muy golpeada por el alza de la moneda estadounidense porque muchos tienen que comprar insumos y materias primas en dólares.

Agregó que en el caso de la compañía que dirige, el 50 % de los costos son en esa moneda, por lo tanto cualquier cambio los afecta. “Esto es una locura, si tenemos una deuda de un millón de dólares, en menos de tres meses esa deuda se ha incrementado en $225.000 millones”, dijo.

Para Sinisterra, algunas empresas hacen sacrificios en rentabilidad o ajustes para evitar que el consumidor se afecte, pero otras no pueden y deben subir precios.

Por ahora los colombianos tienen grandes expectativas por lo que pueda pasar con la divisa, pues todos los productos importados (celulares, electrodomésticos, alimentos, licores, viajes, entre otros) son muy sensibles a los incrementos del dólar que, según analistas, puede tocar cifras récord en los próximos días. Es decir superar los $3434 que alcanzó en febrero del 2016.

Lea además: Dólar sigue al alza, pero ¿en cuánto se consigue en casas de cambio de Cali?