“Tailandia es el país que está siendo considerado por China para crear bases que buscan la fabricación y distribución para las economías vecinas”, afirmó la Cámara de Comercio de Tailandia y China.
Hozon New Energy Automobile Co., de China, comenzará pronto la producción en Tailandia para vender al sudeste asiático en el año 2024. De esta manera se convertirán en el último fabricante de vehículos eléctricos en comenzar una cadena de suministros en el principal centro de fabricación de automóviles de la región. Además, aportarán a la economía del vecino país por diferentes motivos, como también en la calidad del ensamblaje que esta requiere.
Chongqing Changan Automobile y GAC Aion, al igual que Hozon New Energy Automobile Co, han anunciado que también tienen planes de hacer una inversión. Esta giraría con un total de 16.200 millones de bahts, que equivaldría a unos 470 millones de dólares en instalaciones de producción de vehículos eléctricos en el país. Es por eso que Great Wall Moto y BYD Co. han establecido plantas de producción en la provincia oriental de Rayong.
“EV es la industria más pionera en este momento, como se ve a través de las inversiones de MG, Great Wall Motor y BYD”, dijo Narongsak. La Cámara está organizando la decimosexta Conferencia Mundial de Empresarios Chinos en Bangkok, que se efectuará del 24 al 26 de junio. En esta conferencia asisten un poco más de 4.000 empresarios de 50 países. Li Chuyuan, Presidente de Guangzhou Pharmaceutical Holding, y Hui Yuan, presidente de Xiao I Corporation, se encuentran entre los destacados empresarios chinos que participarán de este evento.
Tailandia vio las solicitudes de inversión extranjera a más del doble. 155.300 millones de bahts en los tres meses hasta marzo y desde hace un año son lideradas por empresas de origen como Corea del Sur, Singapur y China. Todo esto según la Junta de Inversiones de la Nación. Las empresas chinas buscan invertir más de 25 mil millones de bahts durante este periodo. Un 87% más que hace un año, en industrias como la producción de baterías, electrónica, petroquímica y celdas solares, según dejaron ver los datos presentados por la Cámara de Comercio de Tailandia y China.
WHA Corp, desarollador de polígonos industriales más grandes de Tailandia, espera que haya un repunte de los inversionistas chinos con la demanda proveniente de empresas que establecen unidades para fabricar vehículos eléctricos. Esto, además de piezas de automóviles y productores electrónicos. Los salarios mínimos diarios deberían incrementarse debido al mayor costo de vida, pero el aumento no debería exceder los salarios comparables en los países vecinos, considerados como competidores de Tailandia, afirmó Narongsak.
Una coalición de partidos tailandeses a favor de la democracia, liderada por la progresista del partido Move Forward, busca formar un nuevo gobierno tras arrasar en las elecciones del pasado 14 de mayo. Ellos planean aumentar los salarios mínimos en línea con la inflación y el crecimiento económico que están generando y esperan que siga en alza con las inversiones que se planean hacer en ese territorio.
Por lo pronto, se seguirán negociando las inversiones en la fabricación de vehículos eléctricos en ese país. Un mercado que está tomando cada vez más alza y que tiene como objetivo principal ser más sostenible para el planeta, evitando el uso de la gasolina y demás contaminantes para el mundo. Las inversiones están en camino a ser una realidad, pero que comenzará en Tailandia.