Las tiendas en Colombia son establecimientos esenciales, tanto para los ciudadanos, como para la economía del país.
Estos locales están en todos los barrios, veredas y municipios, y son claves, no solo para el abastecimiento de los alimentos en las regiones, sino para la economía nacional.
El aporte de las tiendas ya ha sido valorado por la Organización de las Naciones Unidas, que las considera microempresas; a su vez, son los principales actores del desarrollo económico y social.
Esta consideración es importante, pues según cifras de la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi) y de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif), los pequeños establecimientos generan el 80 % del empleo colombiano.
De hecho, recientes cifras presentadas por el Banco de Desarrollo Empresarial de Colombia (Bancoldex) dan cuenta de en el país hay medio millón de tenderos.
Además, la gran mayoría de las tiendas se establecen en los estratos 1, 2 y 3.
El impacto para la economía es tan significativo, sobre todo en materia laboral, que según la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), las tiendas generan 1.700.000 empleos, algo que solamente es comparable con lo que genera el sector de la construcción, una de las actividades primarias de la economía colombiana.
En el marco del día del tendero (27 de agosto), la agremiación estima que la mitad de dichos establecimientos es administrada por mujeres.
Actualmente, Bancoldex asegura que las tiendas enfrentan varios retos y desafíos, en temas como: competitividad, hábitos de consumo y acceso al sistema financiero.
Según Bancoldex, los tenderos buscan acceder al financiamiento para expandir sus negocios, pero, ante las dificultades para el acceso, recurren al crédito gota a gota.
Esto también les representa una desventaja en materia de competitividad, sobre todo frente a los denominados establecimientos de cadenas de bajos precios (o low cost).
“Estas cadenas tienen la capacidad de ofrecer una amplia variedad de productos a precios competitivos debido a su tamaño y economías de escala. Esto puede dificultar que los tenderos locales mantengan precios competitivos y atraigan a los clientes”, agrega Bancoldex.
Otro de los puntos en los que deben trabajar los tenderos es entender los hábitos de consumo de los consumidores, siendo el comercio electrónico el protagonista en las compras, mecanismo que se popularizó especialmente tras la pandemia.
Bancoldex, entidad adscrita al Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, está incentivando la vinculación de las tiendas en el sistema financiero.
Para esto, busca que los tenderos accedan a ofertas a través de Neocrédito, una plataforma digital que les permite acceder a diferentes préstamos recurriendo a bancos, cooperativas, entidades de microcrédito y/o fintech.
“Esta plataforma digital les ofrece a los microempresarios de la ciudad la opción de acceder a créditos, que para las personas naturales van desde los $ 500.000 hasta los $ 10 millones y para las personas jurídicas desde los $ 500.000 hasta los $ 139 millones. A la fecha, más de 11.000 microempresarios de 617 ciudades y municipios del país se han registrado y se han desembolsado $ 3.098 millones”, sostiene la entidad.
El sistema financiero sigue fomentando, según Bancoldex, la vinculación, “no solo de los microempresarios, sino de los colombianos en general, a la banca formal, ayudando a que puedan acceder a toda la gama de productos que se ofrecen, garantizando la tranquilidad y seguridad que no se evidencia, por ejemplo, con los créditos gota a gota”.
A través de estas estrategias, el Gobierno nacional está buscando dinamizar la economía, sostiene la misma entidad, para así superar los efectos de la desaceleración, que está afectando sobre todo el sector del comercio.