Conducir una motocicleta en Colombia tiene varios beneficios. Evitar los embotellamientos en las ciudades, circular sin restricciones de movilidad como el pico y placa, la facilidad de parquearla y guardarla en espacios reducidos y los bajos costos comparados con los automóviles son algunos de estos.
Este panorama hace mucho más atractivo para decenas de personas el vehículo de dos ruedas. De hecho, de acuerdo con datos recogidos por el diario La República, más de 68.500 motos fueron vendidas durante el 2022, lo que significó una cifra récord de ventas. Para hacerse una idea, esto quiere decir que más de 5700 ciclomotores fueron vendidos cada mes, casi 200 cada día.
Pero existe un mecanismo adicional que hace que resulte más económico para los ciudadanos si lo que se quiere es tener una moto, y es comprarla usada. Esto no quiere decir que el vehículo se encuentre en malas condiciones o en desuso, pues en el momento de realizar el traspaso se hacen diferentes pruebas para determinar su estado y ver si este es óptimo para tener un nuevo dueño.
Lo que sí preocupa a las personas y ha venido en aumento es la posibilidad de que estos automotores hayan sido hurtados y luego quieran venderlos, ya sea por partes o completos, creándole un problema a la persona que los compra.
A pesar de que al haber sido robada la moto, se presume que el vendedor no contaría con los documentos originales, los delincuentes cada vez encuentran más mecanismos para que el comprador no se dé cuenta de esto.
Esta práctica se ha convertido tan común que, de acuerdo con un informe elaborado por la Policía Nacional, en lo que va del presente año ya se han registrado un total de 11.585 reportes por hurtos de motocicletas.
La información también detalla que los departamentos que más sufren de esta situación son Antioquia, Valle y Cundinamarca.
Por tanto, es importante conocer que en la actualidad existen tres métodos principales que le permitirán saber si una motocicleta ha sido hurtada.
Lo primero que se recomienda hacer es visitar la Secretaría de Tránsito y Transporte de la ciudad y solicitar un informe del vehículo, en el que podrá verificar si, en un eventual robo, el propietario real del vehículo le dio baja temporal en determinado lapso de tiempo por este motivo.
También es importante verificar la información registrada en el RUNT, ya que allí está el código único VIN, con el que se identifica al vehículo y se da cuenta del país de fabricación, la empresa fabricante, número de serie, entre otros datos. Cualquier anomalía en este registro puede ser motivo para sospechar sobre un posible hurto.
Cabe destacar que, para poder verificar estos elementos, el RUNT exige tener la placa del vehículo y el número de cédula del propietario del mismo.
Por último, analizar el precio de venta al que le están ofreciendo la motocicleta también puede ser determinante.
Esto no quiere decir que no puedan existir descuentos en el mercado de motos usadas, o que estos sean malos siempre, sin embargo, es sabido que cuando alguien quiere vender una motocicleta robada suele bajarle bastante el precio con respecto a las otras unidades de la misma marca y línea que están a la venta.
Esto se hace para venderla con mayor rapidez. De esta manera, si ve que el valor es mucho más bajo en comparación de otras motos del mismo modelo, debería verificar mejor la información de esta.
En caso de que pueda verificar que la moto es robada o tenga altas sospechas de esto, lo recomendable es ponerse en contacto con las autoridades para que investiguen el caso y la persona que la está vendiendo.