El retorno de los tres días sin IVA al año en Colombia es una buena noticia para el comercio que cree que con esto ganan los micro, pequeños y medianos empresarios, los colombianos y hasta el propio Gobierno.
Sin embargo, no todos están contentos porque hay algunas voces que dicen que la medida solo beneficia a las grandes superficies o que en este momento, que está bajando el recaudo de impuestos, no le conviene al país tener jornadas sin IVA, idea que se implementó en pandemia con el fin de apoyar a la economía.
Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, gremio de los comerciantes, dijo que el retorno de estos días le abre la oportunidad a miles de familias colombianas, de todos los estratos, de acceder a bienes con un menor costo, tanto por el descuento del 19%, como por las ofertas que hace el comercio organizado durante estos días, “lo que sin duda ayudaría al sector en estos difíciles momentos y por supuesto impactaría positivamente en el bolsillo de los colombianos”.
En las jornadas sin IVA, que se desarrollaron en la temporada de pandemia, se lograron ventas por $30 billones, sumados los 3 días, representando alzas de entre 15% y 30 % frente a las ventas de un día normal.
Julio César Alonso, director del Centro de Investigación en Economía y Finanzas de la Icesi, comentó que la medida puede convertirse en un empujón al sector comercio y a la industria en periodos de baja actividad económica.
Sin embargo, cree que este tipo de estrategia no generan un efecto permanente de mediano plazo.
“Lastimosamente aún no hay estudios que demuestren que los días sin IVA han generado consumos que no hubiesen existido sin la medida. Lo que si es claro es que los hogares, que aprovechan ese día, tienen claramente un beneficio al poder comprar más productos con el mismo dinero”, dijo el académico.
Asimismo, Camilo Herrera, presidente de la firma Raddar, comentó que “sin duda esta medida es un reactivador de consumo muy importante, pero es sobre todo la mejor forma de devolver el IVA a la gente y esto beneficia a las personas de todos los niveles de ingreso, inclusive de cualquier canal de comercio”.
Por ejemplo, dijo que tanto una persona de estrato 1 como del 6, si quieren comprar un celular, lo pueden hacer y tener una actualización tecnológica en un momento como el actual en el que las tasas de interés no le permiten a muchos colombianos hacer esas compras.
“Creo que no solo ganan las grandes superficies, ganan los que venden ese tipo de productos, con los avances en facturación electrónica, creo que las condiciones están dadas para que la medida se aplique y reactive el comercio, las ventas, la producción y seguramente el empleo”.
No es buen negocio
Pero otra cosa dice el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, quien considera que el día sin IVA “es un pésimo negocio para el Estado, pero también pésimo negocio para los industriales porque lo que se venden son bienes importados”.
Incluso, en su momento, el exministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, dijo esta estrategia no había sido buen instrumento porque no se apoyaba realmente a los hogares más pobres y , en muchos casos, se termina quitándole el IVA a productos importados.
Otro que no estuvo de acuerdo con la iniciativa es el senador del Pacto Histórico, Wilson Arias, quien afirmó que por inconveniencia fiscal no se debería haber aprobado el proyecto. “Quiero recordarles que el día sin IVA del 3 de diciembre de 2021 implicó un costo fiscal de $240.000 millones, equivalentes a ventas no grabadas de $1,17 billones”.
Actualmente el Gobierno no está cumpliendo con sus metas de recaudo de impuesto. Hasta abril los ingresos por renta e IVA y otros tributos sumaron $81,53 billones, el 88% de la meta para ese periodo.
Solo en IVA se recaudó el año pasado $66,2 billones, de acuerdo con datos de la Dian.
Al debate se unió el también exministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, quien dijo que hoy el comercio necesita un instrumento de reactivación por la vía del consumo, “en ese orden de ideas el día sin IVA sí puede motivar una dosis de consumo, pero es importante hacerle una evaluación periódica a la implementación del mismo, para lograr que ojalá esté asociado a la adquisición de bienes con alto contenido de producción nacional, con el objeto de motivar la generación de empleo”.
Agregó también que es importante que no se dé una redistribución del consumo sino que en realidad sirva para darle un giro a la dinámica de consumo y así podría ser un instrumento de reactivación por la vía de la demanda.