El cierre de la planta Colmotores de general Motors en Bogotá ha sido anunciado después de casi siete décadas de operación en Colombia. Esta clausura, aunque sorprendente para algunos, ha sido considerada como esperada por otros, debido a una serie de factores que han llevado a la empresa a tomar esta decisión.
Un margen de ganancias mínimo, un desplome en las ventas y la inminente llegada de la electrificación en la industria automotriz han sido algunas de las razones detrás de esta medida. Para muchos, este cierre representa la culminación de una serie de infortunios que se han acumulado a lo largo del tiempo.
“Ya veíamos que tenía una operación muy reducida en Colombia, con un portafolio muy limitado, y si le sumamos la desaceleración del sector, simplemente llegó la gota que rebosó la copa. Es una decisión que no sorprende”, comentó Oliverio García, presidente de la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible, Andemos.
General Motors (GM) anunció el cierre y desmantelamiento de su planta Colmotores en Bogotá, marcando el fin de casi siete décadas de operaciones en Colombia. Aunque la empresa no proporcionó razones explícitas detrás de esta decisión, hay argumentos implícitos que arrojan luz sobre este movimiento estratégico.
Cifras del sector
Los datos financieros más recientes revelan un margen de ganancia mínimo para GM, a pesar de un crecimiento del 51% en ingresos y un aumento del 300% en la utilidad neta en 2022 en comparación con el año anterior. Sin embargo, este crecimiento no se tradujo en una ganancia significativa en relación con las ventas, lo que plantea desafíos financieros para esta compañía.
La planta de Colmotores, que desde su fundación en 1956 ha ensamblado varios modelos de vehículos, operaba a tan solo el 9% de su capacidad instalada. A pesar de los esfuerzos por modernizar la planta y comenzar la producción del Chevrolet JOY en 2022, las ventas del sector automotriz sufrieron un declive del 29 por ciento en 2023, dejando las aspiraciones de GM en una situación difícil.
La caída en las ventas y la crisis en la industria manufacturera colombiana llevaron a GM a tomar la difícil decisión de cerrar la planta. María Claudia Lacouture, presidente ejecutiva de la Cámara Colombo Americana (AmCham Colombia), explicó que esta medida se tomó considerando los desafíos económicos nacionales e internacionales, así como la necesidad de garantizar la sostenibilidad financiera y la competitividad de la empresa.
A pesar del cierre de la planta de Colmotores, GM mantendrá su presencia comercial en Colombia a través de su marca Chevrolet y su red de empresas y concesionarios. Esta decisión marca un cambio significativo en la estrategia de GM en la región, enfocándose en fortalecer su presencia en el mercado colombiano y ecuatoriano.
Una fuente cercana de la empresa, consultada por SEMANA, subrayó que el cierre de la fábrica no está vinculado a alguna situación con el actual Gobierno del presidente Gustavo Petro.
Según José Manuel Restrepo, rector de la Universidad EIA y exministro del Comercio, el cierre de la planta de Colmotores plantea preocupaciones en la industria del país: “Es preocupante que empresas representativas con 70 años de experiencia en el sector industrial tomen una decisión de esta magnitud. La industria debería ser uno de los motores de reactivación y crecimiento económico. Me preocupa que este no sea un caso aislado y sea una señal de alarma para el sector industrial en el país”, destacó.