Great Place to Study es una organización que otorga una certificación internacional a las instituciones con un muy alto nivel de satisfacción en su comunidad educativa. Esto lo hacen a través del análisis de 5 indicadores claves que pueden ayudar a que el niño y la niña sean felices: infraestructura, vida en el campus, actividades extracurriculares, experiencia de aprendizaje y factor felicidad.
La certificación se otorga luego de realizar un análisis y un sondeo de las opiniones de los padres de familia, alumnos, docentes y exalumnos. En Colombia fueron certificados en total 18 colegios, de los cuales, 1 es de Cali: New Cambridge School.
Patricia Escobar Bedoya, coordinadora de primaria del New Cambridge School, considera que lograr felicidad en la experiencia formativa de los niños y niñas, “es un trabajo en equipo que involucra a todos los estamentos del colegio. El apoyo de los padres de familia al proceso educativo de sus hijos, el trabajo de los maestros asegurándose de ofrecer las mejores estrategias en el aula para garantizar el aprendizaje, el soporte que ofrece el equipo interdisciplinario del Learning Support Center, el cual realizan un seguimiento juicioso de los procesos socioemocionales y de aprendizaje de los estudiantes ofreciendo estrategias y acompañamiento permanente a las familias y maestros”.
Learning Support Center es un equipo de trabajo conformado por expertos en psicología, nutrición, desarrollo personal del niño y niña, fisioterapeutas y médicos, que tiene un solo objetivo: mantener una vida de bienestar entre los estudiantes.
Según Juan Sebastián Hoyos, profesor de psicología y vicerrector del Gimnasio Moderno de Bogotá, esta vida de bienestar es una vida con sentido y propósito, en la que se ponen en práctica los valores humanos y las virtudes. También, “los buenos hábitos de autocuidado para el bienestar físico; la experimentación de emociones positivas como la serenidad y la alegría (eso no significa que no se experimenten emociones difíciles, eso es imposible), las relaciones significativas (no importa cuántas, lo que importa es la calidad); y la capacidad de superar los retos y las adversidades propias de la vida, y aprovecharlas para el autoconocimiento y el crecimiento personal”
+Atelier Fundación, un taller de encuentro, participación y escucha que tiene como objetivo transformar miradas y concepciones alrededor de la infancia, explica a El País, por qué es necesario y cómo ayuda la felicidad en la formación educativa del niño y niña. “La felicidad como emoción es cognición, y por ello es aprendizaje. La neurociencia nos ha evidenciado que la relación que existe entre la emoción y el aprendizaje es una relación inseparable, por ende, las relaciones y los ambientes se conjugan en la infancia como fuente de riqueza de aprendizajes en donde las acciones que generen emociones arrastran con ellas enseñanzas”.
Para ello, se necesita tener en cuenta las siguientes claves para educar a un niño y a una niña feliz.
1. Escuchar al niño. Según +Atelier Fundación, el factor principal de la felicidad “es sentirse escuchado, en esta acción está el valor de sentirse visible y afirmado. Escuchar no es una acción realizada por los odios (eso es oír), es poner en disposición el gesto, el cuerpo y los sentidos para rescatar la voz de los niños, y en ella sus ideas y sus formas de ver el mundo”.
2. Calidad relacional. Esta es una clave primordial para lograr que el niño se encuentre feliz en determinado lugar. “En la calidad relacional que establecen los niños con los adultos se entreteje la posibilidad de la vinculación emocional. Esta acción es determinante no solo para construir aprendizajes, sino para entrar en relación con los demás espacios e incluso, consigo mismo”, señala +Atelier Fundación.
3. Establecer un modelo pedagógico donde el estudiante sea el protagonista. Este factor está alineado a las necesidades de los colegios de enfatizar la felicidad del niño en su experiencia formativa. En este modelo pedagógico los estudiantes pueden “hacer juicios sobre sus habilidades, sobre lo que aprendieron y lo que no y definen, con el acompañamiento de sus maestros, los pasos a seguir”, explica Bedoya. Esto quiere decir, que el estudiante puede desarrollar autonomía frente a su propio aprendizaje y así, reflexionar sobre su proceso formativo.
4. Crear un vínculo entre el docente y el estudiante. Acorde a Patricia Escobar Bedoya, este factor es esencial para que el niño se sienta feliz en la institución. “En el colegio trabajamos de manera consciente este lazo afectivo, el cual, se fortalece en el tiempo con una relación de respeto y escucha. Una vez los estudiantes se sienten valorados, su disposición al aprendizaje será mayor”.
5. Formar a los docentes en una vida de bienestar y realización. El psicólogo Juan Sebastián Hoyos, afirma que, “no se puede enseñar lo que no se encarna o no se experimenta. El bienestar se debe trabajar como enfoque sistemático en una institución y no solo como una clase. Las clases de bienestar son importantes y también que todos los agentes de la comunidad se alineen con el tema”, ya que, es vital que las instituciones educativas se preocupen por el bienestar y el desarrollo humano de toda la comunidad educativa.
6. Priorizar espacios formativos de reflexión, autocuidado, bienestar físico y cultivo de emociones positivas e influyentes. Es necesario que el niño y la niña tengan más espacios de reflexiones, en lugar de las dimensiones intelectuales y de conocimiento, que, de igual modo, son importantes en todo este proceso.
7. Saber manejar los conflictos sociales que se presentan en los diferentes escenarios de convivencia del niño. Es vital tener un buen manejo de los conflictos, los cuales, muchas veces son inevitables e impredecibles en las relaciones sociales. “Los niños son mediadores del conflicto y han aprendido a resolverlo a través de la palabra”, aseguró Bedoya haciendo alusión a lo que acontece en el centro educativo donde trabaja.
¿Cómo actúa la felicidad en la formación educativa del niño?
Paula Uribe, consejera de la Escuela Media del Colegio Bilingüe Richmond, recomienda tener en cuenta factores como las metodologías, validar los procesos enfocados en el desarrollo del estudiante, así como los servicios especializados. "Hoy en día el tema de la felicidad como anhelo humano que está en constante desarrollo y búsqueda de la misma, se ha convertido en un tema de moda que, inclusive, puede desvirtuarse si no se interioriza que más allá del propósito de ser feliz, es importante saber dónde encontrar la felicidad, por lo que el colegio, lugar en el que los niños pasan la mayor parte de sus días, sea uno de los lugares en los que la felicidad sea una prioridad, es un gran avance”.
También, Patricia Escobar Bedoya, coordinadora de Primaria del New Cambridge School, afirma que “no solo la psicología, si no, las neurociencias explican la importancia de lo emocional en el aprendizaje. Este está atravesado permanente por la forma como nos sentimos, como creemos ser percibidos y valorados. Los sentimientos negativos bloquean la atención y la posibilidad de hacer conexiones con facilidad. Nuevamente, el vínculo pedagógico y las estrategias en el aula que permitan que se dé un ámbito seguro para preguntar y compartir las ideas, va a jalonear el aprendizaje”.
Otros colegios certificados en felicidad
En Bogotá se certificaron 10 colegios: Gimnasio Fontana, Colombo American School, Knightsbridge Schools International, Gimnasio Moderno, Colegio San Jorge de Inglaterra, Colegio Richmond, Clermont School, Colegio San Mateo, Evergreen School, Colegio de Inglaterra.
En Chía, dos: Rochester School, Gimnasio Los Caobos.
En La Calera, dos: Colegio Ekirayá, Colegio Hacienda Los Alcaparros.
En Bucaramanga, dos: Newport School, New Cambridge School.
En Cartagena, uno: Colegio Británico.