Los huracanes son fenómenos meteorológicos destructivos que pueden causar daños significativos tanto a las comunidades costeras como a las del interior. Ante la amenaza de un huracán, es fundamental tomar medidas preventivas y estar preparado para garantizar la seguridad personal y de los seres queridos.
1. Estar informado
Mantenerse al tanto de los informes y pronósticos meteorológicos es esencial. Los servicios meteorológicos internacionales como el National Hurricane Center (NHC), en Estados Unidos, o el Centro Nacional de Huracanes (CNH), en México, proporcionan actualizaciones regulares sobre la trayectoria y la intensidad de los huracanes.
2. Plan de emergencia familiar
Desarrollar un plan de emergencia con la familia es crucial. La NHC recomienda planear cómo y dónde reunirse en caso de evacuación, establecer un punto de encuentro tanto adentro como fuera de la vivienda, y asegurarse de tener un plan para las mascotas. Asimismo, aconseja designar un contacto externo (que no viva en la misma casa) a quien todos los miembros de la familia puedan llamar para informar su ubicación y estado.
3. Suministros de emergencia
La NHC pide a los habitantes de áreas con presencia de ciclones y huracanes preparar un kit de suministros de emergencia que incluya agua potable, alimentos no perecederos, medicamentos, linternas, pilas, botiquín de primeros auxilios, dinero en efectivo y documentos importantes en una bolsa impermeable. Asegurándose de tener suficiente suministro para al menos tres días.
4. Protección de la vivienda
Una medida para zonas donde concurren huracanes, la NHC recomienda preparar las viviendas tomando medidas preventivas, como instalar paneles de protección para ventanas o contraventanas de seguridad. Verificar el estado del techo y realizar las reparaciones necesarias. De igual forma, asegurarse de que los objetos en el patio o jardín no permanezcan sueltos, ya que se pueden volver un obstáculo y hasta volarse con el viento, lo que podría causar inconvenientes en viviendas cercanas.
5. Evacuación
Si las autoridades locales emiten una orden de evacuación, la NHC pide seguir las instrucciones y evacuar de inmediato, sin olvidar tomar documentos como la cédula y un celular. Seguir las rutas de evacuación designadas y poner en marcha el plan de escape previamente establecido en la residencia o en el lugar de trabajo.
6. Comunicación
Mantener una forma de comunicación confiable, como un teléfono móvil cargado, una radio portátil con pilas adicionales o un cargador de automóvil. Guardar los números de emergencia en los teléfono y asegurarse de que los familiares sepan cómo contactarlo.
7. Seguridad personal
Durante un huracán, la NHC aconseja buscar refugio en un área segura y alejada de las ventanas si se está en casa o en el trabajo. Evitar salir al aire libre y no caminar o conducir a través de áreas inundadas. De igual forma, acatar las instrucciones de los servicios de emergencia y no regresar a los hogares hasta que las autoridades lo autoricen.
Diferencias entre ciclón, huracán y tornado:
- Ciclón: Un ciclón es un término general que se utiliza para describir una gran área de baja presión atmosférica con vientos que giran en sentido contrario a las agujas del reloj en el hemisferio norte y en sentido de las agujas del reloj en el hemisferio sur. Los ciclones pueden formarse tanto en océanos como en tierra. Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos, los ciclones se clasifican en tres tipos principales: ciclones tropicales, ciclones subtropicales y ciclones extratropicales. Estos sistemas se diferencian en términos de su origen, estructura y ubicación geográfica.
- Huracán: Un huracán es un tipo específico de ciclón tropical que se forma sobre aguas cálidas del océano Atlántico y el océano Pacífico oriental. Los huracanes se caracterizan por vientos extremadamente fuertes que pueden superar los 119 km/h (74 mph). Estos sistemas tienen una estructura bien definida, con un ojo central de baja presión y bandas de lluvia y tormenta girando alrededor del mismo.
- Tornado: Un tornado es un fenómeno meteorológico violento caracterizado por un embudo de viento que se forma a partir de nubes de tormenta y se extiende hacia abajo hasta la superficie terrestre. Los tornados son más comunes en áreas continentales y suelen tener un diámetro relativamente pequeño.
No se puede determinar de manera general cuál de los tres fenómenos es más peligroso, ya que cada uno presenta riesgos distintos y su peligrosidad depende de varios factores.
Los huracanes son conocidos por su extensión geográfica y duración prolongada, lo que puede resultar en fuertes vientos, lluvias intensas y marejadas ciclónicas, que pueden causar inundaciones y daños significativos en áreas costeras. Los huracanes también pueden generar tornados más pequeños dentro de su sistema.
Los tornados, por otro lado, son fenómenos más localizados pero extremadamente violentos. Los tornados pueden generar vientos extremadamente rápidos y destructivos, capaces de causar daños severos en áreas específicas en poco tiempo. Los tornados son especialmente peligrosos debido a su capacidad para destruir estructuras.
En cuanto a los ciclones, su peligrosidad puede variar dependiendo de su tipo y ubicación geográfica. Los ciclones tropicales, como los huracanes, son generalmente más extensos y duraderos, y pueden tener un impacto significativo en áreas costeras. Los ciclones extratropicales, por otro lado, pueden afectar regiones más amplias y causar fuertes vientos y lluvias.