En la Universidad Autónoma de Occidente, UAO, se está desarrollando una forma de hacer comida de manera totalmente diferente a como la conocemos el día de hoy.
Se trata de ‘Scarlett’, un proyecto que nació en el FabLab Cali de la UAO, gracias al cual ahora es posible imprimir comida por medio de una impresora 3D.
Puré de papa, masa de galletas, arepas y arequipe, son algunos de los alimentos que ya han pasado por los extrusores de la impresora. Sin embargo, el puré de papa y el arequipe son los que han dejado resultados más satisfactorios hasta ahora.
‘Scarlett’, como nombraron al prototipo de la impresora, es un proyecto que está llevando a cabo Luis Carlos Pardo, estudiante de Diseño Mecatrónico del centro educativo.
“La máquina funciona a partir de un modelo 3D que se puede tener en el computador; allí un software convierte la información en códigos que la impresora lee y luego de que imprime se obtiene el modelo físico de la comida”, explica Luis Carlos.
De acuerdo con Pardo, la estructura de la impresora 3D es como cualquier otra, con la excepción de que se le ha hecho una serie de adaptaciones con el fin de que sirva para imprimir las masas comestibles.
Y gracias a un sistema de jeringas, que son impulsadas por un motor, es posible distribuir el alimento.
El estudiante de la Facultad de Ingeniería asegura que hicieron un estudio de mercado “en el que concluimos que la impresión de comidas ya se está implementando”, sin embargo, dice, “el mercado aún es muy pequeño”, pero cree que “es una oportunidad para innovar aquí en la universidad. Es llamativo poder comerse algo que fue impreso de manera 3D”.
En el proyecto ‘Scarlett’, que se está realizando bajo la orientación del profesor Álvaro José Rojas, del Departamento de Automática y Electrónica, de la Facultad de Ingeniería de la UAO y el Semillero en Manufactura Aditiva, se está buscando la manera de continuar avanzando más en cuanto a los usos de la impresora.
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“En el Semillero de Manufactura Aditiva surgió el interés por explorar diferentes técnicas de impresión 3D y encontrar aplicaciones innovadoras en diferentes procesos”, aseguró el docente Álvaro Rojas, quien monitorea el proyecto.
Por el momento la impresora solo puede ser utilizada con alimentos preparados previamente. “Solo hemos ensayado con cosas que se puedan ingerir inmediatamente para hacer más rápido el proceso. Ahora queremos encontrar la manera de imprimir la masa de forma cruda para luego llevarla a la cocina o a un horno”, afirma Pardo, líder del proyecto ‘Scarlett’.
La máquina, además de las jeringas, cuenta con una placa controladora que permite llevar un diseño 3D a un material totalmente comestible.
Los diseños que se desean imprimir, bien pueden ser elaborados por el estudiante o descargados de internet. Y de acuerdo con el diseño, procesan el código, que posteriormente es leído por la impresora gracias a un sistema de coordenadas que permite imprimir la figura deseada.
“Quise apostarle a la innovación y aprovechar los recursos, y la tecnología que me ofrecía el FabLab Cali de la UAO. Con el acompañamiento del profesor Álvaro José Rojas espero poder sacar adelante esta iniciativa”, asegura el estudiante de Mecatrónica.
El proceso para realizar esta máquina empezó en la asignatura de Diseño Mecatrónico 1 con la fabricación de la jeringa donde se inyecta la masa comestible; y en Diseño Mecatrónico 2, fue donde el estudiante realizó la estructura de la ‘Scarlett’.
El objetivo que tienen a mediano plazo es determinar las masas comestibles o no que se pueden usar y, así, ampliar la gama de posibilidades, pues cada masa tiene propiedades distintas que se deben tener en cuenta al programar la impresora.
A largo plazo desean mejorar la estructura de la impresora para que sea más llamativa visualmente. “Queremos que parezca un electrodoméstico”, concluyó Pardo.