Según el Instituto Nacional para Sordos, Insor, en Colombia hay alrededor de 553.000 personas que se comunican a través de la lengua de señas. En contraste a esto, solo hay 400 intérpretes en todo el territorio nacional. Sin embargo, son cada vez más los avances hacia la inclusión y lucha por los derechos de este grupo poblacional que se hace escuchar sin palabras.
Pensando en esta población, la Universidad El Bosque, de Bogotá, creó el primer programa profesional para intérpretes en el país. Además, en el Congreso se planteó un proyecto de ley para armonizar la lengua de señas en Colombia y a través del cual se creará el Consejo de Planeación Lingüística de la Lengua de Señas en nuestro país.
Se formarán intérpretes de señas e investigadores
La Universidad El Bosque con el apoyo del Ministerio de Educación Nacional lanzó el primer programa profesional en interpretación de la Lengua de Señas colombiana. Hasta el momento la única formación académica en esta área era como tecnólogo.
Este programa empezará a funcionar a partir del próximo 18 de agosto de manera semipresencial, con un 80 % virtual y 20 % presencial.
Más allá de formar intérpretes profesionales, esta institución busca moldear investigadores, personas capaces de identificar las necesidades y las características sociales de una población usuaria de una lengua, logrando así un equilibrio en interpretación, estudio de sordos, investigación formativa y el aprendizaje en los diferentes campos de la lengua de señas colombiana y de los estudios acerca de los sordos.
Este programa surgió desde la necesidad del Ministerio de Educación de generar un espacio académico para la reflexión del tema, es por esto que se encargaron de invitar diferentes instituciones para empezar a trabajar en un programa profesional para intérpretes. La Universidad El Bosque aceptó esa invitación y se convirtió así en la primera en recibir el registro calificado de esta cartera para abrir dicho pregrado.
“Tuvimos el apoyo directo del Ministerio de Educación, un profesional a cargo del tema y lo que hicimos fue invitar a personas que hubieran trabajado en interpretación, en formación de intérpretes, en investigación de estudios sordos con otras instituciones. Al final el grupo conformado viene siendo un equipo de la Universidad El Bosque. Por resolución del Ministerio de Educación tenemos 60 cupos para cada cohorte de este pregrado”, explicó Edson David Ramírez Uribe, director del programa profesional en interpretación de la Lengua de Señas colombiana.
Esta carrera tiene una duración de 8 semestres y 140 créditos. Cada semestre tendrá 18 semanas divididas en dos ciclos, cada uno de 9 semanas. El costo será de $3.300.000 por semestre, pero las personas que se inscriban para el segundo periodo del año tendrán un descuento del 10 % a través del programa del fomento a la educación. La presencialidad se llevará a cabo en el punto de encuentro de los dos ciclos, es decir, cuando termine el primero de 9 semanas y cuando va a empezar el siguiente.
En ese momento se hace un encuentro concentrado en asignaturas como expresión corporal y formación en la lengua de señas. Estos espacios se realizarán en la Universidad El Bosque, en Bogotá. Sin embargo, se contempla el uso de las herramientas tecnológicas para poder hacer la transmisión de las sesiones a personas que por alguna razón no pueden ir a la capital del país. Actualmente tienen estudiantes que están en varios lugares como Pasto y ciudades del Perú, es por esto que se transmitirán las sesiones presenciales con el fin de que puedan participar a pesar de la distancia.
“Los principales errores de este servicio se dan en la comprensión del español, hace falta conciencia metalingüística, es decir, estar apropiados para que nos permita ser exitosos en la interpretación de una segunda lengua. Se debe acercar a la cultura y a la comunidad sorda para tener elementos contextuales y pragmáticos, y así hacer una buena interpretación. Hay personas que asumen su rol con mucho profesionalismo, pero no dan abasto, la mayoría están en ciudades capitales, por ende, las personas con discapacidad auditiva que están en región no tienen acceso a ningún servicio. Por eso, la Universidad El Bosque ofrece el programa virtual con el fin de llegar a esos lugares que no han contado con este servicio y así romper barreras geográficas que han limitado la formación de intérpretes”, cuenta Diana Xiomara Garay, licenciada en Educación Especial y magister en Desarrollo Educativo y Social, asesora disciplinar de la consolidación del documento para la creación del programa.
Los interesados deberán asistir a una entrevista, la cual será el filtro más importante, y el comité curricular será el encargado de elegir los perfiles más idóneos para iniciar las clases. No es necesario tener conocimiento previo, los jóvenes que terminan el colegio y quieren formarse pueden hacerlo, al igual que las personas que llevan varios años interpretando y desean profesionalizar su saber. Para estas últimas, la universidad contempla exámenes de suficiencia donde pueden homologar asignaturas. La entrevista les permite identificar quién está interesado realmente en formarse profesionalmente y no solamente en recibir un título. El director de este pregrado asegura que lo que quieren es formar profesionales, no entregar títulos a personas que hayan hecho un trabajo empírico, sin desmeritar el conocimiento y experiencia, ya que se busca una reflexión académica del profesional.
Para Rodríguez Uribe son dos las intenciones que se tienen con este programa: la primera es la formación de mediadores comunicativos que le brinden a la comunidad sorda acceso de calidad a la información y a la comunicación en todos los sectores y en todos los campos; y la segunda es consolidar un espacio de investigación tanto en interpretación como en estudios sordos, “no existe lengua sin cultura; la lengua es la piel de la cultura y todo lo que pasa en la cultura se refleja en su lengua”, precisa el director.
Proyecto de ley
Con el fin de armonizar la lengua de señas en el país, el senador Gabriel Velasco en compañía del representante a la Cámara Christian Garcés, ambos del Centro Democrático, propusieron el proyecto de ley que crea el Consejo Nacional de Planeación Lingüística de la Lengua de Señas en Colombia, el cual busca concertar una política pública nacional para la población sorda del país. Este proyecto que fue aprobada en último debate, solo está a la espera de la sanción del presidente Iván Duque Márquez para que pueda ser ley de la República.
La idea de crear este proyecto, que se presentó desde septiembre del 2018, surgió a partir del diálogo permanente que mantenían Velasco y Garcés con comunidades que presentaban discapacidad auditiva. En estos acercamientos se dieron cuenta de que cuando los intérpretes de señas hacían las traducciones no siempre se les entendía.
Para su ejecución se trabajó con todas las organizaciones y asociaciones de sordos, el Insor y el Gobierno Nacional. El proyecto de ley establece quiénes son los miembros del Consejo Nacional, quiénes lo conforman, cada cuánto se eligen. Hay un representante del Ministerio de Cultura, Ministerio de Educación, Ministerio de Tecnologías, el director del Insor, el director del Instituto Caro y Cuervo, dos representantes de educación superior, un representante de la educación superior colombiana donde hay lengua de señas y, por último un representante de las asociaciones y de los intérpretes.
“Es una función para que la lengua sea enseñada y armonizada, que no existan tantas versiones de la misma y se pueda generar esta política pública en todo el país, y así volver la lengua de señas un idioma reconocido. Ese es el objetivo principal. Es una ley que lo que está generando es un reconocimiento y la posibilidad para que el Gobierno lo pueda reglamentar. Hay barreras de comunicación, las cuales generan dificultades y obstáculos para desarrollarse plenamente y para tener oportunidades. El mayor logro de esto es eliminar estas barreras”, aseguró el senador Gabriel Velasco.
A medida que iban avanzando se iba socializando con la comunidad, las asociaciones, los institutos, el Gobierno y con todos los actores interesados en este conocimiento. A medida que progresaba la idea, se hacían mejoras, hasta llegar a lo que se promulgará como ley de la República.