Es innegable que actualmente muchas industrias y sectores están viviendo una revolución con la llegada de la Inteligencia Artificial (IA). La automatización de tareas y las herramientas disponibles en internet han generado una reestructuración en la operación, planteando a su vez nuevos desafíos.
De acuerdo con Felipe Baena Botero, rector de la Fundación Universitaria del Área Andina en su seccional de Pereira, el mundo atraviesa por un momento clave de cambio, ya que algunos procesos, especialmente los que involucran tareas repetitivas y rutinarias, han sido susceptibles de automatización.
“Mucho de lo que hacemos nosotros, una máquina también puede hacerlo; entonces las preguntas son: ¿Qué trabajos van a permanecer y cuáles se transformarán? ¿Cuáles serán los nuevos trabajos? Como pasó en otro momento de la historia cuando llegó internet, habrá mucho movimiento en el futuro”, indicó el académico.
Y es que el 2023 según el centro educativo es especial en la historia, debido a que en este año se da el ‘boom’ de Chat GPT, una herramienta de inteligencia artificial generativa que le permite a cualquier persona sin conocimientos técnicos generar contenido simplemente haciendo una pregunta. El “prompt” como se le llama a la instrucción que se le da a la herramienta será uno de los términos más importantes en el futuro.
De acuerdo con el directivo, uno de los sectores que más está siendo impactado es el de la educación donde se prevén grandes cambios. Según Baena, hay elementos tan profundos cómo el por qué estudiamos, cuáles son las principales habilidades y competencias que debemos formar, cómo debemos enseñar y aprender y cuáles son los mejores mecanismos de evaluación. Todo esto genera un desafío muy importante para las instituciones y también para los estudiantes.
Un cambio profundo
El rector de Areandina Pereira sugiere un impacto grande en el futuro de los trabajos; según dice, hay algunos empleos que tienden a desaparecer porque será mucho más efectivo ejecutarlos mediante una máquina. Por ejemplo, los cajeros en los bancos o los gestores de inventarios. De manera complementaría, hay otras ocupaciones que se empiezan a transformar. Un ejemplo de esto está en el mundo de la salud donde la inteligencia artificial puede ejecutar diagnósticos muy precisos permitiendo a los profesionales dedicar más tiempo a sus análisis y el diseño personalizado de un posible tratamiento.
En el caso de profesiones como el Derecho, hay muchas tareas de consulta y gestión de la información que pueden ser adelantadas con ayuda de herramientas como ChatGPT permitiendo al abogado enfocarse en el análisis profundo y la interpretación. En cualquiera de los ejemplos anteriores, siempre será muy importante el pensamiento crítico de los seres humanos quienes son los únicos capaces de reconocer el contexto.
Así como en el pasado surgieron oficios relacionados con Internet en áreas como el marketing digital o la ciberseguridad, la inteligencia artificial generativa creará muchos que aún la humanidad no conoce. Uno de los que ya se está viendo con gran claridad es el ingeniero de “prompts”, un oficio que se especializará en perfeccionar la relación entre las personas y la inteligencia artificial para sacar el máximo provecho de ella.
El futuro de la educación
Todos estos factores configuran la educación actual y la del futuro, pues obliga al sector a entender qué profesiones deben adaptarse a lo que se viene. El acceso universal a una herramienta como Chat GPT, plantea nuevos retos que deben llevar a las instituciones a formar a sus estudiantes en habilidades como el pensamiento creativo y analítico.
Los sistemas de educación en el mundo mantendrán el propósito de generar desarrollo al interior de las personas y gestionar la relación del ser humano con el planeta y la tecnología, lo anterior con el objetivo de generar felicidad personal, progreso colectivo y garantizar la sobrevivencia de nuestra especie.
Con mucha seguridad, se establecerá un sistema más flexible que le permita a los estudiantes explorar diferentes rutas en las disciplinas de acuerdo con sus fortalezas y sus intereses. Será común ver estudiantes que toman bases de ingeniería y las complementan con conocimientos relacionados con el diseño y las humanidades. Todo esto, a diferencia de lo que ocurre hoy no pasará durante un tiempo determinado, sino a lo largo de la vida de una persona.
La educación será híbrida en todos los sentidos. Combinará los encuentros presenciales con la mediación tecnológica. Necesitará del aprendizaje social y también de la gestión autónoma del mismo. Ocurrirá en un aula de estudio, en el lugar de trabajo y en la casa. El profesor evolucionará, dejando atrás el rol de transferir conocimiento para convertirse en un gestor integral del aprendizaje.
La tecnología tendrá su más profundo impacto desde la masificación que permitió la llegada de Internet. La promesa de la personalización se ve cada día más cercana. Los estudiantes podrán recibir contenido de acuerdo con sus gustos e intereses e inclusive será posible disponer de actividades académicas de acuerdo con su estilo de aprendizaje. “Si alguien aprende más fácil vía imágenes que vía texto, la inteligencia artificial podrá reconocerlo y encargarse de acelerar su proceso de aprendizaje” explica el rector.
¿Existen riesgos asociados a la implementación de la inteligencia artificial generativa en la educación? Evidentemente. Hay muchas preguntas abiertas que debemos respondernos de manera muy responsable relacionadas con el alcance de la tecnología en la vida de los seres humanos y con el uso y tratamiento de toda la información. “El futuro es apasionante y las oportunidades son difíciles de cuantificar, sin embargo, debemos llegar a consensos y acuerdos globales para garantizar que su uso gire alrededor de la generación de progreso y bienestar común”, concluye Baena.