El Fondo ‘la Educación No Puede Esperar’ de las Naciones Unidas (ECW, por sus siglas en inglés), anunció el pasado 29 de marzo su intención de continuar expandiendo sus inversiones en Colombia. Para ello, el apoyo de ECW al Programa Multianual de Resiliencia actual supera los US$12 millones, y ha asignado US$12 millones adicionales para la próxima fase de tres años que, una vez aprobada, traerá la inversión total en Colombia por más de US$28 millones para la educación de niños venezolanos, desplazados internos, comunidades indígenas y afrocolombianas.
“Debemos actuar ahora para brindar a las niñas y los niños afectados por las crisis interconectadas de conflicto, desplazamiento, cambio climático, pobreza e inestabilidad la seguridad, la esperanza y la oportunidad de una educación de calidad. El Gobierno de Colombia ha tomado medidas notables para proporcionar a personas refugiadas y migrantes de Venezuela acceso a servicios esenciales que salvan vidas, como la educación. Al apoyar estos esfuerzos en el nexo humanitario-desarrollo-paz, estamos sentando las bases para construir un futuro más pacífico y próspero no solo para el pueblo de Colombia, sino también para los refugiados y migrantes de Venezuela sobre todo”, sostuvo Yasmine Sherif, directora ejecutiva de ECW.
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El nuevo programa se desarrollará durante el transcurso de 2023, en estrecha consulta con los socios y bajo el liderazgo del Gobierno de Colombia, y se presentará al Comité Ejecutivo de ECW para su aprobación final. El financiamiento de la subvención catalítica amplía el programa de resiliencia de varios años en apoyo a los esfuerzos que ha realizado el Gobierno de Colombia para responder a las crisis interconectadas del conflicto, el desplazamiento forzado y el cambio climático, y aun así brindar una educación de calidad.
Por su parte, Aurora Vergara, ministra de Educación de Colombia manifestó que “El Gobierno Nacional busca coordinar esfuerzos entre varios sectores para fortalecer acciones que garanticen la protección y cuidado de las familias venezolanas, en especial de la niñez. Nuestro mayor desafío para la integración efectiva de esta población es garantizar la salud, la educación y la soberanía alimentaria de todos los niños, niñas y adolescentes y jóvenes, con énfasis en aquellos en condiciones de vulnerabilidad”.
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El programa ampliado promoverá el apoyo de Colombia a los niños, niñas y adolescentes provenientes de Venezuela, las niñas y niños desplazados internos y las comunidades indígenas y afrocolombianas de acogida afectadas por estas crisis en curso. La inversión se alinea estrechamente con la estrategia de inclusión del Gobierno de Colombia y fortalecerá el sistema educativo a nivel nacional y en las regiones más afectadas por el desplazamiento forzado. El programa tendrá un fuerte enfoque en la educación de los niños, niñas y adolescentes. Se requiere un estimado de US$46,4 millones para financiar completamente la actual respuesta de resiliencia plurianual en Colombia. En una misión de alto nivel a Colombia esta semana, la directora ejecutiva de ECW, Yasmine Sherif, pidió a los líderes mundiales que intensifiquen la respuesta global a la crisis educativa en Colombia para no dejar a ningún niño o niña atrás y cumplir con los objetivos descritos en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible.
La crisis regional de Venezuela ha desencadenado la segunda crisis de personas refugiadas más grande del mundo en la actualidad. Colombia alberga a 2,5 millones de refugiados y migrantes venezolanos en necesidad de protección internacional, además de 5,6 millones de desplazados internos. Los pueblos indígenas y afrocolombianos, las niñas y los niños con discapacidad también suelen quedar rezagados.
A pesar de los esfuerzos del Gobierno de Colombia para extender el estatus de protección temporal a personas venezolanas en Colombia, los niños y niñas continúan sin realizar su derecho humano a una educación de calidad. En 2021, la tasa de deserción fue de 3,62% (3,2% para niñas y 4,2% para niños). La cifra casi se duplica para personas venezolanas al 6,4% y alcanza el 17% para los niños y niñas que padecen de desplazamientos internos.
Incluso cuando niñas y niños pueden asistir a la escuela, la mayoría se están quedando atrás. Análisis recientes indican que cerca del 70% de los niños de diez años no pueden leer ni comprender un texto simple, frente al 50% antes de que la pandemia del COVID-19 cerrara la presencialidad en las escuelas de Colombia.
A noviembre de 2022, más de medio millón de niños, niñas y adolescentes provenientes de Venezuela se habían matriculado en el sistema educativo formal de Colombia. Las inversiones de ECW han llegado a 107.000 niños en el país hasta la fecha.