Cambiar la metodología de estudio de presencial a virtual, ha exigido a muchas universidades, docentes y estudiantes, flexibilización en los procesos de interacción, creando de esta manera “diálogos adaptados a las circunstancias especiales que vive el mundo hoy en día y que exigen de las personas disposición para acoger nuevas formas de aprendizaje”, explicó a El País, Samuel Vivas, psicólogo, magíster en Seguridad y Salud en el Trabajo y docente de las universidades Cooperativa de Colombia, Libre y Minuto de Dios.

Según Vivas, los estudiantes, de manera particular aquellos que no han estado involucrados con el estudio a distancia, necesitan circunstancias especiales para que su experiencia con la educación virtual no sea traumática. Así, aspectos como el acceso a internet, el uso apropiado de las plataformas de estudio, el trabajo colaborativo y el acompañamiento de las instituciones, son claves en el proceso.

El País conversó con cinco estudiantes de diversas carreras y universidades de Cali para conocer sus experiencias al respecto.

Mejor presencial

Oscar Eduardo Jiménez, comunicador social y actual estudiante de la Especialización en Mercadeo de la Universidad Autónoma de Occidente, aseguró que la coyuntura social y sanitaria que se vive actualmente, ha hecho que para avanzar en su posgrado, haya tenido que adaptarse a dinámicas a las que él no estaba acostumbrado.

Universidades públicas y privadas del país deberán mantener sus clases virtuales y a distancia hasta el 31 de mayo, de acuerdo con lo anunciado por la ministra de Educación, María Victoria Angulo.

Según Jiménez, “ el sistema de aprendizaje es totalmente diferente . En el aula de clase tenemos la ventaja de consultar directamente al docente, pero en las clases virtuales muchas veces esto se complica y quedan dudas sin resolver”. No obstante, como las universidades siguen educando a los estudiantes, cada uno debe asumir con responsabilidad su autoaprendizaje.

Sin embargo, “de no haberse dado este cambio abrupto en la sociedad, yo no estaría estudiando de forma virtual y culminaría mi posgrado tal y como lo pensé inicialmente: de manera presencial”, indicó Jiménez.

Lo virtual no es para todas las profesiones

Juan Pablo Alvarado, estudiante de doble titulación, Derecho y Psicología, en la Universidad Javeriana, afirmó que la educación virtual implica un dominio de uno mismo en donde se pone a prueba la disciplina. Además, hay carreras como las que él estudia en las que la virtualidad se convierte en una limitante.

“La metodología online no es para todo el mundo ni para todas las carreras, porque en profesiones como derecho y psicología, el contacto con los demás es de gran importancia, también hay muchos ejercicios prácticos de intervención en escenarios que, traducidos a términos de virtualidad, no causaría la misma incidencia”, explicó el joven estudiante.

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Alvarado agregó: “ No consiste en que los maestros dejen una cantidad de tareas porque creen que el estudiante, al estar en casa, dispone del tiempo necesario para hacerlas, eso solo demuestra una falta de estrategias metodológicas, lo que se requiere es un acompañamiento durante el proceso de adaptación emocional al cambio”.

Según él, la educación en cualquier nivel, debería centrar un alto porcentaje de interés en aspectos cualitativos, algo que es muy difícil a través una pantalla. Por eso, “de esta emergencia tenemos que sacar algo bueno. En mi caso, estoy tratando de aprovechar al máximo el contacto con mis seres queridos”, recalcó el estudiante.

La calificación cualitativa es un respiro

Medicina es quizá una de las carreras más costosas del mercado educativo, motivo por el que pensar en perder un semestre por falta de clases presenciales, puede ser una verdadera pesadilla.

Conscientes de esta situación, universidades como la Icesi, han presentado a estudiantes como Carla Astorquiza, de cuarto semestre, la oportunidad de recibir clases de manera virtual y ser calificados como aprobado o no aprobado acorde con los resultados.

“Considero que ha sido una buena opción ver la mayoría de materias teóricas de forma virtual para no atrasarse. Igualmente, pienso que el cambio de calificación de cuantitativa a cualitativa, ha sido más para generar tranquilidad en los estudiantes, especialmente en aquellos que queremos mantener un buen promedio”, aseguró Astorquiza.

El uso de plataformas virtuales y medios electrónicos para las actividades académicas ha permitido a las universidades evitar la cancelación de los semestres en curso.

A pesar de ello, las extensas jornadas de estudio diario que exigen carreras como Medicina, hacen de la educación virtual una metodología poco apetecida en esta clase de formación, convirtiéndose en algo incómodo y agotador, según lo expresó Astorquiza.

Reducción de costos

Estudiar licenciatura en lenguas extranjeras inglés-francés, en la Universidad Santiago de Cali, y adaptarse a la virtualización de las clases en tiempos en los que en internet abundan los contenidos gratuitos, ha sido para Harold Iván Rengifo, una oportunidad de evaluar la calidad educativa que recibe y compararlo con la inversión realizada.

“Es cierto que en internet hay muchas alternativas para estudiar, pero contar con profesores y compañeros que ya conocen tu proceso y que te ayudan a solucionar las dudas, es algo que facilita la formación”, aseguró Rengifo.

Sin embargo, dice, estudiar desde la casa ha sido algo positivo no solo para los estudiantes sino también para las universidades, porque, por ejemplo, como estudiante se ahorra tiempo y se disminuyen costos de transporte y alimentación, pero las universidades también ganan porque el consumo en servicios como agua y energía, no son los mismos ante la ausencia de los alumnos, explicó Rengifo.

Por este motivo, según él, “las instituciones educativas de formación superior, deberían revisar la posibilidad de dar estímulos a sus estudiantes, por ejemplo, con la reducción en el valor del semestre”.

Sin problemas

Para Valeria Andrea Delgado, estudiante de octavo semestre de ingeniería electrónica en la Universidad de San Buenaventura, estudiar de manera virtual no ha sido difícil teniendo en cuenta que por su formación profesional como ingeniera, tanto docentes como compañeros de clase cuentan con conocimientos clave para el manejo de plataformas y otros recursos tecnológicos propios de esta metodología.

Sin embargo, “si el panorama de las clases virtuales se hubiera dado en una etapa distinta de mi carrera, en un semestre inferior al actual, creo que las circunstancias serían diferentes. La práctica y el acompañamiento de los docentes, por ejemplo, es muy importante para la formación base de un ingeniero, especialmente si son estudiantes que, como en mi caso, nos hemos formado de manera presencial”, dijo Delgado.

Finalmente, “aunque los profesores están preparados y son muy amables, hay cosas que de manera presencial son más eficientes”, concluyó.