Muchas veces sentarse a leer un libro no es suficiente, a veces hay que aplicar ciertas estrategias para poder concentrarse y entender todo el contexto de lo que se está leyendo, y una vez eso sea así, ponerlo en práctica.

Son muchos los estudiantes, que, innumerables veces aseguran haber olvidado todo lo que recientemente han leído. Por eso, profesores de Psicología de la Universidad de Harvard, realizaron una investigación en la que lograron identificar ocho puntos importantes para que los estudiantes puedan memorizar más fácil lo que leen, pero aún más, que se quede ahí para siempre y que no sea solo un capítulo más de un libro.

Es necesario adquirir nuevos hábitos de estudio para ser más inteligentes. | Foto: Hinterhaus Productions 2016

Henry L. Roddy, Roediger III y Mark A. McDaniel escribieron un libro sobre los mejores métodos para estudiar. En él precisaron muchos hábitos de estudio habituales y rutinas de práctica resultan contraproducentes. El aprendizaje más complejo y duradero proviene de la autoevaluación, la introducción de ciertas dificultades en la práctica, la espera para volver a estudiar material nuevo hasta que se haya producido algo de olvido y la intercalación de la práctica de una habilidad o tema con otro.

Muchas técnicas de estudio populares se basan en muchas relecturas y repasos repetitivos en un intento de forzar el material nuevo en la memoria, pero la investigación muestra que las ganancias de este enfoque son fugaces y, a menudo, dejan a los estudiantes con una falsa sensación de confianza sobre lo bien que saben un tema”, dice Roediger.

  • Descansar es primordial: No dormir lo suficiente afecta el rendimiento académico, mientras que dormir un mínimo ocho horas permite al cerebro almacenar la información. Los expertos aseguran que para obtener buenas calificaciones hay que tener un orden en las rutinas de sueño.
Cuando descansamos, nuestro cuerpo se recupera y reinicia: la memoria mejora, el sistema inmune se fortalece, la presión sanguínea baja, la inflamación en el cuerpo se reduce, la concentración y capacidad mental mejora y se recupera la energía.Foto: Getty Images. | Foto: Erik Snyder
  • Estimular la mente: La mente se debe acostumbrar a adquirir nuevos conocimientos. Con el fin de estimular las neuronas y la comunicación que hay entre ellas, la mente debe estar ejercitada. Aprender algo nuevo es una forma de poner a trabajar el cerebro y así cuando se quiera estudiar una materia se tendrá las habilidades para hacerlo.
  • Escribir a mano: Ordenador y móvil han sustituido en muchas ocasiones la escritura a mano, sin embargo, los expertos afirman que para retener la información es muy importante recuperar esta práctica. Con los resúmenes se sintetiza y piensa el contenido, se eligen las palabras correctas y se hilan las frases. Eso será de gran utilidad cuando hay que recordarlas en el momento del examen
  • Estudiar en voz alta: Escuchar las palabras en voz alta hace más probable que se recuerden. Por ejemplo, si alguien conoce una persona nueva y pronuncia su nombre varias veces en la primera conversación, es muy probable que en una próxima ocasión lo recuerde fácilmente.
  • No hace falta releer mil veces: Pocas veces pero en profundidad. Según los expertos, si se quiere ayudar al cerebro es mejor que se haga el esfuerzo de recordar lo que se leyó y no leerlo de nuevo.
  • Alternar las materias: Alternar las materias no solo te mantendrá despierto, sino que refuerza la memoria a largo plazo y profundiza el aprendizaje.
Estudios neurológicos muestran que la corteza cerebral de ambos hemisferios se activa de forma notoria cuando la lectura se realiza en voz alta. | Foto: Getty BBC
  • Utilizar la mano no dominante: Si eres diestro, prueba a utilizar la mano izquierda a la hora de comer con cubiertos o entrénate con una pequeña pelota utilizando la mano contraria a la dominante esto, según los expertos, puede ayudar a que la mente realice diferentes conexiones neuronales y se agilice el funcionamiento cerebral.