A pesar de que una mujer, Claudia López, se hizo al segundo cargo público más importante del país, la Alcaldía Mayor de Bogotá, los resultados de los últimos comicios regionales indican que el terreno que ellas deben recorrer para obtener representatividad política todavía es largo.

De las 1101 alcaldías que renovaron los mandatos el pasado 27 de octubre, solo en 131 fueron elegidas mujeres y en 9 de los 32 departamentos ningún municipio quedó una mujer a la cabeza.

En el Valle del Cauca, únicamente 7 de las 42 localidades tendrán alcaldesas: Obando, Andalucía, Ansermanuevo, Zarzal, Dagua, Alcalá y El Cerrito.

Ahora bien, en el caso del Concejo de Cali, a partir de enero próximo se aumentará en uno (a 7) el número de mujeres existentes en el periodo que está por terminar.

Pero en la Asamblea del Valle del Cauca se perdió representatividad, puesto que se pasó de tener nueve diputadas a seis.

Sin embargo, la analista política Laura de las Aguas Murillo es optimista: “Muchas veces la representación no debe medirse en cantidad, sino en calidad. Tenemos a una mujer como Alcaldesa electa de Bogotá, politóloga, preparada en la lucha anticorrupción, uno de los males que corrompen la política mundial. Además, con una condición sexual abierta que es criticada por el 90 % de los colombianos”.

Agrega que en el Valle del Cauca “tenemos a la Gobernadora electa con mayor votación a nivel nacional. Aquí ya teníamos a una mujer como gobernadora, pero no con esa votación”.

En efecto, Clara Luz Roldán sumó más de 950.000 sufragios, mientras que Elsa Noguera, que se hizo al primer cargo del Departamento del Atlántico, obtuvo más de 680.000 votos. Pero solo a partir del 1 de enero habrá dos gobernadoras en todo el país, frente a las cinco que ganaron en 2015.

Tal vez por ello Lina María Orozco, politóloga de la Universidad Javeriana, considera que en cuanto a la representación en el poder público, hay desigualdad con respecto a las minorías.

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“Las reivindicaciones de tantos colectivos (mujeres, afros, LGTBI, ecologistas, etc.), coinciden en la necesidad de hacer evidente que el terreno de juego, de nuestras interacciones, es estructuralmente desigual. Y no basta que mediante reglas se promueva el acceso al poder público. Es importante, pero no es lo único. Se requiere visibilizar los asuntos detrás de las reivindicaciones de estos colectivos y ver si efectivamente la representación se alinea con las agendas de esos colectivos”, explica.

Lo cierto es que Lisette Burgos González (Partido Liberal), una de las nuevas caras que llegará a la Duma del Valle a partir de 2020, asegura que su condición femenina le abrió puertas a su campaña: “Incluso los políticos dicen que es más serio hacer política con mujeres que con hombres. Nosotras somos más entregadas, responsables y dedicadas”.

Ella fue la segunda mujer más votada para esa corporación, con más de 29.000 votos, después de la también liberal Luzdey Martínez, quien logró sumar más de 37.700 sufragios.

No obstante, Laura De las Aguas reconoce que la discriminación “es una realidad, no solo en la política, en todo el sistema, y no solo en el género, también en la raza y hasta en la edad. Al Concejo entró una mujer joven, pero salieron otras. La renovación política no va solo en el género, también en las prácticas tradicionales: si la participación de la mujer en la política va a reproducir las mismas prácticas que han estado en cabeza de los hombres, pues no estamos en nada”.

Así de claro parece tenerlo Nydia Lucero Ospina, quien se convirtió en la primera alcaldesa de la historia de Obando: “Mis contrincantes me criticaban porque siempre usaba tacones y como Obando tiene mucha zona rural, decían que no iba a ser capaz de meterme allá en tacones. Pero con la gente me fue muy bien, me dediqué a mostrarles que yo quería hacer lo mejor para el pueblo y que era capaz de llevarlo mucho más allá”.

De igual forma los ojos estarán puestos sobre Ana María Sanclemente, quien se hizo al primer cargo del Municipio de Dagua tras más de dos décadas de estar en poder de los hombres y en tan solo un mes de campaña.

“Mis contrincantes decían que yo no iba a poder porque era una niña, que tenía 19 años, cuando tengo 29. Pero nosotros decidimos no hacer una campaña de odio, sino enfocarnos en mostrar lo que queríamos trabajar”, agregó la Mandataria electa, quien reemplazó como candidata a su mamá, afectada por posibles inhabilidades.

Al final, la analista De las Aguas sugiere no hablar de “lucha”, porque la política debe tener es una reivindicación con las mujeres: “No debemos pelear contra nadie, la batalla es interna, es del mismo género; las mujeres nos hemos preocupado tanto por superar a los hombres, que dejamos a un lado las cualidades que solo nosotras tenemos”.

Más electas

Para la Asamblea del Valle del Cauca también resultaron electas Myriam Cristina Juri (Partido Liberal) y Paola Andrea Arenas y Catherine Morales Buitrago (Alianza Verde).

A ellas se sumará Griselda Janeth Restrepo, a quien ayer la Registraduría Nacional le entregó la credencial que la certifica como diputada, luego de obtener la segunda votación en la contienda por la Gobernación del Valle del Cauca.

Ellicel Arcila Posso se convirtió en alcaldesa de Andalucía, tras más dos décadas de hegemonía masculina en el Municipio, al obtener más de 12.000 votos.

Además de Diana Rojas, en el Concejo de Cali estarán: Audry María Toro y Tania Fernández (Partido de la U), María Isabel Moreno (Alianza Verde), Alexandra Hernández (Cambio Radical), Ana Leidy Erazo (Polo Democrático) y Natalia Lasso Ospina (Colombia Justa Libres).