Tres nuevas caras esperan llegar al Concejo de Cali de la mano de los partidos Liga de Gobernantes Anticorrupción, Centro Democrático y la U, cuando se celebren las próximas elecciones territoriales que tendrán lugar el 29 de octubre, donde además se elegirán alcaldes, gobernadores, asambleístas y ediles.
Uno de los aspirantes al cabildo es Rodrigo Calderón Solarte, con 50 años de edad, abogado de profesión, agente de Policía jubilado, pastor y capellán cristiano, aspira a uno de los escaños por la Liga de Gobernantes Anticorrupción.
Avalado con el número 6 en el tarjetón que se les presentará a los electores el próximo 29 de octubre, el jurista quiere, desde esa corporación, ejercerle un control político al próximo alcalde de la ciudad y planea presentar proyectos que sean de beneficio para la capital del Valle del Cauca.
Casado y padre de una niña, Rodrigo se crió en el barrio El Vergel, ubicado en el Distrito de Aguablanca, por lo que entre sus aspiraciones está trabajar por la población vulnerable de la ciudad. En su recorrido como servidor público, fungió como policía comunitario en la Comuna 13 y desde ahí trabajó con niños, niñas y adolescentes de la Policía Cívica Juvenil.
Asimismo, desempeñó diversas actividades con jóvenes en alto riesgo psicosocial, contribuyó con comedores comunitarios y grupos de la tercera edad. Calderón, también ha apoyado programas de escuelas deportivas, para “mejorar la calidad de vida de nuestra juventud”, actividad a la que espera seguir contribuyendo desde el Cabildo.
Del mismo modo, ha trabajado en frentes de seguridad local.
A su vez, Juan Felipe Murgueitio, candidato por el Centro Democrático, asegura que “el Concejo actual, y los demás, han funcionado más como una notaría del Alcalde de Cali que como un órgano regulatorio”.
De 29 años, menciona que quiere ocupar una de sus 21 curules porque siente “la necesidad de hacer algo, de dar un paso al frente, y de ponerme la 10″. Es comunicador social de profesión y magíster en gestión pública. Murgueitio es avalado por el Centro Democrático con el número 10 en la lista de ese partido al Concejo.
“Me apasiona el servicio público, hacer política, generar soluciones a problemas de todo tipo, y no le tengo miedo a las complejidades que enfrentamos como sociedad caleña”, asevera el aspirante a un escaño en la junta directiva de la ciudad.
A propósito, plantea que trabajará para “amarrar un porcentaje del presupuesto de seguridad al ingreso por predial de la ciudad, con el fin de garantizar un mínimo vital de seguridad”. Del mismo modo, Murgueitio indica que contribuirá para que haya más oportunidades de empleo y estudio para la ciudadanía.
El comunicador social enfatiza: “Quiero organizar los espacios públicos que están abandonados, para habilitar stands que puedan ser usados por microempresarios, en los que puedan ofrecer sus productos”.
Asimismo, Yesica González, candidata al Concejo por el Partido de la U, es oriunda de Argelia, pero adoptada desde muy corta edad por Cali. Ella está avalada por el Partido de la U con el número 10 en el tarjetón, la vallecaucana quiere “ser la voz ante la Administración Municipal de los sectores caleños”. De hecho, celebra la oportunidad que ha tenido de compartir en sectores microempresariales, culturales y agroindustriales.
Además, la aspirante dice que, al hacer un recorrido por las comunas de la ciudad, y conocer “historias de vida muy difíciles”, le apuesta a contribuir con trabajo social comunitario a los diferentes sectores vulnerables de la ciudad.
“Es la comunidad la qué ha propuesto mi nombre para que sea candidata al Concejo y, ante ese ofrecimiento que conlleva tanta responsabilidad, acepte. Con el apoyo de muchos líderes y distintos sectores seré su Concejala”, subraya la aspirante a uno de los escaños.
González menciona que le “apasiona el servicio social”, porque ponerse en los zapatos de los demás, escuchar a la comunidad y conocer sus necesidades es lo que hoy la convierte en una aspirante.
De llegar a esa corporación, propondrá cuatro iniciativas para ingresar al Plan de Desarrollo del Municipio y, de esa manera, fortalecer a Cali y convertirla en una ciudad más prospera.