La ‘Sucursal del Cielo’ luce más bonita desde que sus ediles decidieron apostarle a proyectos ambientales que han embellecido las diferentes comunas de la ciudad y con los que se ha logrado crear en la comunidad un sentido de pertenencia por su entorno.
Se trata de iniciativas de reforestación y embellecimiento paisajístico de parques, zonas verdes, corredores ambientales y áreas de reserva, así como de proyectos de huertas comunitarias con los que se le ha cambiado ‘la cara’ a múltiples espacios que estaban descuidados y deteriorados.
“Los ediles de las 37 Juntas Administradoras Locales (JAL) de Cali, es decir, de las 22 comunas y los 15 corregimientos de la ciudad, estamos desarrollando estos proyectos de manera articulada con las Juntas de Acción Comunal (JAC), la comunidad, el Dagma y la CVC con el objetivo de impactar positivamente nuestros entornos”, explica Cristian Perea, presidente de la Asociación de Ediles de Cali.
La huerta que nació en pandemia
En abril, cuando la ciudad se encontraba en pleno confinamiento por el coronavirus, a Éduar Delgado, miembro del comité de deportes de la JAC del barrio Jorge Isaacs, se le ocurrió la idea de convertir la caseta de la Junta en una huerta, como la que tiene en su casa.
“Hablé con un arquitecto, con otros miembros de la JAC y todos me dijeron hágale”, recuerda.
En ese entonces, la caseta estaba inoperante y la maleza se había apoderado de sus zonas verdes.
“Limpiamos el monte y en vasos desechables de 7 onzas empezamos a sembrar las primeras semillas. Hoy la huerta tiene cultivos de papaya, sandía, tomate, yuca, cebolla, zapallo, maíz, habichuela, zanahoria, lechuga, espinaca, apio, cilantro, moringa, y cimarrón”, señala Humberto Sánchez, secretario encargado de la JAC del barrio Jorge Isaacs, ubicado en la Comuna 4, norte de Cali.
Duván López, edil de la Comuna 4, indica que las plantas que se cultivan en la huerta también son obsequiadas a los habitantes del barrio, a quienes se les enseña a sembrar en su hogares.
“Lo que queremos a futuro es convertir al Jorge Isaacs en un ecobarrio y también reproducir esta idea en toda la comuna 4 con el fin de hacerla sustentable en los temas de soberanía y seguridad alimentaria”, dice López.
Asimismo, asegura que con el propósito de volver la huerta autosostenible, se tiene contemplado construir en ella a mediano plazo un sistema de páneles solares, así como uno que permita recolectar las aguas lluvias para el suministro del agua.
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El separador de la 39 que se volvió un jardín
“Si tú pasas por la 39, mira cómo ha cambiado, con un esfuerzo de todos, mira lo que hemos logrado. Si la cuidamos tú y yo, seguro será mejor, si la cuidamos tú y yo, la 39 se ve mejor”. Esta canción, con ritmo de currulao, la compuso Aurelia Carvajal, quien hace dos años se puso ‘la 10’ con el propósito de cambiarle ‘la cara’ a la Carrera 39, a su paso por el barrio El Retiro, en el oriente de Cali.
La mujer afro, de 66 años, cuenta que el separador vial de ese corredor era como el antiguo ‘basuro’ de Navarro, puesto qua allí llegaban personas de las diferentes comunas de la ciudad a depositar las basuras y los escombros, e incluso, hasta había alambres con tendidos de ropa.
“Entonces con la comunidad nos propusimos recuperar este espacio. Empezamos a hacerles cartas a los comerciantes y vecinos, hicimos una ‘sancochada’ para recoger fondos y tuvimos el apoyo del Dagma y de Emas (empresa de aseo)”, comenta la también coordinadora de la mesa ciudadana de la Comuna 15.
Hoy, gracias su labor, la de los ediles y a la de los demás miembros de la comunidad, el separador vial de la Carrera 39 se convirtió en un jardín de flores ornamentales y árboles frutales, que es cuidado por las personas que viven a su alrededor.
“Tenemos una estrategia que es el pito ambiental, que consiste en que si ves a alguien que con una carretilla quiere arrojar escombros en el corredor, el vecino pita y todos salimos y no lo dejamos”, explica Carvajal.
Por su parte, Carolina Lasso, edil de la Comuna 15, donde queda el barrio El Retiro, dice que “el impacto de nuestro trabajo ha sido muy importante porque la única zona verde que tiene este sector es el separador de la Carrera 39, que antes estaba descuidada y ahora es un sitio hermoso y agradable”.
Un parque comunal que se reverdeció
Hace 20 días, el parque ubicado atrás de la Institución Educativa Antonio Nariño, con sede en el barrio Vallegrande, en el oriente de Cali, era un espacio impactado por el consumo de sustancias psicoactivas y que se había convertido en el parqueadero de los carros y las motos de los habitantes de ese sector de la ciudad.
Sin embargo, gracias a un trabajo de reforestación que hicieron los ediles de la comuna 21, los miembros de la JAC, el Dagma y la comunidad, hoy el parque recobró su vocación y volvió a ser un sitio para el disfrute ciudadano.
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“Las familias han encontrado en este espacio un lugar de encuentro, las personas hacen picnis, talleres recreativos, los niños juegan y los muchachos se divierten sanamente. Además, ya no se ven carros parqueados en la mitad de las zonas verdes”, expresa Juan Manuel Mancilla, edil de la comuna 21, donde queda el barrio Vallegrande.
Agrega que, de ahora en adelante, lo más importante será que la comunidad tome consciencia sobre el cuidado del parque y de sus nuevos árboles, por lo que hace un llamado a las personas “para que se comprometan apadrinar un arbolito y a regarlo permanentemente con el fin de que pueda crecer de forma saludable”.