Impacto, motivación e inspiración es la trilogía de vida de Allison Avendaño Cruz, una pequeña emprendedora que se caracteriza por hablar como una mujer de negocios experimentada y quien ha demostrado tener una visión mundial del emprendimiento, pues su empresa de marketing digital capacita a niños de diferentes partes del mundo y cuenta con inversionistas de alto nivel.
Allison es una niña de 11 años, hija de Alejandro Avendaño y Mónica Cruz, una pareja conformada desde hace doce años, quienes se desempeñan como independientes en el mundo laboral, y es hermana mayor de Emanuel, su confidente más cercano. Precisamente, su familia se mudó a Medellín para apoyar su emprendimiento.
Su gusto por ir al parque a divertirse como cualquier niña de su edad, es casi igual a su interés por el marketing digital. Además de tener su empresa digital, crea contenido educativo en redes sociales como Instagram, plataforma donde hoy tiene más de 36.000 seguidores, y YouTube, en la que cuenta con más de 1370 suscriptores.
“Mi proyecto se llama Digitally School y es una escuela digital de emprendimiento para niños hecha por niños; donde se enseña cómo convertir ideas, sueños o talentos, en emprendimientos con propósitos”, afirmó la menor, quien cuenta con una certificación universitaria de eCommerce Manager, en American Bussines College, una institución educativa que está avalada por la Universidad Global de Florida.
La pequeña emprendedora afirma que el marketing digital ayuda a orientar a las empresas hacia un público objetivo. Hoy no se puede permanecer ajenos al mercado para lograr acrecentar un negocio.
Actualmente, de su emprendimiento educativo participan 30 estudiantes, que viven en diferentes países del mundo como Alemania, Perú, México, Estados Unidos y Colombia. Frente a esto, esta apasionada por jugar ajedrez con su familia, expresó que su meta a corto plazo es llegar a mil niños y a futuro a dos mil alumnos activos.
Digitally School está diseñada de una forma dinámica, pues logra convertir la educación en un proceso divertido e innovador. En los programas los estudiantes encuentran clases pregrabadas que les permite vivir el aprendizaje a su ritmo, y además, disponen de clases en vivo donde tienen la oportunidad de vivir momentos divertidos y resolver todas las dudas con la emprendedora que es elocuente y tiene, a su corta edad, muy claras sus ideas.
“En aspectos generales, les enseño cómo diseñar su marca, cómo crear el contenido de las redes sociales con el fin de impulsar sus productos y llamar la atención de las personas. Asimismo, los capacito sobre cuál es la plataforma que más les puede ayudar, cómo fortalecer su emprendimiento y hacer realidad su idea de negocio”, concluyó la pequeña que considera un tesoro el tiempo compartido con su familia.
Su ingenio, creatividad, valentía y resiliencia para cumplir sus sueños y crear negocios, le dieron el impulso para ser CEO, (‘Chief Executive Officer’) es decir, directora ejecutiva de Digitally School, escuela que fue creada el 2 de diciembre de 2021 como resultado de las solicitudes que le hicieron padres de familia en sus redes sociales.
Así, publicó su primer curso llamado Fábrica de Sueños, en el cual brindaba el paso a paso de cómo transformar una idea en un emprendimiento con propósito. La grabación de este espacio educativo fue dirigido y pensado por ella, quien con el tiempo ha fortalecido su don de enseñar.
“Yo pienso el contenido y organizo la información de los programas y un camarógrafo me ayuda a grabar y editar los videos, después los subo a la plataforma”, anotó Allison, quien en la pandemia estuvo estudiando desde casa y ahora continúa con esa modalidad de estudio cursando quinto de primaria, lo que le permite potencializar su conocimiento sobre las herramientas digitales.
Cabe mencionar que, el 10 % de las ganancias adquiridas por Allison son entregadas a la Fundación Niños del Sol, de Envigado, Antioquia, que se dedica a ayudar a menores de edad abandonados y con VIH. Así, con su contribución monetaria, busca ayudar a todos los niños de la entidad.
“Me encanta poder ayudar a otros niños que estén en condiciones de vulnerabilidad porque es importante, ya que es parte de mi propósito. Yo tengo el movimiento 1BP, que es impactar a un billón de personas”, dice.
Digitally School es una escuela digital de emprendimiento de niños para niños. Actualmente cuenta con la participación de 30 estudiantes de diferentes partes del mundo.
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Nadando con tiburones
Con el fin de perseguir su sueño, con tan solo 11 años estuvo participando a finales de septiembre en la temporada de Shark Tank Colombia, el famoso reality show donde emprendedores presentan sus ideas y/o proyectos a los ‘tiburones’, cinco titanes de la industria, y los convencen para invertir en sus negocios.
La pequeña logró conseguir US$15.000, unos $72.425.250, para impulsar su empresa, ya que, sin dudarlo, los cinco tiburones decidieron ofrecer sus conocimientos y dinero para ayudarle a crecer en la industria de la educación online.
“Con esta inversión vamos a regrabar el programa para que sea más profesional e interactivo con los niños. Además, se comprará un computador de alta capacidad como herramienta de trabajo. Y por último, impulsaremos mi inglés para poder impactar a un mercado más amplio”, anotó la emprendedora nacida en Villavicencio, Meta, y que hoy vive en Medellín, Antioquia.
Digitally School se está transformando para impactar cada vez más fuerte en la sociedad con contenido de calidad e innovación. “Se está modificando a partir de lo que a mí me gusta y sé que les gustará a los demás niños. Precisamente, estuvimos realizando el proceso de regrabación y edición, con el concepto principal del dinamismo, que buscamos lograrlo por medio de diferentes efectos visuales, movimientos e imágenes”, confirmó la CEO.
Por eso, sus programas educativos de emprendimiento para niños de 6 a 14 años serán relanzados en su página oficial www.digitallyschool.com. Los interesados podrán inscribirse en el mes de diciembre a los cursos Fábrica de Sueños y/o Creadores de Éxito. Cada programa tendrá un costo diferente.
En el corto plazo, Allison espera lanzar nuevos cursos, llegar a más niños y fortalecer ese movimiento que bautizó 1BP (Impactar a un billón de personas).
El origen de todo
Frente a situaciones económicas difíciles que vivían sus padres, Allison quiso convertirse en una ficha clave de soluciones para su familia. De hecho, reflejando su optimismo, un día le dijo a su madre: “Van tener que inventar nuevas cifras para contar todo lo que Dios nos va a dar”.
“Comencé a buscar ideas de empresas billonarias y ahí empecé a aprender de marketing digital”, relató al detallar que en realidad no pretendía monetizar el conocimiento, solo quería ayudar a sus padres a comprender mejor todas esas estrategias.
Sin embargo, después de la tormenta vino la calma, todo, gracias a sus habilidades en la docencia, pues sus padres la incentivaron a compartir sus conocimientos con el mundo. Esto fue un paso para que Allison comenzara a demostrar su gusto por el mundo digital y creara contenidos educativos para redes sociales.
Desde entonces, Ally.emprende sube videos en los que explica su estrategia de negocios y da consejos a sus seguidores sobre cómo crecer en el ecosistema de la economía digital. Precisamente, el público de las redes sociales, la incentivó a que le brindara mentoría a otros niños que tuvieran planes de negocio. Así, surgió su escuela digital.
De espíritu emprendedor
“Antes que todo, soy hija de Dios y me encanta tener esa entidad clara”, afirmó con sinceridad Allison, quien se ha caracterizado por contar con un espíritu emprendedor desde temprana edad.
De hecho, su primer negocio lo creó cuando tenía 4 años y apenas hablaba fluidamente. Aprendió a hacer manillas con papel y se las vendía a sus papás.
Asimismo, cuando ya tenía 8 años, se le ocurrió que podía vender buñuelos a sus conocidos, pues estaba cerca la Navidad y era una receta que le gustaba mucho. Logró vender cerca de 300 y 500 unidades.
Durante años, su espíritu se ha fortalecido por el apoyo que le brinda su familia. “Siempre me apoyan y me siguen motivando e inspirando, han estado ahí incondicionalmente para ayudarme crecer en todos estos procesos”, explicó la CEO de Digitally School.
Sus padres supervisan todo el proceso de producción educativa de su emprendimiento, pues Alejandro Avendaño es el ‘closer’, la figura que aumenta el flujo de las ventas de alto valor y Mónica Cruz desempeña su rol como community manager, responsable de construir y administrar la comunidad online.
En diez años la pequeña emprendedora se ve impactando en todo el mundo con su movimiento 1BP, gracias al fortalecimiento y crecimiento que tendrá Digitally School y a la creación de su fundación que ayudará a las personas más necesitadas.