Siete niños y jóvenes colombianos han tenido un importante espacio en la 9° Feria Internacional de Aves, Colombia Birdfair 2023, para compartir y escuchar las experiencias en torno a las aves en Colombia BirdFair Chic@s. Esta sección de la Feria se realizó en el auditorio Bernardo Garcés Córdoba de la CVC, el jueves pasado y contó con entrada libre y acudieron alrededor de 160 personas.
Se trata de un grupo de chicos que buscan empoderar a otros e invitarlos a sumarse a las iniciativas de conservación, a través de actividades que propicien conocimiento, amor y respeto por sus hábitats, por el medio ambiente y su conservación.
Los niños y jóvenes convocados para la tercera edición de Colombia Birdfair Chic@s son: Juan Esteban Orozco, de Tuluá, Juan Antonio Hoyos, de Argelia, Valle; Sara Manuela Suárez Alvira de Neiva, Huila, Sebastián García Holguín, Avril Sánchez Rojas, Gabriela Yépez y Ami Mejía Rodríguez, de Cali.
Juan Esteban Orozco
Joven entusiasta de la observación y la fotografía de aves. Tiene 15 años, vive en Tuluá y cursa noveno grado. Practica la observación de estos animales desde los 9 años y guía para turistas observadores y fotógrafos de las mismas en la región de Buga, territorio de aves, en donde también realiza talleres sobre aves y conservación con niños de escuelas. Artesano, ilustrador y pintor, Trabaja actualmente en la realización de una guía de aves del centro del Valle del Cauca.
" En mi casa tenían muchas aves ornamentales, empecé a pegar sus plumas en un cuadernito y le ponía de qué ave eran: gallinas, pavos, entre otros. Le mostré lo que hacía a mi profesora de biología, y me dijo que eso tenía un nombre ornitología y descubrí que no estaba loco", cuenta el también ilustrador, artesano y guía turístico.
Para él, una de las enseñanzas que le ha dejado el pajareo es que "para ser feliz, solo necesitas, unos binoculares, y salir a pajarear. Y que debemos empezar a dar conciencia a la gente, de que en vez de deforestar para meter ganado, siembren árboles y creen una reserva, enseñarle al campesino que no es culpa del águila que come sus gallinas, entre muchas otras".
Dice que Colombia Birdfair es su feria favorita, porque a través de esta ha conocido personas muy importantes en el pajareo.
Juan Antonio Hoyos Cardona
Estudia quinto de primaria, tiene 10 años y vive en el municipio de Argelia, en el Valle del Cauca. Pajarero orgulloso desde los 7 años, certificado en Manejo de Recursos Tecnológicos para la Identificación de Aves, por el laboratorio de Ornitología de la Universidad Cornell, Estados Unidos.
Su interés en las aves nace en 2020 como forma de conexión social, ambiental y familiar con su tío y su papá, con quien comparte la pasión por su identificación y conservación. Desde junio del 2022, Juan Antonio es practicante de Agroecología para la Producción de Productos a base de café, enfocados en la conservación de aves. Productos certificados con el sello de negocios verdes por el Ministerio del Medio Ambiente y la CVC.
"Con mi familia, empezamos a ir a eventos sobre aves, cada vez me empezó a gustar más, con el tiempo quise ir aprendiendo un poco sobre ellas y a admirarlas", relata este chico cuya labor en avistamiento de aves "se basa en reconocerlas, por color, tamaño y forma del pico, la mayoría de veces confirmo con la guía".
A los niños y jóvenes que se inician o quieren comenzar en este arte, les recomienda que "no paren, es un aprendizaje con buenos fines, pero les advierto que es un poco extenso".
Sara Manuela Suárez Alvira
Vive en Neiva, Huila, Colombia, tiene 15 años y cursa el décimo grado. Es una de las líderes de la Fundación Pajareritos, una red de niños observadores de aves en el Huila desde hace dos años. Ha recorrido el departamento del Huila haciendo actividades de observación, monitoreo de aves y programas de conservación y preservación como: Soy Huila, Soy Águila Real de Montaña y 1900 Nidos, entre otros.
Le gustan las aves porque, dice, que "reflejan libertad. Observarlas requiere mucha paciencia, me invitan a explorar el mundo, pero sobre todo me recuerdan que la belleza está en cada ser vivo de este planeta".
"Tuve la fortuna de vivir mis primeros años en un municipio del Huila, en El Pital. Mis bisabuelos maternos tienen una finca muy linda cerca al pueblo y todas las mañanas escuchaba lo que para mis oídos era un concierto, el trinar de decenas de aves. El despertar en el campo colombiano es la mejor sensación del mundo, allí en el zaguán con el olor de un café recién hecho, escuchaba las historias de gorriones, pitojuis, rompeleñas, trespies, contadas por mi bisabuela Elena y mis abuelitos, admiraba demasiado la capacidad de identificar cada ave tan solo con el sonido. Con el tiempo llegué a vivir a Neiva, y conocí una amiga y compañera de estudio de mi mamá, la profesora Alexandra Mañosca Lasso, y para mí fue toda una revelación, quería saber todo sobre las aves, su plumaje, su pico, sus costumbres, su canto. Es una experiencia increíble, ahora me es imposible simplemente escucharlos, quiero verlos, fotografiarlos, aprender sobre ellos".
Su misión, afirma, "es hacer lo imposible para conservar y preservar las aves, llevando el mensaje de su importancia en el equilibrio de los ecosistemas. Cada avistamiento es la oportunidad de contagiar a mi familia, amigos, vecinos, y a toda la comunidad del amor por la naturaleza. Estamos recorriendo el departamento, y en un futuro el país para identificar las aves, monitorear la salud de las especies, generar conciencia en los habitantes de las regiones sobre la fortuna de encontrar este tipo de especies en sus tierras".
Enfatiza que las aves "son el mejor indicador de que una región, zona o ecosistema está bien. Su importancia en el medio ambiente es capital, ellas también polinizan las plantas, hacen control de insectos y esparcen las semillas. La práctica del avistamiento de aves requiere de unas cualidades que se deben trabajar con el tiempo, paciencia, perseverancia, capacidad de escuchar, todo esto me enriquece a nivel personal, me da autocontrol".
Convoca a jóvenes como ella, que quieren seguir en el mundo del pajareo "leer muchísimo, descubrir todo lo que les rodea, permitirse sentir admiración incluso por la ave que parezca más común, analizar todos sus comportamientos". E invita a cada vez más jóvenes a través del pajareo, a "sembrar y promover conciencia ambiental a través de la observación y conservación de nuestras amigas emplumadas y sus hábitats".
Ella sostiene que "Colombia Birfaird es un espacio que nos brinda a los pajareros de Colombia y del resto del mundo, la oportunidad de compartir conocimientos, experiencias, historias y vivencias en torno a las aves. De esta manera podemos consolidar todo estos saberes y continuar con el propósito que nos une: fortalecer la observación y la conservación de las aves en nuestro país".
Sebastián García Holguín
Es un niño de 10 años que cursa 4° de primaria en el Gimnasio La Colina de Cali, Colombia. Durante el 2020 y 2021 hizo un año fuera de la escuela, y con su papá, Mauricio García, se dedicó a viajar por Colombia y a aprender de otra manera. Fue así como descubrió el amor por las aves, teniendo la oportunidad de aprender de ellas, identificarlas, fotografiarlas y disfrutar del pajareo.
Avril Sánchez Rojas
Tiene 10 años y vive en Cali. Es observadora de aves y participa activamente de talleres relacionados con la observación y la pintura de aves. Artista y creadora de la marca Atelier Le Fleur, taller de costura y bordado. Ha dirigido talleres de pintura de aves para niños, jóvenes y adultos en varios barrios de la ciudad.
Es una guardiana de las aves, "cuando caen de su nido, las cuido y protejo, para que luego mi hermano las aliente a volar. También me gusta dibujarlas, encariñarme, darles un nombre. En mis caminatas observo su comportamiento e imagino historias de su vida".
Admira de ellas "el valor de la paciencia, la belleza de la naturaleza, la capacidad de trabajo y el empeño para construir cosas y el valor de la familia".
Considera que el pajareo es una tarea de niños y niñas también, "las aves son muy especiales, necesarias para la continuidad de la vida, con talento para polinizar. Tienen muchos colores, algunos que cambian con la luz del sol y la oscuridad, poseen distintas formas de volar".
Para ella la Feria de las Aves es la oportunidad también de aprender y de encontrar objetos artísticos y de diseño inspirados en aves como su emprendimiento y el de otras organizaciones aliadas a la Colombia Birdfair 2023, además de disfrutar de talleres y conferencias de primer nivel.
Ami Mejía Rodríguez
Es un yumbeño de 10 años, estudia en el Colegio Ideas de Cali. Es amante de los carros 4x4, la montaña y la naturaleza. Desde bebé ha participado activamente en la creación de la Reserva Natural Madhú, ubicada en el municipio de El Cerrito en el Valle del Cauca. En Madhú, Ha descubierto un bello y biodiverso territorio junto a su familia. En la Reserva Ami realiza actividades de la guianza, fotografía e ilustración.
"Descubrí mi admiración por las aves gracias a mi padre, Juan Martín Mejía y a la Reserva natural Madhú. Comencé con los binoculares, luego mi padre me regaló una cámara y desde ahí le tomo fotos a todo tipo de pájaros, comunes, no tan comunes, y aprecio sus colores y aspectos", dice este fotógrafo y guía.
Suele guiar a las personas sobre qué especies de aves hay en la reserva, hacia dónde ir, y lleva el registro los pájaros que existen en la reserva.
De las aves ha aprendido que "cuando se comen una semilla, en su popó sale la semilla, y de ahí crece un árbol, donde otro árbol se come la semilla. Es un proceso de meses y años".
Invita a chicos como él a sembrar "más árboles, para que hayan más pájaros en el mundo, y así los puedan ver, apreciar y disfrutar de sus colores".
Gabriela Yepes Erazo
Observadora de aves de 12 años, vive muy cerca al Parque Nacional Natural Farallones de Cali, el corregimiento de la Leonera. Es estudiante de la Institución Educativa la Leonera. Disfruta de las salidas a las zonas boscosas del Parque Farallones, donde realiza avistamiento de aves en parajes hermosos y senderos llenos de biodiversidad y naturaleza.
"Vivo en un entorno donde habitan muchas especies de aves, de las que procuro cuidarlas, así como también su entorno. La enseñanza que me ha dejado es que debo cuidar mi entorno, que también es el de los animales, en especial, las frágiles aves", asegura.
Para ella, el Colombia BirdFair cumple una labor maravillosa, "permite conocer las hermosas aves que habita en Colombia, eso ayuda a la economía del país por medio del turismo que atrae".