El concurso Yo me llamo se centra en todo lo que los participantes hacen para llegar a ser casi idénticos a grandes estrellas de la canción, pero en las emisiones también hay espacio para desgranar recuerdos y quién mejor para ello que Amparo Grisales, una de sus jurados.
Con más de medio siglo de carrera en la televisión, el cine y el teatro, cada vez que puede, la artista revela detalles de sus encuentros con los actores y cantantes con quienes se ha topado en tan fructífera carrera.
En una reciente emisión, el turno fue para Julio Iglesias, a quien la Grisales evocó cuando vio aparecer a un concursante deseoso de ganar el concurso como el doble de Enrique Iglesias, el hijo cantante del español.
“Ven para acá porque yo fui novia de tu papá”, le dijo al participante, trayendo a colación el romance que tuvo con él en los años 70.
En ese momento, recordó Amparo, ella protagonizaba la telenovela Manuela, basada en la novela clásica, del mismo nombre, de las letras colombianas, escrita por Eugenio Díaz Castro.
Iglesias, prosiguió la actriz, no tenía el reconocimiento mundial de ahora, cuando es considerado el cantante más famoso del mundo, aunque sí era muy popular.
En efecto, en ese momento, Iglesias ya había tenido una incipiente carrera como futbolista y fascinado en el Festival de Benidorm con La vida sigue igual, pero lo mejor estaba por llegar.
Mientras toda esa gloria llegaba, como lo relató Amparo, se conocieron en un restaurante durante una visita que él hizo a Colombia y se flecharon.
El romance ahora es solo un bonito recuerdo, pero Grisales contó que la amistad sigue intacta.
No es la primera vez que la actriz habla de ese amorío con Iglesias, sino que, de hecho, los dos se sentaron a hablar del tema en una emisión del programa Yo, José Gabriel, hace 20 años.
Rescatar algunos pedazos de esa charla, resulta un buen complemento para el abrebocas que ofreció Grisales en Yo me llamo.
En ese momento, le contaron a José Gabriel Ortiz, el anfitrión del programa, ambos se acababan de separar: él de Isabel Preysler, hoy la reina de la alta sociedad española y excompañera sentimental de Mario Vargas Llosa, y ella del pintor argentino Germán Tessarolo, con quien se había casado a los 16 años.
En el restaurante donde se conocieron, Iglesias la invitó a uno de sus conciertos, en medio del cual le dedicó su canción Manuela, que coincidía con el nombre del personaje que ella encarnaba en la novela.
Grisales también narró en ese momento que Iglesias le dijo que se parecía a la Preysler, quien es filipina, lo cual no es nada descabellado, pues ambas tienen los ojos rasgados.
“¿Por qué les dices eso a todas? Me dan celos”, anotó Amparo, ante lo cual el cantante explicó, en efecto, que los ojos eran muy similares.
Iglesias dijo que si no se hubiese encontrado en “semejante desmadre”, refiriéndose a su fracaso matrimonial con la Preysler, ahora estarían juntos y tendrían cuatro hijos.
Amparo también reveló que si el romance no prosperó, la amistad seguía intacta.
“Cuando yo me lo encuentro y me invita a cenar, porque todavía nos vemos a veces, está Miranda (la esposa de él) y le dice: ‘Ella ha sido mi novia’. Él es un divino y Miranda es una divina… entonces le dice a la gente: ‘Yo amo a esta mujer [Amparo] porque me conoció en las vacas flacas’”.