Cada región del país tiene sus propios platos navideños, pero para los colombianos la Navidad no sabe a lo mismo sin la natilla o los buñuelos.

Y es que con certeza sabemos que las festividades convocan siempre en la mesa estos deliciosos manjares, pero, ¿de dónde viene esta costumbre? Julián Estrada, antropólogo, cocinero e investigador, asegura que la natilla es la derivación de una costumbre muy presente en el mundo: endulzar la leche con azúcar.

“Esa práctica, por supuesto no era de la cocina indígena sino de las españolas y africanas, que además le agregaron canela. Acá, en el Nuevo Mundo, le añadimos el maíz en medio del proceso del mestizaje entre los fogones”, agrega Estrada.

Y es que debido a su antigüedad y su paso por varias manos, este postre tradicional tiene miles de variaciones y recetas que incluyen merengue a base de huevo, caramelo, galletas, almendras, vainilla, plátano, frutas cítricas, chocolate blanco y turrón, entre muchas otras, y de igual manera tiene diversos trucos en sus puntos de cocción como su preparación al baño María, que es un procedimiento tradicional hoy adoptado por los chefs de la alta cocina.

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Entre tanto, al igual que la natilla y como producto de la transculturización, las bolitas esponjosas elaboradas con base en la harina de un cereal y freídas en aceite, que hoy llamamos buñuelos en Colombia, también llegaron a nuestro territorio desde la época de la Conquista pues ya habían sido heredadas por los españoles a través de la influencia culinaria de los moros que habitaron el sur de la Península Ibérica por más de ochocientos años.

Desde su llegada a América, se adoptó el maíz como su materia prima y su técnica de preparación ha trascendido a través de las generaciones desde las manos de las cocineras africanas hasta hoy, a tal punto que, por ejemplo, el buñuelo costeño es una versión casi exacta de los akkra, muy populares en Ghana, Togo, Benín, Malí, Gambia y Nigeria.

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“Millones de personas disfrutan de buñuelos como parte de su celebración de Navidad. Su sabor característico es símbolo de la llegada de diciembre. Por eso, desde Maizena buscamos llenar de sabor las celebraciones de fin de año, porque sabemos que no ha sido un año fácil y que necesitamos de la compañía de nuestra familia, ojalá alrededor de mesas llenas de deliciosos platos” dice Juan Martín Ramírez, gerente de mercadeo de Unilever Colombia, quien comparte un recetario, con preparaciones tradicionales para estas fechas.

Buñuelos esponjosos

RECETA PARA 20 UNIDADES

Ingredientes:
-1 taza de queso blanco (costeño) rallado.
-1 taza de fécula de maíz o Maizena.
-1 huevo entero.
-Agua de panela o papelón para humedecer.
-1 cucharadita bicarbonato de sodio.
-Aceite para freír.

Preparación:
-Unir el queso rallado y la taza de maizena, con una pizca de bicarbonato.
-Agregar el huevo.
-Humedecer la mezcla hasta unificar, que no quede muy empapada.
-Formar bolitas y freír en aceite no tan caliente.

El secreto: se debe hacer una bolita de buñuelo para probar si el aceite está en la temperatura ideal, para que no se revienten. Si esta sube entre el segundo 5 y el 12, es idónea. Si burbujea muy rápido, hay que bajar la temperatura. El queso costeño debe estar muy bien molido; si no, se revienta.

Cremoso de Natilla con frutos secos

CANTIDAD: DE 8 A 10 PORCIONES 

Ingredientes:

-600 ml de leche deslactosada
-1/2 taza de Natilla Maizena sabor tradicional (1/4 de caja)
-200gr de queso crema
-1 paquete pequeño de nueces (100grs)
-2 cucharadas de azúcar blanca o en polvo
-1 limón
-6 piezas de barquillos
-Recipientes pequeños

Preparación:
1. Trocear el mix de nueces y llevar a un sartén a tostar ligeramente a fuego medio bajo.
2. Verter en un recipiente la leche deslactosada y diluir la natilla sabor natural, llevar a cocinar hasta hervir 4 minutos y agregar las nueces tostadas. Mezclar bien.
3. Disponer la Natilla en recipientes medianos. Cubrir hasta la mitad y reservar.
4. Batir el queso crema junto con el azúcar y el zumo de medio limón hasta tener una mezcla homogénea y cremosa. Adicionar una cucharada colmada de queso batido encima de la natilla y con la ayuda de una cuchara, aplanar la cantidad.
5. Llevar a refrigeración. Encima del queso, decorar con barquillos troceados.