El  actor colombiano Andrés Felipe Martínez, quien ha participado en roles de novelas como 'Pasión de Gavilanes' y 'Padres e Hijos', contó lo que ha tenido que vivir en Estados Unidos, luego de que decidiera decirle adiós a la actuación.

El actor que hizo su rol como Malcolm en 'Pasión de Gavilanes', viajó hace un año a Miami, Estados Unidos para darles mejores oportunidades a su familia, sin embargo no ha resultado como esperaba.

Según el actor, fue primero al "país de las grandes oportunidades" para erradicarse legalmente. Dice que ya tiene un permiso de trabajo y está en el proceso de buscar las visa de talent.

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"Decidí tomar un riesgo aquí y darles la oportunidad a mis hijos de tener un futuro. Yo vine acá primero a radicarme legalmente. Ya tengo ‘social security’. Permiso de trabajo. Conseguí una abogada para buscar la visa de talent", relató Martínez en el programa "La Red" de Caracol Televisión.

La decisión de viajar al país fue por la crisis económica que vivió Colombia durante la pandemia del covid-19. El actor reveló que trabajó haciendo aseo en casas, y ahora está trabajando para una empresa de mensajería.

De hecho, narró con tristeza que ya casi no come y vive en una vivienda compartida con otras personas, sin embargo, a veces le tocó dormir en el suelo, porque le costaba menos dinero. "Yo ahorro en la comida porque casi no como y ahorro en la vivienda porque vivo con otras personas", dijo en el programa.

"Aquí se sufre mucho. Las condiciones son muy difíciles. Casi no como. Vivo en una casa compartida con otras personas. Pero me da para enviarles plata a mis hijos y ahorrar (...) Me tocó dormir en el suelo, a veces porque prefería quedarme en un sitio específico y no regresar a mi casa, porque me costaba tiempo y dólares”, terminó de contar el actor.

A pesar de todo, el actor expresó con esperanza que, en medio de estas situaciones difíciles, ha podido actuar en obras pequeñas y escribir algunos guiones.

"Cuando hablo con mis hijos, siento la soledad más grande. Eso me parte el corazón, me hace sentir que las fuerzas me faltan y me provoca salir corriendo a abrazarlos. Pero sé que si hago eso mis hijos se van a quedar sin futuro y al cabo de dos meses nos vamos a morir de hambre. Es un sacrificio", confesó.