Si alguien sabía lo que es despertar envidias e insultos que intentan menoscabar su altísima popularidad, ese era Jota Mario Valencia.
El presentador murió este jueves a los 63 años, luego de permanecer en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de Bocagrande en Cartagena donde fue atendido por un accidente cerebrovascular que sufrió cuando se encontraba de vacaciones con su familia en esa ciudad.
Durante las cuatro décadas que trabajó en la televisión nacional, 'Jota' hizo tantos amigos, como enemigos.
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El presentador ocupó el lugar número cinco en el top de los personajes más odiados y amados de Colombia de la página web de la revista Jetset en el 2011.
Aunque su vida privada nunca fue objeto de escándalo, su forma de dirigirse al público y de presentar, y sus chistes repetitivos, hizo de Jota Mario blanco del odio de muchos, tanto que en Facebook hubo grupos creados en su contra. Hecho que él atribuyó "a la falta de oficio de algunos".
"El nombre no es feo, pero desde chiquito me dicen 'J', me quedé así y moriré siendo J", dijo una vez en una entrevista concedida a este diario.
Su familia era su joya más preciada. Sus dos hermanas y dos hermanos, muchos sobrinos, y el diamante, su madre, doña Cecilia, “un ser maravilloso con una espiritualidad muy bonita, una de esas matronas que enseñan a orar y hablan sobre los valores y la vida. Ella sufre con las payasadas de su hijo y con las pelucas que se pone, no le gustan para nada", contó el 'Padre Chucho'.
“Ella es mi polo a tierra, igual que mi esposa y mis hijos”, afirmó Jota Mario, en ese entonces, quien sobre su estado civil decía: “Yo he estado casado toda la vida, yo nací casado. No recuerdo haber estado soltero nunca”.
Su esposa, Gineth Fuentes trabajó como asistente de dirección de 'Muy buenos días'. Se conocieron cuando regresó de Estados Unidos y ella trabajaba en Caracol en el departamento de Arte, era su apoyo incondicional, “para Jota estuvo siempre”, aseguran sus amigos.
Jota Mario tuvo dos hijos de su primer matrimonio que viven en Estados Unidos: María José, a la que definía como “una vieja divina que estudia psicología”, y Simón, que “estudia cine y es demasiado inteligente, qué pereza”.
Sobre ellos decía: “Procuro ser muy comprensivo con mis hijos, como ellos lo han sido conmigo, tengo un sistema mental de educación que combina dos cosas, si voy a llamar la atención, primero tengo que decir algo bonito”.
Jorge Mario nació en Medellín, el 31 de marzo de 1956, y se hizo en la televisión en Bogotá. Allí se inició en 1979, cuando estuvo a cargo del espacio periodístico ‘Valores humanos’.
Durante más de 13 años, fue figura central del Canal Caracol, donde realizó programas como ‘Adán y Eva’, ‘Los Tres a las Seis’, ‘Telesemana’, ‘Dominguísimo’, ‘Súper Domingo’, ‘Cazadores de la Fortuna’, ‘Sábados Felices’ y ‘Día a Día’.
En el 2000 recibió amenazas de una banda criminal contra él y su familia, lo que lo obligó a exiliarse en los Estados Unidos, de donde volvió antes del año. “Tenía que proteger a mis hijos, más que a mí mismo. Pero me ganó la necesidad de trabajar, pues soy un hombre que vive de su sueldo”, decía.
A su regreso se vinculó al Canal RCN en la dirección y conducción del programa ‘Muy buenos días’.
Quienes lo conocieron lo definían como un hombre inquieto que no paraba de crear. Él aseguraba que fue artífice del formato de ‘Sábado Sensacional’, que copió el propio Don Francisco, al que nunca demandó, más bien se sintió halagado de que un conductor tan famoso como él hiciera uso de sus ideas.
Recuerda ‘el Padre Chucho’ que Jota Mario “podía escribir un libro en una mañana, ya sea en su portátil o en un papel. Tenía una capacidad muy grande para pensar, incluso a mí me daba tips para mi evangelización”.
El maestro de ceremonias del Papa en Colombia
En los inicios de su carrera fue seguidor del Opus Dei. Ofició como maestro de ceremonias durante la visita a Colombia del Papa Juan Pablo II, en julio de 1986. Lo acompañó por todo el país, y contó Jota Mario que una vez, en el Parque Simón Bolívar, de Bogotá, su Santidad le dijo: “El Papa quiere una palabra”. “Eso quería decir: ‘yo quiero decir unas palabras’, y me acerqué al micrófono, pero como se demoraban mucho los altoparlantes que estaban a diez cuadras, y con cada palabra se hacía mucho eco, y el Papa insistía en decir algo, él creía que se me había olvidado lo que tenía que decir e insistía: ‘El Papa quiere una palabra’. Ese día por la tarde, el Papa les dijo a todos los asistentes: ‘Jota Mario tiene mala memoria’”.
Jota Mario recordaba con cariño y nostalgia aquella anécdota. “Hace seis o siete meses que fui al Vaticano y fui directo a la tumba de Juan Pablo II, lloré mucho y le dije que no tenía mala memoria, ‘aquí estoy, soy tu amigo’”.
Por su faceta de conferencista, Jota Mario pasó mucho tiempo montado en un avión. Pero, paradójicamente, era un hombre de casa. Tenía un apartamento cerca a Unicentro, en Bogotá y una casa campestre en La Vega, Cundinamarca.
"Se levantaba muy temprano y empezaba a trabajar tomándose un tinto y con el cigarrillo en la mano siempre", relató ‘el Padre Chucho’.
"Como jefe era exigente, porque él también daba mucho y se le aprende mucho. Tiene las cosas claras y no pide imposibles. Es muy directo para decir las cosas y no le gustan las reuniones, para no perder tiempo", afirmó Estella Reyes, quien trabajó como periodista del programa 'Muy buenos días'.
Y aclaró que “él no gritaba ni daba alaridos y la relación que tenía con las presentadoras era muy cordial, cercana, siempre estaba aportando conocimientos, al aire y fuera de cámaras".
Recibió los Premios Simón Bolívar, TV & Novelas, India Catalina de Oro, Talentos, Mérito a la Esperanza y Asociación Colombiana de Locutores Y el Congreso de la República de Colombia lo nombró en el 2004: Gran Caballero de la Orden de la Democracia Simón Bolívar en el grado de Comendador.