La industria cinematográfica ha tenido que saldar cuentas con las mujeres y presentar personajes femeninos que sean dueñas de su propio destino y planteen las diversas formas de ser mujer, y no un solo modelo que apele al estereotipo de una princesa que aguarda por su príncipe azul. Los largometrajes que han dado más de qué hablar al respecto recientemente son los animados, como las renovadas princesas que ha puesto en la pantalla grande Disney, o las nuevas o renovadas heroínas del mundo Marvel o DC comics.
De acuerdo con Danghelly Zúñiga, coordinadora académica de la Cátedra Unesco en Equidad de Género de la Universidad del Rosario “hay un punto de quiebre en la producción animada cuando Disney hace Mulán, en 1998; desde entonces viene transitando hacia personajes femeninos empoderados. El personaje femenino se transformó del típico personaje débil y dependiente de las decisiones de otros que presentó Disney en La Cenicienta (1950) a uno más empoderado en Mery Poppins (1964) hasta llegar a las producciones de hoy”.
De acuerdo con la académica Zúñiga, “el cambio se debe a una lectura muy juiciosa de la transformación de la participación de las mujeres en la vida económica, política y social. La capacidad adquisitiva y de decisión del gasto de las mujeres en términos generales se han incrementado en todo el mundo. Los gustos, en términos culturales, también han cambiado”.
La pastorcita guerrera
En la cuarta entrega de Toy Story, número uno en la taquilla por estos días, Betty ya no se presenta como aquella dócil pastorcita que apacienta ovejas mientras Woody sale a vivir aventuras con los demás juguetes.
Ahora ella es dueña de su destino, y líder de sus ovejas guerreras. Betty vive libre luego de escapar del control de los humanos, y su atuendo es mucho más cómodo.
Betty, que no precisamente ha triunfado en el romance con Woody, ahora está llena del amor propio que antes le hizo falta para exigir su lugar. Antes de pretender conquistar a otro, primero se conquistó a ella misma.
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Capitana Marvel
Mezclando una estética entre Star Wars y Las Aventuras de Thor, Capitana Marvel, protagonizada por Brie Larson, presenta a una superheroína que trata de descubrir los secretos de su pasado mientras aprovecha sus poderes para acabar la guerra e incluso es capaz de enfrentarse al poderoso Thanos. Esta heroína siempre ha tenido un protagonismo relativo entre los más poderosos, como Iron Man, Thor, Spider Man o Dr Strange, incluso en la época más machista de las producciones de Marvel era conocida como Señora Marvel. Este personaje surgió como contrapeso para La Mujer Mavarilla, de su rival DC, que se adelantó en esto del empoderamiento femenino con la película protagonizada por Gal Gadot en 2017.
La sultana
Cuando la primera entrega de Aladdin se estrenó en 1992, Jasmine vestía pantalones, tenía un tigre y le gustaba escaparse del palacio para conocer el mundo. Pero el personaje era más de lo mismo, una princesa hermosa y delicada vista desde los ojos de un hombre, que en este caso era Aladdin. En el renovado largometraje que se estrenó recientemente en el país, la princesa Jasmine es presentada como una mujer con ambiciones políticas propias, que no desea ser la esposa de un sultán ni desposar un príncipe, sino liderar con justicia a su pueblo, en un reino tradicionalmente regido por hombres. La actriz Naomi Scott disfrutó las escenas en las que “ella se imponía, plantando cara a todos los príncipes que intentan conquistarla”.
Ana y Elsa
Estas dos son princesas del reino de Arandelle. Cuando sus padres fallecen se encierran en su palacio por orden de Elsa, la hermana mayor. El día en que esta es coronada las puertas del palacio se abren por petición de Ana. No obstante, el personaje que deja más reflexiones sobre género es Elsa, pues fue criada por su padre para que reprimiera sus emociones y se relega a la sumisión y al encierro. Ella, harta de ser una “buena chica”, decide huir para estar sola y poder ser, genuinamente. Este sentimiento de liberación lo deja claro el personaje con su canción mundialmente conocida ‘Let it go’, que manda un mensaje de empoderamiento y ruptura de los tradicionales roles de género
impuestos a las mujeres.
La vaquerita sheriff y la muñeca estratega
En la última entrega de Toy Story, Jessie, personaje que ha estado en la saga animada desde la segunda película, afianza su amistad con Woody, su más fiel amigo y líder del grupo de juguetes.
A medida que avanza la historia, Jessie va mostrando sus capacidades de líder natural, carismática y justa, capaz de responder por el grupo; sin embargo, un giro en las circunstancias hará que la vaquerita asuma nuevas responsabilidades de autoridad.
Pero Jessie no es el único personaje femenino que gana preponderancia en esta cuarta parte de la saga. La muñeca de ojos tiernos, que sueña tomar el té con una niña de carne y hueso, es un nuevo personaje que muestra una profunda transformación psíquica a lo largo de la película.
La muñeca es la líder de un miedoso grupo de juguetes de anticuario, tiene habilidades estratégicas y de presión para obtener lo que quiere, y conquista su propia voz sin perder el deseo de amar -si llega a encontrarla- a una niña humana.