Realidad virtual por suscripción en la que pacientes en estado vegetativo pueden ‘vivir’ y encontrarse con sus seres queridos, inteligencia artificial que recrea recuerdos personales a partir de fotografías, videojuegos de los años 90 que podrían haber inspirado asesinatos, la vida que llevan clones en la parodia de una vieja serie espacial, son solo algunos de los temas que aborda la séptima temporada de la serie Black Mirror, disponible desde este jueves, 10 de abril, en Netflix.

El mundo distópico y de terror asociado a la tecnología, creado por el guionista y director Charlie Brooker, regresa después de dos años, con seis nuevos episodios en los que, como afirmó, retoma el estilo del “Black Mirror original, en cuanto a ese enfoque tecnológico”.

Desde la tercera temporada, la serie Black Mirror es producida por Netflix. | Foto: Netflix

En este sentido, la séptima temporada busca aliviar las críticas que recibió la temporada anterior, que se alejó del concepto que cautivó al público, “en cierto modo, hay menos diferencia entre la séptima temporada y, digamos, la tercera o la segunda, que entre la séptima y la sexta”, dijo Brooker en una entrevista.

De hecho, la sexta temporada fue tan diferente, que el director pensó en llamarla Red Mirror, porque las historias estuvieron más influenciadas por el suspenso y terror sangriento clásico.

No obstante, todos seguían a la espera de que las especulaciones sobre los excesos que la ciencia y la tecnología en un futuro cercano pueden generar en el comportamiento humano, volvieran a ser el centro de la afamada serie que generó grandes debates y reflexiones en el año 2011 cuando fue estrenada la exitosa primera temporada.

Otros, como Jorge Carrión en un artículo del The New York Times, opinan que “las dos primeras temporadas de Black Mirror, de tres episodios cada una, y el capítulo especial de Navidad, cuando dependía de Channel 4, fueron casi perfectos. Las fluctuaciones de la calidad llegaron con Netflix, sus plazos y sus dos temporadas de seis capítulos cada una”.

De modo que para esta ocasión, Brooker aseguró, en entrevista con El Periódico, de España, que el público se encontrará en cada episodio con “puro Black Mirror, historias con trasfondo tecnológico”.

Por otro lado, el público también espera encontrar relaciones entre la serie y la realidad, teniendo en cuenta que la tecnología avanzó vertiginosamente en los 14 años que han pasado desde su lanzamiento.

Al respecto, comentó Brooker, “a veces soy consciente de que debo escribir rápidamente un episodio o ya no será ficción. Hace dos años tuve una idea para algo y ahora mismo están pasando bastantes cosas que son bastante similares. Si lanzara ese episodio ahora, la gente diría que me he inspirado en las noticias”.

Seis capítulos

Black Mirror es una serie antológica, es decir, cada capítulo es una historia independiente, pero todos comparten un concepto común que, en este caso, es la original forma de ciencia ficción en que la tecnología se convierte en materia de situaciones perturbadoras, demostración de esto son los capítulos ‘Oso blanco’, y ‘Cállate y baila’, de la segunda y tercera temporada.

Pero, como primera novedad de la séptima temporada, Black Mirror rompe su regla y presentará el capítulo ‘USS Callister: Into infinity’, que es la secuela de ‘USS Callister’, capítulo de la cuarta temporada.

Dispositivos mentales que alteran la percepción de la realidad o recavan en la memoria son constantes de la serie Black Mirror. | Foto: Netflix

Es la historia de un grupo de clones que habitan dentro de un juego en línea que, a su vez, está basado en un programa de televisión, parodia de Star Trek, creados por un programador que tomó ADN de sus compañeros para incluirlos como sus subalternos.

La historia continúa contando las aventuras de la capitana Nanette Cole, interpretada nuevamente por la ganadora del Critic’s Choice Award, Cristin Milioti, que debe dirigir una nave y superar peligros espaciales ignorando que solo es parte de un videojuego que sigue reproduciendo aun sin jugadores.

El capítulo titulado ‘Eulogy’, es protagonizado por el ganador del Globo de Oro, Paul Giamatti, que empieza a explorar una extraña aplicación que puede reproducir recuerdos a partir de fotografías, terminando por devolverle un hecho aterrador de su pasado. Aquí surge la pregunta por el valor del olvido.

En ‘Plaything’, un gamer fanático de un videojuego de los años 90 es arrestado por relación con un viejo asesinato no resuelto. El capítulo se concentra en el interrogatorio, durante el que se comienza a desentrañar el sentido oculto del en apariencia inofensivo juego. También cuenta con una aparición de Will Poulter, quien protagonizó ‘Bandersnatch’, la película interactiva de Black Mirror, lanzada por Netflix en 2018, y con la que establece una relación.

‘Hotel Reverie’, que cuenta con la actuación de Emma Corrin, reconocida por su papel de Diana Spencer en The Crown, es al parecer una historia retro, de los años del Hollywood clásico, pero poco a poco se revelará que no es otra cosa que una recreación de IA en la que está atrapada una mujer obligada a dar su mejor actuación.

Una ejecutiva de alto nivel en una empresa de chocolates se reencuentra con una vieja conocida, por ella descubrirá un misterioso dispositivo cerebral que trastornara su vida. Esta es la trama de ‘Bete noire’.

Y, en ‘Common people’, capítulo en el que actúa Rashida Jones como Amanda, una maestra que sufre un accidente y queda en algo parecido a un coma, sin esperanza de despertar. Allí es cuando su esposo accede a un programa de realidad virtual que le permite interactuar con Amanda, pero como todo en este mundo digitalizado, nadie lee la letra pequeña del contrato de servicios.

Curiosidades

Adelantada a su tiempo: Black Mirror propuso tecnologías cerebrales que hoy son realidad, como las desarrolladas por Neuralink, la empresa de Elon Musk.

Visionaria: En ‘Ahora vuelvo’, temporada dos, una mujer recrea a su novio muerto con IA, algo que hoy hacen los chatbots de duelo.