La modelo y exparticipante del reality Protagonistas de Novela, Angélica Jaramillo, reveló durante una entrevista de Vicky en Semana, cómo fue su dramática fuga de un centro de rehabilitación en Medellín, donde la habían internado sin su consentimiento. Según sus propias palabras, “me metieron a un internado, un sitio de recuperación, pero me llevaron a la fuerza, a las malas. Prácticamente, yo me sentí como si estuviera secuestrada”.
La modelo había confesado públicamente, en un video que se viralizó hace algunos meses, que se había vuelto adicta a algunas sustancias alucinógenas, que venía sobrellevando este problema por años. Después de eso, algunos de sus familiares confirmaron que estaban haciendo lo posible por ayudarla.
En el relato que hizo a Semana, afirmó que estuvo 26 días internada en este lugar y que 8 días los pasó aislada, “cuando me meten en esa celda, duro los ocho días allá y les pido que me dejen salir. El día que me iban a quitar el candado, no encontraron la llave. Eso me hizo pensar muchísimo. Si hubiese pasado algo urgente, un incendio, que sé yo, voy a hablar lo más extremo… Casi que no quitan el candado, tres personas intentaron quitarlo hasta que llegó una cuarta y, no sé cómo, pero lo pudo romper. Se demoraron prácticamente una hora quitando el candado”, dijo.
A pesar de que rogaba la dejaran llamar a sus hijos, nunca se lo permitieron y, como contó, sus familiares tampoco la iban a visitar para aclararle la situación, por lo que Angélica tramó un plan para escapar cuanto antes de allí.
“Yo venía pidiendo que, por favor, no me negaran la llamada a mis hijos y que me dejaran hablar con mi familia. Lo venía planeando desde el día que entré. Cuando me meten en esa celda, duré dos días que no me paraba, y cuando me pude parar, estaba supremamente aporreada, o sea, los brazos, todo vuelta nada. Yo dije, no, yo no puedo estar aquí porque yo conozco mi proceso”, contó a Semana.
Finalmente, Angélica empezó a colaborar con el proceso que estaban aplicando con ella, se ganó la confianza y, el 3 de noviembre, mientras todos se concentraban en la salida de un enfermo, aprovechó para escaparse. Salió corriendo, sin documentos o alguna identificación, por la puerta principal y bajó toda la montaña que la separaba de la carretera.
“Cuando abrieron la puerta para que ese carro saliera, yo salí corriendo como una loca cuesta abajo por esa montaña, y corre, corre, corre, corre, corre, corre, corre. Yo dije, no, yo aquí me tengo que quedar escondida hasta que vea bajar ese carro. Cuando vi que bajó, entonces otra vez cuesta abajo y seguí corriendo hasta que llegué a una autopista, pero estaba cerrada la carretera por el tema de Rigo; estaba al lado del tema del ciclismo, que se estaba despidiendo, o algo así”, comentó.
Finalmente, se encontró con un taxista que conocía el lugar del que había salido, quien la llevó a Medellín, donde encontró personas que la ayudaron a solucionar su situación.
En la misma entrevista con Semana, la modelo hizo un llamado a las familias: “No lo hagan mal. Obligar a una persona a que se recupere, nunca se va a recuperar. Una persona obligada nunca se recupera, a no ser que se genere una conciencia propia”.