Carla Giraldo es para algunas personas la cereza en el pastel, el picante o el salero del menú, y para otros, la manzana de la discordia de la tercera temporada de MasterChef Celebrity, el programa más visto de la televisión colombiana los domingos en la noche (promedios de rating de 8,1 en los sábados y de 9,8 en los domingos).
En el reto de eliminación del pasado domingo, la actriz llevó consigo una camiseta que tenía estampada la frase “Los voy a sacar a todos”, que replicaron sus amigas Catalina Maya, Viña Machado y Marbelle, pero incluso advirtió que llegará el momento de sacar a las demás ‘babys’ —en alusión a estas, sus amigas—.
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Por ese gesto llovieron críticas en redes sociales, como el de una usuaria de Twitter que le escribió a Carla: “¿Qué se siente ponerse de acuerdo con las otras tres víboras de hacer camisetas de ‘los vamos a sacar a todos’ y que terminara saliendo una de las arpías?”, en alusión a Catalina, eliminada del juego por segunda ocasión. Mientras que otro internauta publicó un trino con la imagen de una camiseta que decía “todos te queremos sacar a ti”. Carla le respondió: “Imposible, amor”,
acompañando su tuit de caritas felices y celebración, dejando claro a todos los usuarios que su paso por el reality aún será largo y poniendo a especular a los televidentes sobre si ella podría llegar a ser la ganadora.
Y es que mientras algunos halagan la espontaneidad y sinceridad de la eternamente llamada ‘Lolita’, a otros les disgusta su personalidad.
Incluso ella, en su momento, al recibir tantos comentarios e insultos en su contra, se vio obligada a bloquearlos y a publicar menos contenido sobre el programa y advirtió: “Mientras todos se calman y aprenden lo que nos quieren enseñar, que es tranquilidad, no hablarle mal a las personas, no señalarlas, hablarles desde el amor, pues ese día vuelvo a activar los comentarios, mis fotos, todo. Pero, pues para que vayan y me dejen comentarios de mi***, no”.
Desde el comienzo del reality han sido constantes los roces entre Carla y Liss Pereira. Recientemente esta última mencionó que estaba aliviada por no escuchar la risa de Carla, a lo que ella respondió en Twitter: “Jajajaja, amo cuando me imita y lo hace tan perfecto, es justo donde me muestra su admiración y todo el tiempo y energía que invertía en mí. Gracias Liss por darme la importancia que me merezco. Muy buena imitando, porque de resto, no nos reíamos tanto”.
En una transmisión en vivo de ‘Las 4 babys’ —como le llamó producción a Carla, Marbelle, Catalina y Viña—, Giraldo confesó: “Con Liss yo fui muy cansona y fastidiosa en algún momento, y así mismo le escribí una carta desde mi corazón y el amor en la que le pedí unas disculpas que nunca fueron aceptadas y la entiendo, pero no le puedo pedir disculpas toda la vida, ya lo hice cuando me sentí mal y ella nunca me quiso contestar. Yo nunca le caí bien”.
Carla admite: “No me la llevo muy bien con Liss por la manera en la que ella me habla y se expresa hacía a mí. Yo soy paisa y melosa, por eso me gusta que me hablen con amor. Mi forma de ser no se la lleva muy bien con ella”.
Los ánimos de los televidentes y de la propia Liss se caldearon a finales de junio, cuando en una entrevista con el programa ‘Bravíssimo’, del canal CityTv, Carla comentó que no tenía buena relación con la comediante porque, ella habría hecho trampa en una prueba del programa: “En unos capítulos que no han mostrado nos dicen: ‘levanten las manos’ y terminamos el reto. Cuando yo volteo a ver, ella (Liss) estaba salseando, y ya habían apagado las cámaras, y le dije: ‘¿Por qué haces eso? No seas tramposa’, y me dijo: ‘pues si yo te viera haciéndolo, no diría nada’, a lo que le contesté: ‘pues yo jamás haría trampa, así que jamás tendrías que decir eso de mí’, y ahí se rompió nuestra relación”.
El 4 de julio se emitió un polémico capítulo en el cual el actor Mario Espitia resultó eliminado de MasterChef tras una inédita votación de sus compañeros. En el reto de eliminación, Ana María Estupiñán, Mario Espitia, Gregorio Pernía, Emmanuel Esparza, Catalina Maya, Carlos ‘Pity’ Camacho y Alicia Machado tenían que preparar unas réplicas de los nuevos postres de Juan Valdez. Después de que la mayoría tuvo problemas preparando la crema batida, Mario fue acusado de “tramposo” por Carla por haber sido ayudado por el actor Emmanuel a realizar la crema de su postre y por apoyar a Ana María con el suyo.
Eso complicó la decisión del jurado del reality, que pidió a los concursantes que votaran entre ellos mismos por quién debía salir. Agregándole más leña al fuego, Carla le dijo a Liss: “¿El ejemplo para tu hijo?, ¿la mentira?”, a lo que ella le respondió: “Yo no estoy haciendo nada. Déjame quieta, por favor. No más”.
Después de esta escena, la producción del programa emitió las declaraciones de Pereira sobre lo que venía ocurriendo con Giraldo: “Me molestó mucho que me tildara de tramposa cuando yo ni siquiera estaba cocinando. Créanme que si me merezco un premio es por no haberle metido un puño en esa jeta”.
El propio Mario Espitia, quien fue el eliminado, le reclamó a Carla desde la cocina, pidiéndole que dejara el tema a un lado, pues, según dijo, ya todos habían reconocido sus errores.
Ni Catalina Maya se salvó de la rabia de Carla, quien le criticó porque puso un poco de crema del postre original que les habían dado. Y aunque al final todos confesaron su error, quedando en la cuerda floja, Mario tuvo que abandonar el reality. Por ese detalle, televidentes pidieron en redes que la próxima eliminada fuera Giraldo.
El comediante Diego Camargo tampoco ha estado exento de disgustos con Carla. En el programa ‘Buen Día Colombia’, del Canal RCN, confesó que: “me dolía mucho que se metiera con ‘El Flaco’ (Frank Martínez, su colega), hay como dos cositas que estuvieron cerca de pasar, que son como las dos únicas veces que me he puesto bravo”. Para él, compartir la cocina de MasterChef con Carla es “como estar con una niña traviesa, su estrategia en el juego es desesperar y provocar”, pero advierte que “es una mujer súper dulce, divertida, se ríe mucho”.
Tampoco Gregorio Pernía se ha salvado de la furia de Carla. En un reciente reto de salvación por equipos, por haber ganado la prueba anterior, ‘Titi’, de ‘Sin senos sí hay paraíso’, debía decidir con cuáles de sus compañeros quería cocinar: “Voy a jugar con el corazón, con la lealtad y con la amistad”, dijo antes de escoger para su equipo a ‘Pity’, Liss, Frank y Marbelle —la escogió a ella porque debía incluir a alguien con delantal negro—. El reto de cocinarles a diez mejores chefs de Colombia, quienes calificarían los platos, lo perdieron Catalina, Diego, Viña y Carla. Al ganar su equipo, Gregorio quiso abrazar a las dos últimas, pero estas lo rechazaron: “porque sí, porque si tu juegas, yo también”, dijo Viña; “hay cosas que no... No, mi amor. Tu discurso no va”, se quejó Carla. Gesto que provocó las lágrimas de Gregorio, quien dijo ante cámaras: “Lo material no es tan importante como la felicidad, la tranquilidad y la familia”.
Por lo pronto, Carla se mantiene firme a su promesa de sacarlos a todos. Si no se tratara de un reality, seguro muchos querrían darle el papel de la Mejor Villana.
Lolita, en fuego
Carla Evelyn Giraldo Quintero nació el 30 de agosto de 1986 en Medellín y llegó a Bogotá un año después.
El hogar conformado por María del Rosario Quintero, peluquera y maquilladora, y Manuel Giraldo, exempleado de Textiles Rionegro y comerciante de San Andresito, no podía tener hijos propios y decidieron adoptar. Carla le contó hace varios años al periodista José Gabriel Ortiz, en el programa ‘Yo, José Gabriel’, ese episodio de su vida: “Mi tía es monjita, trabajaba en un convento en Medellín, y conoció a una niña que tenía 16 o 17 años que estaba embarazada, le contó a mi mamá y ella decide hacer todos los papeles para mi adopción”. Así fue adoptada inmediatamente nació.
Rosario o ‘Charo’, como era conocida en el medio la madre de Carla, consiguió trabajo como maquilladora de efectos especiales en la programadora Cenpro, oficio que desempeñó durante muchos años.
Solía llevarla desde pequeña a los sets de grabación. Desde los cinco años de edad empezó a ser extra en diferentes producciones, debutó en televisión en la serie ‘La otra mitad del sol,’ y, cuando tenía 13 años, el director de casting de RCN le contó sobre la prueba que buscaba a una preadolescente enamorada de un hombre mayor y le aconsejó: “Venga y llore”. Le tocó competir con estrellas infantiles, como la pequeña actriz que interpretó a Paquita Gallego cuando era niña, y una de las jovencitas de la serie ‘Conjunto Cerrado’, y la pequeña Carla entró, se sentó en medio del estudio y preguntó con su tierna voz: “¿Qué hago?” . “Haga la escena y llore, pero por usted misma, nada de goticas en los ojos”, le dijeron. Y no sabe aún cómo, pero las lágrimas fluyeron. Lloró mucho, tanto, que dos días después volvió a llorar, pero de felicidad, cuando le avisaron que el papel de Lolita Rengifo, el protagónico, en la telenovela ‘Me llaman Lolita’, era suyo. Más feliz quedó cuando le dijeron que el galán era nada menos que su amor platónico, Marcelo Cezán.
La producción de 1999 alcanzó los más altos ratings de sintonía. ‘Charo’ se convirtió en su ‘mamánager’, pendiente de sus necesidades, de su vestuario, de su maquillaje, de que se aprendiera los libretos y respondiera a sus deberes y tareas del colegio. Carla extrañaba tener un hermano y agradecía que su padre compartiera con ella su tiempo libre. Desde muy niña recibía ya cartas y flores de admiradores a los que les devolvía fotos de ‘Lolita’ autografiada.
Tomó un curso de técnicas de actuación con Toto Vega, quien en ‘Me llaman Lolita’ interpretó al tío Óscar, otro de manejo de voz, y se preparó con Alfonso Ortiz (falleció el 12 de noviembre de 2020).
En el año 2000, cuando era ya adolescente, interpretó a Jenny Guerrero en la telenovela ‘Pobre Pablo’, y a Tatiana Samper en la exitosa serie juvenil ‘Francisco, el matemático’. La gente empezó a especular sobre su supuesta adicción a las drogas y hasta a decir que sus padres se quedaban con su dinero. Ella lo desmintió: “estaba pasando por una edad muy difícil, tenía el mundo de la televisión encima y muchos problemas con mi familia. No me llevaba bien con mi mamá, no hacía caso, con mi papá tampoco, y decido irme de la casa, dije ‘aquí no vuelvo’ y jamás volví. Me fui a la Fundación La Luz porque trabajaba con ellos desde los 12 años, conocía su labor, era su imagen institucional, y le dije al director del Bienestar Familiar que solo me iría con ellos y sale el chisme de que consumía drogas. Con ellos me sentía en familia, aprendí a perdonar y a no tener rencores, a ser una guerrera. Ahora sé vivir con todo, pero si mañana me quitan lo que tengo, también sé hacerlo sin nada”, contó después.
Amorosa y tierna
“Cuando yo conocí a Carla Giraldo tenía 11 años, cuando la vi por primera vez en el casting, ya después, durante la grabación cumplió 12 y ya al final de esta, porque duró más de un año, ya tenía 13. Una niña dulce, con gran sentido del humor, componíamos canciones, generábamos códigos, saludos, rutinas, siempre muy respetuoso todo, hermosísima”, cuenta el actor caleño Marcelo Cezán, quien fue su coprotagónico en ‘Me llaman Lolita’.
“Después le perdí un poco la pista y cuando reapareció empecé a redescubrir a una mujer adolescente, viviendo sus procesos, pero nunca dejó atrás su ternura, esa manera bonita de expresarse y de dirigirse a uno. Ella conoce a una persona y a los dos segundos le dice ‘te amo’. A Carla yo la describo como una máquina de dar amor”, expresa Cezán.
Respecto a la faceta que ella ha mostrado en MasterChef, el actor asegura: “yo imagino que crearon ese personaje, a lo mejor ella por chiste lo dijo algún día y le dijeron ‘siga por ahí que eso está funcionando, eso está generando polémica y rating’. Pero, la verdad, no es la Carla que yo conozco, yo conozco una amorosa, tierna, que ama a todo el mundo, es incondicional con sus amigos. Repite ‘te amo’ cada vez que habla con uno: ‘Hola, Marcelito’... ‘Te amo’... Es más un personaje que se ha creado en la cocina de MasterChef. Pero Carla es una gran mamá, una gran esposa, una gran amiga, incondicional, compañera de aventuras, de alguna que otra fiestica, y la amo, la admiro y la respeto con todo mi corazón”, dice el actor.
Pese a que de Carla se han dicho muchas cosas, ella las aclara, cuenta que de niña quería ser monja, que se fue de la casa a los 14 porque se sentía reprimida y no porque fuera drogadicta, que a sus 19 años se enamoró de la productora audiovisual Natalia Arroyave, con quien duró dos años, y que solo conoció el licor a los 23. Ahora está felizmente establecida en un hogar con el Dj y productor Mauricio Fonnegra, padre de sus dos hijos varones: “Es mi ángel. Sabe de cine, de música, de televisión. Me enloqueció su inteligencia”. Junto a él fundó el Industrial Coffe Shop, en Cajicá.