Se ha convertido en pan de cada día que los famosos tomen la vocería para contar su historia, especialmente en documentales programados por plataformas de streaming. Así lo han hecho Pamela Anderson, Selena Gómez, Britney Spears y ahora el turno es para Arnold Schwarzenegger, quien a juzgar por sus declaraciones, no se está guardando nada.
‘Arnold’ es el nombre de la serie documental de Netflix que se estrenó este miércoles, 7 de junio, y que cuenta la historia oculta bajo la sombra de los músculos más grandes de Hollywood.
Este documental se trata del regreso de Schwarzenegger, en una enésima reinvención del adonis austríaco, quien tras el éxito de Fubar, la serie en la que interpreta a un veterano agente de la CIA en su última misión antes del retiro, el fisicoculturista, actor y político, vive un regreso triunfal a la acción, el género que le abrió las puertas de la industria cinematográfica y lo convirtió en sinónimo de fortaleza en todo el mundo.
Antes de ser Terminator (1984) y de casarse con una de las herederas del clan Kennedy, Arnold Alois Schwarzenegger fue un niño que sufrió maltratos en la pequeña localidad de Thal, un pueblo de dos mil habitantes al suroeste de Austria.
Arnold nació el 30 de julio de 1947 y su padre, Gustav, era un comisario nazi quien participó de las invasiones a Francia, Polonia y Rusia. Herido en la Batalla de Stalingrado, Gustav se casó con Aurelia Jadrny -una joven católica a la que le llevaba 15 años- e instauró un pequeño régimen en su casa.
Gustav tenía predilección por Meinhard, el hermano mayor de Arnold, quien era boxeador y atleta. El que se haría conocido como el hombre más forzudo del planeta era, sin embargo, un chico menudo y esmirriado al que no se le daban bien los deportes. Según cuenta el hombre que llegó a ser gobernador de California, su padre lo castigaba con golpizas y ponía en duda su hombría constantemente.
En una entrevista con Fortune, en 2004, Schwarzenegger ya contó que había sufrido “lo que hoy se llamaría abuso infantil” y describió los martirios a los que era sometido sistemáticamente: “Me tiraban del pelo. Fui golpeado con cinturones. Antes era así. Muchos chicos de mi época eran destruidos por sus padres, porque esa era la mentalidad austro-germana. No les interesaba crear individuos, sino seres obedientes. Mi voluntad no era tan fácil de romper, así que me convertí en un rebelde. Cada vez que me pegaban y cada vez que alguien me decía que no podía hacer alguna cosa, yo pensaba: ‘Esto no va a durar mucho, porque me voy a ir de acá. Voy a ser rico, voy a ser alguien”. El intérprete dice que fue por eso que se volcó a entrenar con pesas en su adolescencia.
En el documental de tres episodios repletos de testimonios y confesiones, se tratan varios escándalos del actor, como cuando cinco días antes de las elecciones a las que se presentó como gobernador, en 2003, fue acusado de manosear a seis mujeres durante al menos tres décadas, según indica un informe publicado en Los Angeles Times. Por aquel entonces, Schwarzenegger desestimó las acusaciones para ahora admitir que se había “portado mal” en los sets de filmación de sus exitosas películas.
En la serie narrada en primera persona por el propio Schwarzenegger y dirigida por Lesley Chilcott, participan además algunos de sus compañeros de trabajo más entrañables como Danny DeVito, Jamie Lee Curtis o Sylvester Stallone y algunos de los directores que trabajaron con él, como James Cameron o Ivan Reitman.
Durante varias décadas, el actor hizo eco de la estabilidad de su matrimonio con la periodista Maria Shriver, sobrina de John F. Kennedy, con quien tuvo cuatro hijos –Katherine, Christina, Patrick y Christopher–. Sin embargo,su imagen sufrió un cimbronazo cuando en 2011 Los Angeles Times reveló que tenía un hijo no reconocido de 14 años con su empleada doméstica, Mildred Baena.
Su mujer lo había confrontado con la información una semana antes y a Schwarzie no le había quedado otra que confesar la verdad. Fue el fin de su matrimonio de 25 años. Baena había trabajado en su casa por dos décadas y siguió haciéndolo también durante su embarazo, que coincidió con el último de Shriver. El menor de los hijos de la pareja y Joseph Baena nacieron en 1997 con días de diferencia. Schwarzenegger dijo que sólo supo que era su hijo siete años más tarde, cuando empezó a notar el parecido físico con el chico que hoy sigue sus pasos como culturista.
Según cuenta Arnold en el documental, “Maria y yo íbamos a terapia una vez a la semana. En una de las sesiones el consejero dijo: ‘Creo que hoy Maria quiere ser muy específica sobre algo. Quiere saber si tú eres el padre de José’. Pensé que se me había parado el corazón, y entonces dije la verdad. ‘Sí, María, José es mi hijo’. Ella quedó destrozada por eso”.
“Tuve una aventura en el 96. Al principio no lo sabía. Cuanto más crecía (Joseph), más claro lo tenía, y entonces me pregunté cómo podía mantenerlo en secreto. ¿Cómo mantenerlo en secreto?”.
En sus memorias, se disculpa con Shriver: “Creo que fue la cosa más estúpida que he hecho en toda mi relación. Fue terrible. Le hice mucho daño a Maria y un daño increíble a mis hijos”.