Reliquias insólitas y algunas de las joyas más famosas del mundo, que constituyen un vínculo físico y simbólico con la historia de la longeva monarquía británica son también protagonistas en la ceremonia de la coronación.
En el Libro Real aparece la lista de elementos que acompañan la celebración. Aunque el Rey vaya vestido con el uniforme militar, llevará la capa de terciopelo color carmesí, que también usó su madre en junio de 1953, además llevará una estola real.
El atuendo de coronación está compuesto por objetos que suelen exhibirse como parte de las joyas de la corona en la Torre de Londres y que, según el Royal UK, son artículos sagrados y seculares que simbolizan el servicio y las responsabilidades del monarca.
Corona de San Eduardo
Se utiliza únicamente para las coronaciones y fue llevada por última vez por Isabel II. Fue fabricada para la coronación de Carlos II en 1661, en sustitución de una corona medieval fundida en 1649 por los parlamentarios tras la ejecución de Carlos I.
De oro macizo, está engastada con piedras semipreciosas, como rubíes, amatistas y zafiros, y adornada con un casquete de terciopelo púrpura ribeteado con una banda de armiño.
Corona imperial de Estado
Al salir de la Abadía de Westminster, el rey llevará la corona imperial de Estado, vista por última vez en el funeral de Isabel II en septiembre. Creada en 1937 para su abuelo Jorge VI, también se utiliza en la ceremonia de apertura del Parlamento.
Pesa 1,06 kg y mide 31,5 centímetros de altura. Está engastada con 2.868 diamantes, 17 zafiros, 11 esmeraldas, 269 perlas y cuatro rubíes. Incluye el diamante Cullinan II, la segunda piedra más grande tallada del diamante Cullinan, que según el Royal Collection Trust es el diamante más grande jamás descubierto.
Corona de la reina María
La reina Camila llevará una corona fabricada para la coronación de María, bisabuela del Rey. Es la primera vez en casi tres siglos que se utiliza una corona ya existente para esta ceremonia. La decisión se tomó “en aras de la sostenibilidad y la eficacia”, afirmó el palacio. Está engastada con 2200 diamantes, a los que se sumaron otros, los conocidos como Cullinan III, IV y V, de la colección personal de la difunta Isabel II.
Cetro de la paloma
Consistente en un bastón de oro con un globo, una cruz y una paloma en la parte superior, representa el poder espiritual del monarca. Se ha utilizado en todas las coronaciones desde la de Carlos II en 1661.
Cetro de la cruz
También utilizado desde 1661 representa el poder temporal del rey. En 1911, se añadió el diamante Cullinan I, de 530,2 quilates, tan pesado que el cetro tuvo que ser reforzado.
Orbe real
Simboliza el mundo cristiano. Consiste en una esfera hueca de oro engastada con piedras preciosas y perlas. En la ceremonia se coloca en la mano derecha del monarca, antes de ser depositado en el altar.
Vara con paloma
Utilizada en todas las coronaciones de reinas consortes desde 1685, esta pequeña vara de marfil será sostenida por Camila, pese a los llamados a no utilizarla para oponerse al comercio de marfil.
Ampolla
Este objeto de oro, en forma de águila, con las alas extendidas contiene el óleo utilizado en la unción, considerado el momento más sagrado de la coronación. El arzobispo de Canterbury vierte el aceite en una cuchara antes de ungir al rey. Su forma procede de una leyenda según la cual la Virgen María se apareció a Santo Tomás Becket y le entregó un águila de oro y un frasco de aceite para la unción de los futuros reyes de Inglaterra.
Una nueva era
El arzobispo de Canterbury administrará el “juramento de coronación”, en forma de preguntas al monarca.
La redacción ha variado a lo largo de los siglos. Carlos responderá a las preguntas con la mano sobre la biblia y luego dirá: “Cumpliré lo que he prometido. Que Dios me ayude”. También prestará por separado un juramento en el que el rey afirma ser un “fiel protestante”.
La invitación a la ceremonia incluye “el hombre verde”, una antigua figura del folclore británico, “símbolo de la primavera y el renacimiento, para celebrar un nuevo reinado”.